El hallazgo de ejemplares del mosquito Aedes aegypti en Arica generó inquietud la semana pasada, porque son los responsables de transmitir enfermedades como el virus Zika, la fiebre amarilla y el dengue, entre otras. Sin embargo, tras ser detectados fueron eliminados por las autoridades sanitarias.
Pero ¿qué pasaría si pudieran expandirse en el país? ¿Qué lugares serían los más propicios para su expansión? Un estudio publicado en la Revista Chilena de Infectología, en 2017, denominado, Zika: probabilidad de establecimiento de su vector en Chile, exploró esta posibilidad tras evaluar las condiciones ambientales favorables para su desarrollo en la zona continental.
La investigación concluye que la población expuesta podría alcanzar 1.811.200 personas, aproximadamente un 10% de la población, aunque según los investigadores estas cifras son conservadoras si se considera que, en general, las especies invasoras pueden ampliar su nicho ecológico en los lugares colonizados.
Alberto Alaniz, uno de los autores del artículo e investigador asociado del Laboratorio de Ecología de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile, señala que antes se pensaba que el mosquito no podría ingresar al país porque estamos aislados en el norte por el desierto, la cordillera y el mar, pero esta especie ya puede superar esas barreras naturales por la globalización y llegar perfectamente a través de un puerto.
El modelo de análisis del estudio permitió determinar que las áreas con probabilidades de establecimiento para el insecto lo ocupan la zona costera desde Arica hasta la Región de Los Ríos, y que los lugares con mayor idoneidad para el vector poseen vaguada costera y nieblas bajas, dada su necesidad de agua para reproducirse.
Las zonas con mayor riesgo para la población son Viña del Mar y Valparaíso, donde, además de las condiciones anteriores, existe una baja variabilidad en las temperaturas, indica Alaniz, quien realizó este estudio sobre Chile luego de realizar uno a nivel mundial en el que identificaron que dos mil millones de personas estarían expuestas al mosquito, el cual fue publicado en 2017 en la revista International Journal of Epidemiology publicada por la Asociación Internacional de Epidemiología.
Expansión latente
Nelly Baeza, directora del Centro de Salud Pública de la U. Central, dice que la barrera natural que tenemos para la expansión del mosquito es el Desierto de Atacama, pero los vehículos de pasajeros y de carga podrían trasladar los huevos del mosquito hacia otras zonas. "Lo máximo que ha llegado es hasta Coquimbo, de ahí no ha pasado, porque hay medidas de prevención, como que todos los camiones o buses se fumigan para que no transporten algún germen, pero con el transporte de neumáticos se debe tener especial cuidado", indica Baeza.
Waldo Armstrong, director de la Escuela de Medicina Veterinaria de la U. Santo Tomás y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Zoonosis, explica que el Aedes aegypti es uno de los que mayor distribución tiene a nivel mundial. "La enfermedad más peligrosa es el dengue, pero no sólo tiene que estar el mosquito, se necesita que la enfermedad esté circulando para que la propague. Si aparece el mosquito el riesgo aumenta", advierte Armstrong.
Según este investigador, el mosquito necesita de temperaturas de alrededor de los 20 grados, y requiere agua estancada, porque pasa por una fase acuática, en la que se desarrolla la larva. "Como se ha modificado el clima a nivel mundial, se han extendido las zonas limítrofes. Chile con las barreras naturales como el desierto, la cordillera, el océano, siempre estuvo más aislado de su presencia", señala.
Llaman a evitar aguas estancadas
El mosquito Aedes aegypti, una vez que entra al territorio es difícil erradicarlo, "porque se hace parte del ambiente", dice Waldo Armstrong, director de la Escuela de Medicina Veterinaria de la U. Santo Tomás y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Zoonosis.
"Es lo que actualmente ocurre en Isla de Pascua, donde no se ha podido erradicar", dice Armstrong.
Como ya está presente en el continente, lo que ahora viene es un correcto manejo ambiental para evitar su propagación, dice Armstrong.
Nelly Baeza, directora del Centro de Salud Pública de la U. Central, señala que lo que se debe evitar es el agua estancada. "Todas esas pozas por lluvia de verano se deben barrer, se pueden transportar en los lugares donde existan rincones donde pueda juntarse agua, los huevos del mosquito se pueden activar y producir un espécimen juvenil".
Ese mosquito vuela 100 o 200 metros como máximo, explica Baeza, no invade muy lejos. "Pero en general hay que estar tranquilos, porque la autoridad sanitaria frente a un caso de fiebre amarilla o dengue avisa inmediatamente y se aísla a la persona, pero no hay casos en el país".