Beatriz Sánchez (Ind-RD): “No se trata de instalar un árbol de pascua lleno de derechos en la nueva Constitución”

La excandidata presidencial del FA Beatriz Sánchez
La excandidata presidencial del FA Beatriz Sánchez. Foto: Agenciauno

La periodista y excandidata presidencial busca que la nueva Carta Fundamental garantice la salud, educación, pensiones, vivienda, el agua, y el derecho al cuidado. Para Sánchez, se tratan de "derechos que garanticen una vida digna".


Una Constitución que replantee la distribución del poder, cuide a las personas, y asegure la participación ciudadana. Son los tres ejes para una nueva Constitución de la periodista Beatriz Sánchez, candidata Independiente a la convenciçon en un cupo de RD por el distrito 12 (Puente Alto-La Florida).

Tres ejes que, destaca Sánchez, no son “sus propuestas” sino que son conclusiones tras un trabajo colectivo. La excandidata presidencial por el Frente Amplio resalta la importancia capital que tiene reformar el poder. “La definición que más me gusta de Constitución es la de que lo que hacen las constituciones es regular las relaciones de poder al interior de un país”, dice.

¿Mantendría un Estado unitario o avanzaría hacia un Estado plurinacional o multicultural?

Nosotros proponemos un Estado plurinacional. Este es un Estado que tiene que reconocer que tiene varias naciones. Eso no quiere decir que se va a fraccionar en países distintos. Estamos hablando de un Estado pero que reconozca las naciones distintas. Es un paso más allá, donde también se reconozcan autonomías y diferencias territoriales. Eso es parte del fortalecimiento de los territorios o la descentralización como lo han hecho otros países y donde ha significado un crecimiento y una identidad que les ha valido potenciarse. Junto a eso tenemos que reconocer la interculturalidad. Las dos cosas van de la mano.

¿Cree que debiera cambiarse el sistema electoral?

Más que el sistema de elección, que me parece que siempre se puede perfeccionar, pasar del sistema binominal al sistema D´Hondt fue un gran avance. Es un sistema más justo, entendiendo que todos los sistemas proporcionales tienen algún tipo de no democracia absoluta. Creo que lo que sí debemos avanzar decididamente es a que sea paritario y a que tenga escaños reservados. Un poco lo mismo que se está haciendo para la Convención. Creo que se está dejando un estándar que deberíamos estar comenzando a replicar para todas las elecciones de cargos a futuro.

¿Y qué régimen político le gusta?

A propósito del Congreso, creo que tiene muy poco poder. Vivimos en un hiperpresidencialismo que hoy sabemos dramáticamente. Con un gobierno muy ausente, que no tiene el timón y que es muy débil. El Congreso no tiene ninguna capacidad para proponer ningún tipo de ley con gasto fiscal. Además el Presidente pone las urgencias, el veto si es que la ley no le gusta, o puede recurrir al TC y además tenemos dos cámaras que replican la pega.

¿Habría que mantener las dos cámaras o avanzar hacia una?

Para mi gusto debería haber una sola cámara. Pero no es solamente ese el problema, que se soluciona con una sola cámara sino que además debería modernizarse la forma de ir tramitando las leyes que actualmente es más burocrático y lento de lo que debería ser.

¿Qué tipo de Estado propone?

Tenemos que terminar con este Estado subsidiario. Tenemos que pasar a un Estado de derecho social democrático y lo más importante: cuando hablamos de la Constitución hablamos de un cuerpo completo. No es un cuerpo que podamos analizar por separado, a un lado los derechos, por otro lado lo valórico, por otro la propiedad. Acá tenemos que lograr una Constitución que en todo su cuerpo garantice que sea un Estado social de derechos, o sea que los derechos no salgan nombrados sino que estén garantizados en la Constitución. Creo que se ha hecho una caricatura, “que no puede ser un catálogo eterno de derechos”.

¿Y no es así?

Yo creo lo mismo. No se trata de instalar un árbol de pascua lleno de derechos en la nueva Constitución. Aquí estamos hablando de derechos que garanticen una vida digna y para eso hablamos de los derechos que hacen una diferencia fundamental para sostener una vida vivible: salud, educación, pensiones, vivienda, el agua, y el derecho al cuidado, que creo que es fundamental para que las mujeres tengamos la oportunidad de igualar nuestra vida, nuestra participación en la sociedad. Y esos derecho no solo tienen que estar nombrados sino garantizados en la nueva Constitución.

Dentro de las propuestas que adhiere está la de ingreso básico universal, ¿cómo podría esto ser consagrado en la Constitución?

Creo que muchas veces se habla que la Constitución debería tener ciertas formas técnicas o ciertos deberes ser de la Constitución y me parece que siempre los que son abogados y abogadas constitucionalistas, sobre todo los que vienen más bien desde partidos más conservadores, siempre señalan los deber ser de la Constitución. Y es bien importante señalar que las constituciones son políticas. Es una conversación política que tienen el país. Entonces no es que la Constitución tenga un deber ser, o que “esta es la forma de la Constitución”, sino que la Constitución es una conversación política que tiene un país respecto a las reglas o normas que se quiere instalar. Lo segundo es que la Constitución tampoco es la que define el detalle, sino que define los lineamientos. Cuando hablamos de una renta básica universal, y creo que con la pandemia se ha instalado muy bien el concepto, estamos hablando de poder instalar un piso mínimo de posibilidad de vida digna para una familia chilena.

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