El cuento de Usain Bolt y el fútbol
El deportista que revivió el atletismo ahora quiere ser futbolista profesional. El Borussia Dortmund le hará una prueba en marzo, pero su objetivo es llegar al Manchester United. ¿Lo logrará? ¿"Cuánto de marketing hay detrás"?
¿Qué se sabe de Usain Bolt, el futbolista? Poco. Que es zurdo y delantero, algo parecido a un nueve, aprovechando su 1,95 metros de estatura, aunque también podría moverse por la izquierda. El francés Kevin Blois es un arquero aficionado que defiende la camiseta del JS Saint-Jean Beaulieu y a finales de 2016 enfrentó al atleta ganador de ocho oros olímpicos en una pichanga organizada por su equipo. Lo calificó —como era de suponer— de "rápido". También agregó que era "potente y bueno por arriba". Las imágenes en la web que dan cuenta del episodio no son tan benévolas con el jamaiquino. En ellas, se le ve desviar un cabezazo sin marca desde el punto penal y lo mismo con un ingreso en solitario por su costado más favorable.
Nada especial, la verdad, al igual que otras imágenes que circulan por la red que exponen sus habilidades con el balón.
Sin embargo, el atleta que despertó a su deporte de un largo letargo y que durante ocho años le devolvió todas las luces que el dopaje le había quitado no es cualquiera. Es una figura mundial, uno de los más grandes de todos los tiempos. Y si quiere jugar fútbol profesionalmente y confía en que puede hacerlo, se le abren las puertas para demostrarlo.
Después de años hablando al respecto, en enero le dijo al diario británico The Daily Express: "En marzo haré una prueba con el (Borussia) Dortmund y eso determinará hacia dónde va mi carrera. Si ellos dicen que soy bueno, y que necesito un poco de práctica, lo haré (...) No me haré pasar una vergüenza", añadió confiado.
Usain St. Leo Bolt reconoció que la semana que pasará con el elenco alemán le produce el nerviosismo que nunca tuvo en la pista, donde reinó soberanamente en los 100 y 200 metros planos entre 2008 y 2016. De paso, reiteró que su objetivo mayor era ponerse la camiseta roja del Manchester United, donde podría ser compañero de Alexis Sánchez, la última adquisición para el "Teatro de los Sueños", y con quien hasta podría disputar un puesto en el ataque si este deseo de niño consentido se convierte en realidad. Sir Alex Ferguson, cuya palabra es ley en Old Trafford, le habría dedicado un diplomático "veremos qué pasa" que le da más esperanzas de las que debiera.
El primer amor
En una entrevista con el sitio web de la FIFA, en octubre, el jamaiquino manifestó que "jugaba mucho en mi país, algo que a mi entrenador no le gustaba, pero afortunadamente no sufrí ninguna lesión que interrumpiera mis entrenamientos como atleta". En esa ocasión también aseguró que había recibido ofertas de varios clubes y demostró cuánto lo marcó la única participación mundialista de los "Reggae Boyz", en Francia 98, de la que recordaba el feriado nacional que se decretó tras la clasificación de su país, y los detalles de los tres partidos que disputaron en tierra gala.
La pelota fue su primer amor, al igual que el cricket. Practicaba el fútbol cada vez que encontraba el tiempo. Lorna Thorpe, la directora deportiva del colegio William Knibb Memorial, al que asistía, pensaba distinto y lo llevó por una ruta diferente. "Deja el fútbol tranquilo, hombre; tienes una mina de oro en tus piernas", le dijo.
Y con esas piernas se convirtió en leyenda.
Bolt se toma la propuesta del conjunto de la Bundesliga tan en serio como sus compromisos se lo permiten. El ofrecimiento del conjunto alemán tiene directa relación con el principal auspiciador del retirado velocista: Puma. La misma conexión le permitió, hace unas semanas en Sudáfrica, entrenar con los Mamelodi Sundowns, donde incluso anotó un gol.
La experiencia chilena
Hace 20 años, el vallista y decatleta chileno George Biehl tomó con éxito el mismo camino que hoy quiere seguir el jamaiquino. Jugó para Audax Italiano y Santiago Wanderers como delantero hasta que Mirko Jozic lo llevó al Colo-Colo campeón de la Copa Libertadores, convencido de que podía transformarlo en defensa. Estuvo dos años con el elenco popular y consiguió un título nacional antes de partir a Antofagasta, Coquimbo Unido y Unión Española, donde se retiró en 1999.
El ex jugador plantea dos diferencias esenciales entre ambos casos: "Yo tenía 23 años y él, 31. Además, mi paso fue del atletismo a nivel panamericano a la liga chilena, él quiere jugar en la Premier League".
Biehl jugó fútbol de manera constante en su adolescencia y lo retomó tras abandonar el atletismo. Sabe que se trata de dos deportes completamente diferentes, con entrenamientos que apuntan en direcciones opuestas.
"No hay ninguna similitud. El atletismo es un deporte analítico, de acciones cerradas, que no cambian. El escenario es el mismo, no requiere adaptarse a nada. Se trabaja para repetir las acciones y evolucionar mediante el desarrollo. En cambio, el fútbol no sólo es colectivo, sino que requiere adaptarse a situaciones que van cambiando, con patrones distintos. Una cosa es entrenar la recepción de un pase y otra es hacerlo en un partido, con los rivales que te marcan, con un tiempo y distancia distintos", dice.
El ex ayudante técnico de Jorge Pellicer y hoy docente de la Universidad San Sebastián explica que "no importa tanto ser el más veloz, sino que aplicar tus cualidades en distintas situaciones de juego. Ese es el mayor problema que se debe trabajar al dedicarse a un deporte nuevo tan tarde en la vida. La pregunta que hay que hacerse es cuál es su experiencia de pequeño, cómo fue su proceso durante la adolescencia. Yo siempre jugué fútbol y eso me favoreció; no sé cómo será en el caso de Bolt".
A Biehl le hace ruido el vínculo Bolt-Dortmund-Puma. "Veo un tema de marketing en esto. La marca acaba de perder a su mejor representante y necesita mostrarlo activo", analiza.
Poco después de que el caribeño informara sobre su prueba con el elenco germano, El País de España aseguraba que detrás de esta maniobra se encontraba el interés del grupo controlador de la marca deportiva, Kering, de que el "Rayo" ayude a impulsar la línea de negocio del fútbol, tal como lo hizo con la pista.
La arista comercial también produce dudas en Carlos Moreno, ex atleta y entrenador de Isidora Jiménez. "No tengo idea si Bolt es bueno o no para la pelota. Lo que si sé es que le gusta el fútbol y es un fanático de un equipo (el United). Por marketing, pueden hacerle una prueba", asegura.
De cualquier modo, cree que no le resultará nada fácil a Bolt. "Ya no tiene 20 años y ya lleva una carga considerable de entrenamiento específico. Puede aguantar varias cosas, pero hay que dejar en claro que se trata de deportes absolutamente distintos. Veo más compatibilidad, aunque lejana, con un futbolista americano o un rugbista", comenta Moreno.
El técnico termina con una sentencia que sirve para justificar el interés que despierta esta intención de Bolt. "Es intrigante lo de Usain. No lo veo en esto", subraya. Es muy posible que tenga razón; sin embargo, todos quieren verlo intentar.
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