Los niños suelen tener vínculos muy cercanos con sus mascotas, incluso cuando son muy pequeños. Por ello, ellos también pueden sufrir mucho cuando sus compañeros peludos de juego fallecen, ya sea por vejez, accidente o enfermedad.
Y es que los perros y gatos suelen ayudar a nivelar el estrés y la ansiedad en los más pequeños, además de hacerlos sentir seguros, ayudarlos a superar el miedo y también ser confidentes de desahogo emocional.
“Las mascotas les ayudan a fomentar su responsabilidad como cuidadores, desarrollar la empatía y la comprensión, virtudes muy importantes en la edad temprana”, aseguró Adela Martínez, terapeuta en acompañamiento de duelos y pérdidas a El País.
Por eso, la muerte de las mascotas suele ser un golpe más fuerte para los niños, sumándole a que suele ser es el primero duelo al que se deben enfrentar en la vida.
Estas son las recomendaciones sobre cómo abordar el tema, según distintas expertas.
1. Decir la verdad, con palabras adaptadas a su edad
“Si mentimos a los niños y nos descubren, se genera mucha desconfianza en situaciones importantes que con el tiempo pasa factura”, explicó la psicóloga especializada en duelo, Patricia Díaz Seoane.
Por ello, hay que hablarles con franqueza y naturalidad, validando lo que sienten. “Conviene acompañarlos en sus emociones explicándoles que son normales y que es algo que con el tiempo irá mejorando. Además, es bueno exponerles también nuestra propia tristeza dejando espacio para esas emociones, validándolas y diciéndoles, por ejemplo, que el perro era muy valioso para él y para toda la familia”, aseguró la experta.
2. Hacer ritos de despedida
Tanto Díaz como Martínez recomendaron hacer ritos de despedida donde los niños puedan participar. Es decir, escribirles cartas a las mascotas, recopilar sus fotos o hacer dibujos.
También puede ser buena idea donar, junto a los niños, las pertenencias del animal a alguna fundación.
3. Dejar pasar el tiempo suficiente antes de tener otra mascota
“Está bien tener otra, pero hay que dejar el tiempo suficiente para pasar el duelo en todas sus fases, pasar por todas las emociones”, aseguró Sánchez.
Sin embargo, lo que no es buena idea es intentar reemplazar a la anterior mascota con una nueva, como “tapar” la pérdida, pues esto impide aceptar la pérdida de forma sana. “Cuando ya vemos que están mejor y preparados, tener otra mascota es adecuado”, declaró la experta.
Cómo hablar con los niños sobre la muerte de una mascota, según la edad
La psicóloga Martínez compartió pautas sobre cómo los padres y madres pueden conversar con los más pequeños sobre el duelo de una mascota:
- De 0 a 3 años. No será necesario hablarle de la muerte, pero sí mantener algunas rutinas que el niño tenía con la mascota.
- De 3 a 6 años. En esta edad, los niños viven en la imaginación y fantasía, por lo que no se debe fomentar aún más esa fantasía a la hora de explicarles la muerte. No es recomendable decirles que la mascota “se ha convertido en una estrella”. Será mejor explicar que lo que le pasó al animal es un proceso natural de la vida.
- De 6 a 12 años. En esta etapa, el menor planteará más preguntas sobre la muerte. “Él mismo tendrá miedo a morir y por eso debemos decírselo con mucha naturalidad. Es la etapa del desarrollo de la gestión emocional”, afirmó la terapeuta.
- Adolescencia. Es un momento complicado, pues la comunicación con los adultos suele ser difícil en esta etapa y la gestión emocional suele ser reprimida. Lo mejor será ser pacientes y estar presentes para ellos, además de intentar abrir el diálogo.