La decisión de Castillo

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Luis Castillo, subsecretario de Redes Asistenciales

El subsecretario de Redes Asistenciales -quien es foco de una dura ofensiva de la DC- sumó esta semana un desaire desde la propia Moneda donde se impidió su participación en una actividad pública. En el círculo más íntimo de Luis Castillo asumen que éste vive días decisivos en el cargo y que ha dado señales de que la idea de poner su cargo a disposición ha comenzado a rondar su cabeza.


El escenario habrían sido las dependencias del nuevo Hospital Félix Bulnes, en Cerro Navia. El establecimiento -la obra hospitalaria más grande del país- también sellaría el reencuentro del ministro de Salud, Emilio Santelices, y el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, tras un verano de disonancias.

Pero en La Moneda se decidió otra cosa. Así el anuncio de la fecha de inicio de la marcha blanca del recinto de salud quedó en manos del ministro (s) del MOP, Lucas Palacios, y el director del Servicio de Salud Occidente, Francisco Miranda.

Los cálculos eran claros. La presencia de las máximas autoridades de Salud -en particular Castillo que ha sido blanco de una dura ofensiva de la DC- podrían desviar el foco de la atención mediática.

El subsecretario tomó el desaire como una nueva señal de la fragilidad de su permanencia en el gabinete.

Desde que fue nombrado en el cargo -en agosto de 2018-, Castillo ha enfrentado una dura arremetida de la directiva DC que lidera Fuad Chahin, quienes le enrostran una actitud "éticamente reprochable" por haber ocultado la existencia de un registro de la autopsia del expresidente Eduardo Frei Montalva mientras era director del Hospital Clínico de la Universidad Católica en el año 2000.

La ofensiva -que ha incluido el veto a su participación en el Congreso, particularmente a las comisiones de Salud de la Cámara de Diputados y del Senado que encabeza la DC- no se aplacó tras conocerse el fallo en primera instancia del juez Alejandro Madrid que estableció el homicidio del exmandatario el pasado 30 de enero.

Aunque Madrid sostiene que la actuación del hoy subsecretario "no resulta ser suficiente" para atribuir "alguna responsabilidad penal en el hecho", señala que que su accionar "podría ser cuestionado", lo que atizó los cuestionamientos a la permanencia de Castillo en el cargo.

El regreso de las vacaciones, que incluyeron un viaje a Egipto, sin embargo, no trajo tranquilidad al subsecretario y, aunque ha entregado versiones contradictorias -tiene días mejores y otros peores- quienes han conversado con él aseguran que la idea de poner su cargo a disposición para no entorpecer las labores del Ejecutivo habría comenzado a cobrar fuerza y el dilema en su fuero interno estaría instalado.

Paso al costado

"Si me van a sacar, me gustaría irme por la puerta ancha", ha dicho Castillo a quienes le han consultado en los últimos días por su situación. "No quiero afectar al gobierno", agrega.

El mensaje ha sido interpretado por algunos interlocutores -personeros de la UDI e incluso un ministro de La Moneda- como que el subsecretario se alista a dar voluntariamente un paso al costado.

En el entorno de Castillo explican que éste no está disponible para generar un problema político al gobierno, en particular en el año legislativo que en la misma Moneda han definido como el más relevante del segundo año de Sebastián Piñera.

Las mismas fuentes señalan que la salida del subsecretario podría destrabar los reparos en la DC a las reformas tributaria y previsional.

"Castillo es un gran subsecretario y es una persona que está en el gobierno para ser un aporte y si él visualiza que está siendo un obstáculo, no tengo dudas de que él va a actuar con patriotismo. Él está para aportar y no para complicar las cosas", afirmó a Reportajes el senador UDI Víctor Pérez, quien ha defendido la labor y la permanencia de Castillo en el Ejecutivo.

La decisión, sin embargo, se ha transformado en un verdadero dilema para el subsecretario. En buena parte porque -según han señalado a quienes han tenido contacto con él- su eventual dimisión podría entenderse como un reconocimiento de la falta que se le imputa en el caso Frei, la quede manera tajante ha negado.

Otro factor es su trayectoria profesional que no está dispuesto a mancillar. Médico de profesión, Castillo durante el primer gobierno de Piñera se desempeñó en el mismo cargo y es reconocido en el oficialismo y la oposición como uno de los profesionales con mayor expertise en el funcionamiento hospitalario. Su capacidad de gestión, por lo tanto, no está en duda.

Pero en contra de su permanencia le juega su propio estado de ánimo. A su círculo, Castillo le suele confesar la incomodidad que siente al evaluar que su gestión -principalmente técnica- se vea permanentemente "marcada"por un tema que él califica como una "operación política".

