Jorge Correa Sutil (DC): “El debate está muy centrado en la consagración de derechos y poco en la arquitectura del poder”

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El abogado constitucionalista agrega que no se opone a que los derechos sociales y económicos queden consagrados en la nueva Constitución, pero sí a que se judicialicen.


“La razón principal por la cual estamos discutiendo una nueva Constitución es porque entró en crisis la política y el Estado en Chile”, opina el abogado Jorge Correa Sutil, candidato a constituyente por la DC. Correa buscará ser electo en el Distrito 6 (que abarca las comunas de Zapallar, Quilpué, Petorca, Puchuncaví, Quintero, San Felipe, Los Andes, y Calera).

Se trata de uno de los candidatos a la Convención con una trayectoria en la política de los últimos 30 años: secretario de la Comisión Rettig en los años noventa, subsecretario del Interior (2001-2006) y ministro del Tribunal Constitucional (2006-2009), son parte de sus cargos. Por eso, consultado sobre sus principales ejes de campaña, el abogado constitucionalista dice que ellas, “tienen que ver con recuperar la credibilidad de la política básicamente a través de la probidad y de la transparencia y de la capacidad del Estado de satisfacer las necesidades básicas para devolverles su confiabilidad”.

¿Cómo se pueden concretar estas propuestas?

Hay que empezar por poner los incentivos correctos para que los gobiernos sean más realizadores. Al efecto, propongo que las elecciones de parlamentarios se hagan inmediatamente después de la segunda vuelta presidencial. Técnicamente eso va a llevar a la ciudadanía a otorgarle un Congreso más dócil o más a fin a las ideas del Presidente de la República, y probablemente va a tener un mejor entendimiento entre Gobierno y Congreso, y con esos gobiernos más realizadores. Necesitamos al mismo tiempo un Estado más hábil y más capaz para satisfacer las necesidades básicas para lo cual uno de los ejes fundamentales consiste en la descentralización del Estado. Un Estado tan centralizado como lo es el que tenemos no es capaz de satisfacer las necesidades básicas a lo largo del territorio.

Usted nombre la descentralización ¿Cuál es su postura sobre si mantener el concepto de Estado Unitario o quizá habría que replantearlo a otra definición?

Unitario y descentralizado, y esa descentralización significa mayor autonomía política, económica de las regiones y de los municipios.

¿Entonces que opina sobre el tipo de régimen político? Haría reformas al actual régimen presidencial o propondría un semipresidencialismo o semiparlamentarismo.

Primero pondría mucha atención sobre el régimen electoral, y desde luego haría, como dije recién, las elecciones parlamentarias después de las presidenciales. Dicho eso, me inclino, pero estoy abierto a la discusión, me inclino por un sistema semipresidencial, fundamentalmente por su capacidad para sortear los periodos de mayor crisis en los que se encuentran los gobiernos mediante al llamados a elecciones extraordinarias

Usted hace casi un año señalaba que el debate constitucional estaba concentrado en derechos económicos, sociales y culturales donde le parecía, dijo, “que lo que la Constitución puede dar es muy poco” ¿Mantiene esta postura?

Déjeme darle un ejemplo: la Constitución asegura la educación parvularia obligatoria. Eso se hizo hace 9 años atrás. Hace 7 años que se viene discutiendo una ley para hacer efectiva esta prestación de una educación parvularia obligatoria, sin que esto se apruebe en el Congreso. Esto es simplemente un ejemplo para demostrar hasta que punto un Estado que tiene problemas en su conformación, en su parte arquitectónica, en su organización, no es capaz de brindar los derechos económicos y sociales que en su parte dogmática promete.

Y respecto a esto, ¿Cree que aún existe mucha expectativa de lo que pueda o no pueda lograr una Constitución?

Yo no sé si hay mucha expectativa. Creo que la gente entiende que la mera declaración lírica de esos derechos en la Constitución no es más lo que va a avanzar. Eso lo he percibido en el transcurso de mi campaña. Sin embargo, sigo creyendo que el debate está demasiado centrado en la consagración de derechos económicos sociales, y menos en la arquitectura del poder. No me opongo en absoluto a que los derechos económicos sociales queden consagrados, pero los concibo más como un deber del Estado, como una obligación del Estado que como un derecho que se pueda reclamar ante los tribunales de justicia, porque no quisiera que las cortes de apelaciones resolvieran qué es lo que es una vivienda digna o qué es lo que es una educación de calidad. Me parece que eso típicamente debe resolverlo la política con planes y programas bien financiados.

Algunos candidatos y candidatas han postulado que la paridad también quede expresada en algunos artículos de la Constitución, ¿Cuál es su mirada al respecto?

A mi me parece que debemos tender hacia la paridad, y allí donde hayan elecciones debemos hacerla obligatoria. No mediante la forma que se ideó para la constituyente que me parece muy imperfecta, pero mediante otras que son francamente mejores.

¿Cómo sería esa fórmula?

La existencia de dos votos. Uno para hombres y otro para mujeres, en disposición de cada elector cuyo voto es válido en la medida que escoja un hombre y una mujer. Me parece que ese sistema no distorsiona el resultado de las elecciones y logra igualmente la paridad.

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