Contra todo pronóstico este año ha presentado “cifras positivas” en cuanto a precipitaciones. En medio de una megasequía que se ha extendido por más de una década y con la presencia del fenómeno de La Niña, durante 2022 la Región Metropolitana y parte importante de la zona central, han presentado importantes jornadas de lluvia.
Ejemplo de esto es lo ocurrido en julio, cuando se presentó una seguidilla de días consecutivos de chubascos. El séptimo mes del año anotó 68,3 mm de agua caída en Santiago, lo que elevó el total acumulado hasta entonces a 124,7 mm.
A la fecha, Santiago acumula 156,6 mm de agua caída, muy lejos de los 300 mm considerados para un año normal. La última vez que esto ocurrió fue en 2008, cuando precipitaron 350 mm.
Considerando este escenario, ¿cómo terminará el año en materia climática? La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) presentó la proyección para octubre, noviembre y diciembre, y no ofreció buenas noticias. Estableció un pronóstico de precipitaciones bajo lo normal en gran parte del país y temperaturas mínimas más frías que los promedios.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, indica que 2022, “está en el top 10 de años más secos registrados en los últimos 70 años en Santiago. Considerando la persistencia del fenómeno de La Niña, es probable que el año cierre dentro, o muy cerca, de la lista de los 10 años más secos jamás registrados”.
Si bien septiembre se mantuvo en el promedio, el informe señala que el déficit hídrico es prácticamente irreversible. El noveno mes del año se despidió con un saldo de frío y pocas precipitaciones en la zona central del país. Anomalías negativas de temperatura máxima y mínima se observaron en la Región Metropolitana y alrededores, además un importante déficit de precipitaciones.
Tal como se preveía, este 2022 agregará un nuevo año a la larga e intensa sequía que afecta la zona central del país. “Los déficit de precipitaciones afectan a buena parte del país, pero son particularmente agudos en la zona central, desde el sur de la cuarta región hasta el norte de la séptima región. En Santiago el déficit de precipitaciones se está acercando peligrosamente al 50%”, establece Cordero.
Fenómeno de La Niña y cambio climático persisten
Probablemente en este año seco ha estado influido tanto por el cambio climático como por La Niña. “El cambio climático para Chile representa pérdida de precipitaciones, lo que probablemente ha significado un aumento en la frecuencia de años secos tan significativo en las últimas cuatro décadas”, añade el académico de la Usach.
Este enfriamiento en la temperatura superficial del Pacífico, frente a las costas de Ecuador y Perú, “no favorece las precipitaciones en la zona central de Chile. En los últimos 60 días, La Niña se ha fortalecido y se prevé que persista por lo menos durante todo el próximo verano. Este es el tercer fin de año consecutivo marcado por este fenómeno, como no sucedía desde hace 30 años”, señala Cordero.
Aunque probablemente remita el próximo año, agrega, “la probabilidad de tener años lluviosos está cayendo debido al cambio climático. Esto significa que durante las próximas décadas será siempre más probable tener años secos que años lluviosos. Es frente a ese escenario, de relativamente bajas precipitaciones, para el que debemos prepararnos”.
Por su parte, la costa del norte también se ha mantenido más fría de lo normal, en gran medida influenciada por la presencia del fenómeno de La Niña que ha favorecido un enfriamiento en las aguas de mar de la costa del norte de Chile. Por contrapartida, la temperatura máxima en la Patagonia, estuvo más cálida de lo normal. Esta es una condición que se ha repetido en los últimos meses e incluso años.
En el sur del país las precipitaciones tampoco estuvieron mejor que en la zona central. En la mayoría de las estaciones hay déficit de precipitación acumulada. La excepción estuvo en la zona de Chiloé donde se registraron anomalías positivas del orden de un 45%, indica el documento de la DMC.
Actualmente la zona central de Chile tiene déficit alrededor del 40%, más hacia el sur del 30% y en Puerto Montt y alrededores alrededor de un 15%. Sólo La Serena presenta un grado de superávit a la fecha. Esto significa que prácticamente todo Chile terminará con algún nivel de déficit de precipitaciones a fin de año.
Al igual que los últimos pronósticos estacionales, sigue dominando una condición Bajo lo Normal en gran parte del país, esta condición se presentará desde la Región de Valparaíso hasta la Región de Magallanes.
El pronóstico muestra una mayor probabilidad de que el trimestre finalice con acumulados inferiores al rango normal. Esto significa que, por ejemplo, en Santiago, lloverían menos de 4 mm, en Temuco menos de 130 mm y en Valdivia menos de 173 mm en el trimestre completo.
Agrega que esto no significa que no vaya a llover, sino que el total de lluvia acumulada durante estos próximos tres meses, estará debajo de lo que climatológicamente se espera para un octubre-noviembre-diciembre (OND) normal. En al Altiplano chileno comienza la temporada lluviosa, que bajo la influencia de La Niña se intensifica. Es por esto que el pronóstico para OND en el Altiplano muestra una mayor probabilidad de una condición Sobre lo Normal, lo que significa que en Putre lloverían más de 24 mm en el trimestre.