Columna de Javier Fuchslocher: Hablar, escuchar, conocer y votar

La semana pasada la comisión de Derechos Fundamentales sometió a votación en general las iniciativas de norma presentadas sobre derechos civiles y políticos, donde se aprobaron los primeros textos que pasarán a la etapa de indicaciones en particular.

A diferencia de lo que ha ocurrido en otras comisiones de mayor atención mediática, el resultado de este proceso tiene como factor especial el logro de amplios consensos -normas aprobadas por mayoría o unanimidad-, lo que refleja que el camino del diálogo y la búsqueda de acuerdos entre cada uno de colectivos de centro izquierda -e incluso más allá de esta- es la respuesta para un avance ágil y seguro en la garantía de derechos y libertades en la nueva Constitución,

La necesidad de hablar, escuchar y aprender de los otros y otras convencionales nos ha permitido conocer diversas ideas provenientes de la ciudadanía, las que al ser sometidas a un análisis con un ojo más constitucionalista, pueden pulirse para llegar a la Carta Fundamental. Asimismo, la acción de reunirnos entre los diferentes sectores, nos ha permitido salir del enamoramiento de nuestras propias normas, sobre todo cuando lo que busquemos está mejor plasmado en la indicación del vecino.

Sin embargo, esta exploración de acuerdos también arrastra la presión de cumplir con el cronograma -en tiempos acotados y de forma eficiente-, por lo que se vuelven aún más valiosos los espacios de conversación, discusión, debate y consensos transversales. Todo esto, en vías de contar con los mejores textos de la comisión, que nos permitan avanzar en la generación de indicaciones adecuadas, con el objetivo de lograr su aprobación por dos tercios en el pleno, evitando así retrocesos.

El reconocimiento y consagración de diversas libertades y derechos bases en primera instancia, nos permite una avance sustantivo en la respuesta a inquietudes de distintos sectores de nuestra sociedad. Entre las propuestas destacan: la libertad de conciencia y religión, de información, de expresión, personal, y de de emprender y desarrollar actividades económicas. También derechos sexuales y reproductivos, seguridad individual, propiedad privada, inviolabilidad del hogar y las comunicaciones; derecho a la vida e integridad física, debido proceso, derecho a reunión, libertad de asociación, entre otros.

Asimismo, se aprobaron las iniciativas populares que concitaron más apoyo, como las impulsadas por las organizaciones feministas y de las diversidades. En contraste, otras no obtuvieron mayor adhesión, pero sus elementos centrales fueron contenidos en otras iniciativas constitucionales aceptadas, ya sea con una mejor redacción o con la eliminación de criterios que no eran constitucionales, o que replicaban de forma textual la Constitución de los 80, o que inhiben la garantía de otros derechos.

Con todo esto, nos queda mucho camino por recorrer. Este 15 de febrero del 2022 será un día histórico, con el inicio de la votación en el pleno de la Convención Constitucional, donde se deberán aprobar en general y particular los diversos artículos por dos tercios -103 convencionales-.

Tenemos la convicción de que este proceso -a pesar de toda la desinformación, datos a medias, y temores naturales- contará con un alto respaldo por parte de quienes desean que las injusticias político-sociales no se sigan perpetuando, y de quienes buscan un Chile más diverso, inclusivo, con proyección, calidad de vida y esperanza.

Javier Fuchslocher es convencional de Independientes No Neutrales por el distrito 21.