Vientos de cambio
En medio de la polémica por la salida de los fiscales Gajardo y Norambuena, Abbott deberá designar el reemplazo del también renunciado fiscal Andrés Montes, cargo estratégico en la orgánica del Ministerio Público y que promete una carrera reñida entre los aspirantes.
De los primeros fiscales que fueron rostro de las platas políticas no queda ni uno. Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, quienes iniciaron hace ya casi cuatro años las indagatorias del caso fraude al FUT que derivaron en una investigación por financiamiento irregular de la política, presentaron el viernes pasado su renuncia al Ministerio Público por desencuentros con sus superiores y el firme rechazo a la salida alternativa que se pactó con el senador UDI Iván Moreira.
El mismo camino tomó el ahora ex fiscal Andrés Montes, quien participó del caso Penta hasta que el fiscal nacional de ese entonces, Sabas Chahuán, tomó el caso de forma directa. Montes renunció el 12 de enero al mando de la Fiscalía Centro Norte para asumir como fiscal de la Comisión para el Mercado Financiero.
Han sido semanas turbulentas en el Ministerio Público. Las salidas de los tres fiscales instalaron dudas respecto de la conducción y modus operandi de la Fiscalía en los casos emblemáticos que ha llevado estos últimos años y adelantó la carrera por la Centro Norte, ya que Montes terminaba su período en septiembre de 2018.
Aunque la salida de la dupla Gajardo/Norambuena es por razones distintas a la de Montes, existe una fuerte inquietud en la Fiscalía de que estos movimientos puedan dar la señal a la opinión pública de que en el Ministerio no hay espacio para los que arremeten contra el mundo político o los poderes empresariales. "La preocupación hoy es que se instale la idea de que quienes cumplen con ciertos estándares de probidad y competencia se van de la Fiscalía y se quedan aquellos que no los cumplen", asegura una alta fuente del Ministerio Público.
A esta sensación se agrega la controversia que generó en el Ministerio la intervención del teléfono del senador Andrés Zaldivar, decisión que no termina de generar consenso respecto a la forma en que se llevó a cabo la indagatoria. Fuentes de la Fiscalía acusan que esta acción reflejaría una ausencia de mando y aportaría al ánimo de descontrol de los fiscales a cargo de los casos con mayor impacto en la opinión pública.
A por el premio mayor
Justamente en medio de las semanas más duras para el fiscal nacional Jorge Abbott es que se dio inicio a la soterrada carrera por la jefatura de la Fiscalía Centro Norte, la dependencia más importante y estratégica por su tamaño y jurisdicción. Esto considerando que en ella recaen todos los casos vinculados al gobierno, de grandes licitaciones y de presupuesto de los ministerios, entre otros. De hecho entre los casos que llevaba el fiscal Montes está el de Cascadas y la investigación por las pensiones en Gendarmería.
La designación del fiscal que encabezará esta dependencia coincide con la fecha en que asumirá el nuevo gobierno del presidente electo Sebastián Piñera, por lo que el mundo político mira de cerca cuál será el movimiento de fichas que se generará en las próximas semanas, ya que de la persona que asuma dependerá la impronta que se le inyectará al organismo.
En medio de las semanas más duras para el fiscal nacional Jorge Abbott, se dio inicio a la soterrada carrera por la jefatura de la Fiscalía Centro Norte, la dependencia más importante y estratégica por su tamaño y jurisdicción.
"La Fiscalía Centro Norte es la más grande, a nivel nacional y tiene un rol estratégico, con desafíos crecientes en materia de persecución penal, dada la amplia gama de investigaciones que cubre, desde simples delitos hasta los más complejos. Por tanto, la o el elegido debe contar con experiencia vasta y robusta y ser capaz de ejercer un liderazgo sólido, convocante y alineado con los principios institucionales", afirmó el fiscal nacional Abbott respecto a la relevancia de esta fiscalía.
El proceso para designar al reemplazo de Montes consta de varias etapas: Primero el Ministerio Público deberá publicar en un diario de circulación nacional el concurso, lo que ocurriría entre este fin de semana y el siguiente. Seguido a esto, los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago y San Miguel deben fijar una audiencia pública para escuchar las exposiciones de quienes hayan postulado, en un plazo no mayor a 30 días. Una vez terminado este proceso, se propone una terna al fiscal nacional, que es quien debe elegir en 10 días al fiscal regional.
Entre los que están en carrera por asumir en reemplazo de Montes están Ximena Chong, jefa de la Fiscalía de Delitos de Alta Complejidad, el fiscal jefe de Santiago Centro, José Morales, el fiscal Regional Metropolitano Sur, Raúl Guzmán, el fiscal adjunto de Maipú, Tufit Bufadel, el ex fiscal Xavier Armendariz y el director de la Unidad Especializada de tráfico Ilícito de Drogas, Luis Toledo, que fue nombrado en el cargo por Abbott.
La manera de "hacer campaña" difiere entre unos y otros. Chong, que estuvo en la polémica por la intervención del teléfono del senador Zaldívar, ha decidido esperar hasta la instancia de audiencia pública. Mientras, cercanos a ella adelantan que su proyecto para la fiscalía es hacer una reingeniería de los procesos y abordar los fenómenos delictuales con el mismo énfasis que los casos de corrupción e investigación de platas políticas.
Morales ha seguido una estrategia de buscar apoyos en personajes clave que tengan vínculos con los ministros de las cortes que proponen los candidatos de la terna. Detrás de los apoyos con los que contaría Morales estaría el abogado Luis Hermosilla y el senador Guido Girardi. Mientras que Bufadel, que estuvo en la terna con Manuel Guerra para la Fiscalía Oriente, se tomó dos semanas de vacaciones y adelantó su trabajo en terreno para lograr esta vez un cupo regional.
Dudas de liderazgo
Estas tres semanas de renuncias han generado dudas al interior respecto del liderazgo de Jorge Abbott, los criterios para designar las jefaturas y la forma de enfrentar decisiones clave en el organismo. Fuentes al interior del Ministerio Público acusan que el carácter de Abbott dista mucho del que dejó instalado Sabas Chahuán, lo que a ratos desconcierta al resto de los fiscales.
"El Ministerio Público se pensó como un organismo apolítico, sin embargo el nombramiento de algunos fiscales jefes ha generado cuestionamientos a nivel de competencia de los fiscales que quedan bajo su mandato. Al final se instala la sensación, como en el caso de Gajardo, de que sobre él hay personas con menores competencias", asegura una alta fuente del ministerio.
"La investigación que gatilló las renuncias la lidera el fiscal Metropolitano Oriente, Manuel Guerra, y él ha ejercido el liderazgo que corresponde en este y otros casos bajo su responsabilidad. Acá no hay agendas personales; el Ministerio Público es jerarquizado y disciplinado. Por cierto, hay distintas opiniones, como suele ocurrir en temas legales, pero llegado el momento de tomar decisiones, estas se adoptan por quienes tienen las facultades legales para hacerlo. Eso es liderazgo", asegura Abbott ante las dudas que puedan surgir por una falta de liderazgo al interior de la institución. Y agrega: "El Ministerio Público es una institución jerarquizada. El desempeño de nuestras funciones requiere equipos cohesionados y coordinados, cuyas decisiones son institucionales, ámbito en el que no caben protagonismos personales".
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