Una reciente investigación, publicada en The New York Times, reveló que los protistas, organismos microscópicos y unicelulares, podrían alimentarse, además de bacterias, de virus.
Según la investigación, publicada en la revista Frontiers in Microbiology, algunos de estos microorganismos, que viven en los océanos, tienen la capacidad de absorber virus marinos. Esto significa un cambio importante en las bases científicas que se sabían de estos microorganismos, ya que los virus no solo causarían enfermedades, sino que en algunos casos podrían servir de alimento.
Un equipo de académicos dirigidos por Ramunas Stepanauskas, ecólogo microbiano del Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas en la Universidad de Maine, comenzó con el proyecto hace más de una década. En primera instancia, su objetivo era estudiar la alimentación de los protistas marinos, recolectando cerca de 1.700 muestras en el Golfo de Maine y en el Mar Mediterráneo.
Tras este trabajo, los investigadores se sorprendieron, al descubrir que no solo habían bacterias como esperaban, sino que virus, de muchas formas y tamaños. Julia Brown, microbióloga del Laboratorio Bigelow y primera autora del estudio, señaló que fue un descubrimiento extraño.
Ignacio Silva, infectólogo y académico de Dirección de Postgrados de la Universidad de Santiago, considera que el hallazgo “es muy interesante, aunque es algo netamente experimental, muy difícil de llevar a la práctica clínica solamente con estos datos".
¿Utilidad para el coroanvirus u otro tipo de virus?
A pesar de los alentadores resultados obtenidos, aún hay elementos por descifrar. Por ejemplo, no está claro para los científicos si los virus son el alimento principal de los protistas o solamente algo esporádico. Los investigadores creen que algunos protistas podrían comer virus ocasionalmente como parte de una dieta diversa, mientras que otros se alimentarían exclusivamente de ellos.
Según explicó Stepanauskas, hay una especie de protistas, llamado picozoos, que es tan pequeña (aproximadamente la trigésima parte del ancho de un cabello humano), que solo podría alimentarse de virus. “Es posible que no puedan consumir partículas más grandes”, señaló.
“Los virus hace un tiempo se están utilizando como parte de estrategias terapéuticas, ya sean virus atenuados (por ejemplo, para el uso de fabricación y desarrollo de vacunas), como virus genéticamente modificados que incluso se han utilizado con fines terapéuticos para combatir infecciones bacterianas. Por ello, no es una novedad que se le pueda encontrar una función terapéutica a los virus”, explica Silva
Eso si, dice que habría que ver cuál es la implicancia de este hallazgo, que no tiene relación con un ámbito clínico como para plantear que con estos organismos se pueda tratar el coronavirus.
"Vacunas hechas a partir de estos virus es algo que se está viendo hoy en día para el coronavirus, varias de las vacunas que se están desarrollando actualmente son hechas en base a adenovirus y utilizando sus propiedades para ingresar al organismo humano y despertar una respuesta inmunológica. Entonces, utilizar este hallazgo nuevo para la terapéutica va a significar mucho tiempo de estudio”, explica el académico de la Usach.