¿Dos tercios o tres quintos? Los quórums y sistemas de votación de otros procesos constituyentes en el mundo
En Chile el quórum elegido para el órgano constituyente ha provocado varios debates. La eventual experiencia chilena de cambio constitucional es solo una de las tantas que se han realizado en la historia política contemporánea. Mayorías absolutas, simples y tres quintos, han sido algunos de los mecanismos usados por países.
Desde el 15 de noviembre hasta ahora, el hecho de que se haya acordado que el quórum de votación -tanto para la aprobación del reglamento como para las normas de la nueva Constitución- será de 2/3 de los convencionales sea cual sea el órgano que se elija en octubre, ha generado una serie de debates entre las fuerzas políticas.
¿El último? Qué debe estipularse en el reglamento respecto a una posible votación del nuevo texto constitucional al final del mandato del órgano constituyente.
Y aunque se trata de un debate contingente para nosotros, el sistema de votación y los quórum también fueron focos de discusión en otros procesos constituyentes realizados en el mundo. Estos son algunos ejemplos.
Colombia (1991)
En los años ’90 Colombia buscaba salir de una profunda crisis social e institucional debido al contexto histórico y el conflicto exguerrilleros y el factor del narcotráfico. Esto llevó a que se propusiera una reforma constitucional.
Sin embargo, pronto se desechó la idea de sólo hacer una reforma y se optó por la redacción de una nueva Constitución. Se creó entonces una Asamblea Constituyente. Un documento de la Biblioteca del Congreso de Chile -una asesoría técnica parlamentaria de mayo de este año- da luces sobre cómo funcionó el trabajo y los quórums usados.
En el texto se indica que se organizaron cinco comisiones temáticas en Colombia, cada cual creaban propuestas sobre temas específicos. Ya en la discusión general, el quórum mínimo para sesionar era un tercio de los constituyentes.
En el sistema constituyente colombiano se crearon dos instancias para aprobar las normas, llamados “Primer Debate” y “Segundo Debate”. En el primero las propuestas se debían aprobar por mayoría absoluta de los constituyentes. El Segundo Debate era una especie de revisión a lo aprobado en el primero. En este caso, si había discrepancias o modificaciones, éstas debían ser aprobadas por dos tercios. Un 74% del texto fue aprobado a través de consensos, muchas veces sin llegar a requerir aprobar por quórums.
Ecuador (2008)
En 2006 una de las promesas del entonces candidato a la presidencial Rafael Correa era que se convocaría una Asamblea Constituyente para avanzar hacia una nueva Constitución. Correa ganó y se dio el vamos al proceso constituyente. Se eligieron a 130 asambleístas, cuya mayoría era afín a Correa. La conocida Asamblea Nacional Constituyente ordenó la disolución del antiguo Congreso y se crearon 10 comisiones para proponer normas, el doble de comisiones que las de Colombia.
En una nota de la época, BBC Mundo explicó el sistema de quórums: “Para discutir y aprobar cualquier iniciativa, el quórum será la mitad más uno de los miembros de la Asamblea Constituyente. Este organismo tomará sus decisiones por mayoría absoluta de sus miembros -por lo menos 66 votos”. El texto fue aprobado por 94 integrantes de los 130. Luego de esto se efectuó un referéndum de salida en el cual un 63% estuvo a favor de la nueva Carta Fundamental. Quizá lo llamativo es que tiempo atrás, en el plebiscito de entrada, un 80% había votado a favor de un proceso constituyente.
Túnez (2014)
Una de las consecuencias de la Primavera Árabe de 2010 fue que en 2014 se propició la creación de la tercera Constitución en la historia de Túnez. Se trató de un proceso complejo, pues entre 2012 y 2013 hubo en total cuatro proyectos constitucionales.
En un estudio de las Naciones Unidas de 2015 llamado “Mecanismos de cambio constitucional en el mundo” se lee que “en abril de 2013 se diseñó un nuevo borrador y finalmente en junio de 2013 se adoptó el texto final que fue enviado a la legislatura provisoria”.
El escrito explica que para aprobar las normas se aplicaron, dependiendo del caso, mayorías absolutas o simples. La Constitución fue aprobada en enero de 2014 con 200 votos a favor, 12 en contra y 4 abstenciones.
Bolivia (2009)
En agosto de 2006 se estableció una Asamblea Constituyente. El análisis hecho por la Biblioteca del Congreso, explica que esta asamblea “se estructuró en torno a las bancadas políticas con representación, bajo el liderazgo del oficialismo que alcanzó la mayoría absoluta de los escaños”.
Al igual que en otros países, se crearon comisiones y subcomisiones. Cuando estos llegaban a conclusiones se llevaban a una Plenaria, donde las minorías tenían la posibilidad de agregar indicaciones.
En las comisiones, la aprobación de los informes debía ser por mayoría, pero en la Plenaria la propuesta debía contar con la aprobación de dos tercios de los constituyentes presentes. Ahora, si el apartado era importante y no se lograban los dos tercios, se estableció que “el pueblo soberano” en un referéndum, concluyera si se incluía o no tal norma.
El proyecto constitucional boliviano estableció que el proyecto de nueva Constitución “debía ser aprobado en general por mayoría absoluta, para luego votarse artículo por artículo. En esta etapa se requería la aprobación de 2/3 de los presentes para aprobarse”, indica la asesoría técnica parlamentaria. Sin embargo, dados los vaivenes del proceso, pese a que se aprobó en la Asamblea, quien tenía última palabra era el Congreso, donde gobierno y oposición acordaron un texto final realizando 147 modificaciones a lo aprobado por la Asamblea.
Sudáfrica (1996)
Considerado como uno de los hitos del fin del Apartheid. En 1990 se terminó la prohibición de organizaciones políticas como el Congreso Nacional Africano, cuyo lider era Nelson Mandela, encarcelado por 27 años. Golpeados por hechos de violencia, los partidos políticos buscaron en forma transversal realizar una nueva Constitución Provisoria.
Pero seguían siendo otros tiempos y estos acuerdos fueron sometidos a un referéndum solo para la población blanca, según se recalca en el documento de Naciones Unidas indicado más arriba. Con todo, se aprobó la idea de una nueva Constitución Provisoria con un 60% de los votos.
Esta Constitución Provisoria abrió el camino hacia una Asamblea Constituyente y la redacción de una nueva Constitución, sin el apellido provisorio. Según explica Naciones Unidas, en 1994 se estableció que sería el Parlamento el que trabajaría en la redacción de la nueva Carta Fundamental. Pese a que el partido de Mandela tenía una mayoría, no obtuvo los 2/3 para aprobar la nueva Carta Magna, por lo que se buscaron consensos.
En 1996 la Asamblea aprobó el texto. El texto fue llevado hasta el Tribunal Constitucional, el cual hizo algunos cambios y lo devolvió a la Asamblea. En diciembre de 1996 se aprobó la nueva Carta Fundamental, que fue promulgada por Mandela antes que terminara ese año.
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