Un tema no menor en este sentido es que el subsecretario ha debido resignarse a las actividades en privado y conformarse con compartirlas vía redes sociales. Ejemplos hay varios. Uno de ellos sucedió el miércoles 20 cuando acudió hasta la ex Posta Central para conocer el estado de salud de Carolina Torres, la joven lesbiana de 23 años que fue agredida por su condición sexual. "Seguiremos acompañándola a ella y a su familia en el proceso de recuperación", escribió en su cuenta de Instagram.

A eso se agrega -dicen los cercanos a Castillo- el factor familiar. "¿Para qué seguir con esto?", le habrían señalado.

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Subsecretario Castillo junto al ministro de Salud, Emilio Santelices || Foto: Mario Téllez / La Tercera[/caption]

La encrucijada de La Moneda

En La Moneda señalan que la situación del subsecretario "está abierta" y será sujeto de evaluación a principios de marzo cuando se retome el trabajo legislativo.

Así explican que el lunes 11, cuando el Presidente Piñera interrumpió sus vacaciones para abordar públicamente las emergencias generadas por los incendios en el sur y las fuertes lluvias en el norte, evitó respaldar de manera directa a Castillo cuando se le preguntó por su situación.

"Respecto al subsecretario Castillo, en este instante estamos 100% preocupados y dedicados en cuerpo y alma a enfrentar las emergencias de los incendios en el sur, del terremoto en la región de Coquimbo, de las inundaciones en las regiones del norte", afirmó el Mandatario.

Castillo tomó nota.

La actitud de Piñera contrastó con su postura en declaraciones anteriores cuando aseguraba que el juez Madrid "nunca le ha hecho ninguna imputación a Castillo".

Dos días después, durante una visita a la Región del Biobío, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, tomó mayor distancia de la situación del subsecretario. "Las decisiones de carácter político las veremos en su oportunidad cuando ya el Presidente regrese de sus vacaciones", afirmó.

En las próximas semanas el gobierno debe comenzar a evaluar el escenario para un año considerado clave. Las discusiones por las reformas tributaria y previsional y proyectos emblemáticos como el de Admisión Justa en educación serán objeto de un escaneo legislativo severo.

Hasta ahora la estrategia de La Moneda ha sido -más que la consolidación de acuerdos macro con la oposición- conseguir votos en las filas de la DC y el PR. Tanto así que en la última semana legislativa del 2018 se desató una crisis opositora que tiene en vilo la ratificación del acuerdo por la administración de la Cámara de Diputados luego de que en el Frente Amplio se cuestionara el respaldo DC y PR a los proyectos impulsados por La Moneda.

En un escenario así -dicen en La Moneda- la comodidad de la DC, aun a costa de la cabeza de un subsecretario, es un "precio razonable de pagar".

El movimiento -sin embargo- no es tan sencillo, ya que en las últimas semanas la directiva UDI encabezada por Jacqueline van Rysselberghe ha cerrado filas en torno a Castillo. En las huestes gremialistas no solo se resisten a "dar en el gusto y ceder a la presión" de la DC, sino que también han comenzado a tomar partido en favor del subsecretario en sus tensiones con el ministro Santelices. Así, en la directiva UDI han estado en permanente contacto con Castillo en las últimas semanas.

Encuentro con Piñera

En medio de todas estas tensiones, el subsecretario llegó a La Moneda el miércoles 20.

Eran cerca de las 17:00 horas cuando Castillo, junto a un grupo de profesionales de Salud, escoltó a Santelices hasta el despacho presidencial.

La cita -una de las tradicionales bilaterales que sostiene Piñera con las máximas autoridades de los ministerios- abordó temas sensibles para la cartera: deuda hospitalaria, inversiones y listas de espera, entre otros.

Tras la reunión, Castillo comentó a sus cercanos que quedó "contento". Su situación no fue -en ningún momento- abordada por el Mandatario, quien -más bien- se dedicó a chequear los avances y desafíos de temas propios de la cartera.

En todo caso, el subsecretario -aseguran sus cercanos- nunca ha abordado este tema con Piñera, aun cuando el Presidente ha tomado un rol activo en la condena del crimen de Frei Montalva -cercano a su padre- y que tras el fallo del juez Madrid se decidiera apelar al dictamen con el objetivo de que aumente el tipo penal de homicidio simple a homicidio calificado. Los principales interlocutores de Castillo han sido el jefe de los asesores del segundo piso de La Moneda, Cristián Larroulet y el ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Incluso en el círculo más íntimo de Castillo afirman que los primeros días de marzo comenzará la cuenta regresiva para su permanencia o salida del gabinete. En caso de concretarse esta última vía, el médico se transformaría en el tercer subsecretario que Piñera remueve del cargo de Redes Asistenciales en menos de un año: primero fue Juan Manuel Toso, quien no alcanzó a asumir tras la polémica por la existencia de una sanción en su contra del Tribunal de Ética del Colegio Médico; luego fue el turno de Gloria Burgos, quien permaneció cinco meses en la cartera y fue reemplazada por Castillo en agosto del año pasado.

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