Gonzalo Feito: "Siempre me han ofrecido candidaturas, quizás en el futuro lo haga"

La única vez que me he sentido mal con mi trabajo fue con la pregunta que le hice a Javier Bardem en Cannes. No quería que se molestara y no era una pregunta machista. Me sentí súper mal. Bardem se colgó de eso, la vende de galán y trata de hacerse el feminista. A Penélope Cruz le dio risa. Luego estuve en una fiesta con Ricardo Darín y Cecilia Roth y me dijeron que Bardem había reaccionado mal. Las feministas se agarraron de eso para instalar un tema que no daba para tanto.

Hacer CQC ahora fue mucho más difícil que hacerlo en los tiempos de Ricardo Claro. En esa época me pedían dejar en claro que no toda la Iglesia era pedófila y que no todos los políticos son ladrones. Ahora es más complicado, porque hay una hipersensibilidad en la sociedad. Con tantas minorías y tantas sensibilidades, cualquier cosa que digas la sacan de contexto, la politizan y la agarran ciertos sectores para hacerte una bandera de lucha. Hay que tener más cuidado. Estás como pisando huevos.

Trabajé como temporero en el sur. Me habían echado de tres colegios y mis papás estaban cansados. Me dijeron que tenía que hacer el servicio militar para enderezarme. De manera desesperada busqué trabajo para dar una señal de responsabilidad a mi familia. Era un campo en Parral, me levantaba a las 5.30 de la mañana para cosechar frambuesas. No gané un peso, pero me salvé de entrar al Ejército.

Entré a estudiar Periodismo de casualidad. Quería estudiar algo relacionado con biología o química, que me gustaban, pero no me fue bien en la prueba. Fui a la universidad para matricularme en Arquitectura, pero me dijeron que esa carrera no estaba. Fue cuando vi un cartel de Periodismo y dije igual puede ser. No podía volver a mi casa sin haber elegido algo.

El Museo de la Memoria es recordatorio de lo que no debemos olvidar nunca. Prefiero no referirme a mi tuit sobre los sueldos de su directiva. Lo positivo es que quedó demostrado que los chilenos estamos más comprometidos que nunca con nuestro territorio.

Estuve en una fiesta muy buena en Mónaco con Kylie Minogue, las hermanas Williams y el príncipe Alberto. Recuerdo que estaba súper curado en el baño, me estaba cayendo, y justo me ayudó Boris Becker, que estaba al lado mío. Hubo una época en que era muy bueno para salir, me invitaban a puras fiestas entretenidas y me lo tomaba todo. Ahora estoy más tranquilo.

Siempre me han ofrecido candidaturas, quizás en el futuro lo haga. Después de las entrevistas se me acercaban políticos a ofrecerme reuniones con sus partidos. Me encanta la política y cada vez me dan más ganas de entrar. Veo que falta gente más republicana, que quiera entrar al servicio público y no para enriquecerse. En lo único en que coincido con la derecha es en materia económica y el rol del Estado. En el resto soy más de izquierda. Tengo un mix bastante especial.

Siempre he tenido una conexión especial con el mar. Me encanta Chile y encuentro que acá tenemos de todo, pero nadie te lo muestra. Ahora estoy trabajando en ese rescate y he podido conocer todas las caletas del país. Los pescadores artesanales son un patrimonio nacional.

Sebastián Eyzaguirre es un boludo, pero es un buen tipo. Siempre lo digo, tiene formas pelotudas de comportarse, pero al final del día es un buen gallo. Lo que dijo en su última entrevista era en talla. El problema es que existe un discurso aparte de la intención.

El canje me parece lo más cuma que hay. Algunas marcas me regalan cosas y se los agradezco, pero llego hasta ahí, no voy a hacer campañas publicitarias. Hay rostros que están preocupados de que te manden cosas, y hacerse fotos con bebidas de tres litros o con cosas para limpiar la taza del baño. Eso es de mal gusto.

Soy más punga y de la calle que todos. No me encuentro cuico, al contrario, soy lo más transversal y tengo amigos de todos lados. Creo que es por los deportes. Me gusta compartir con gente de estratos más humildes, porque son más divertidos. Los cuicos en Chile son una lata.