3 principios clave para tener una buena conversación que nos deja la sensación de haber aprendido
“¡Qué gran conversación tuve!”. La sensación grata que queda después de hablar profundamente con alguien, y aprender algo nuevo, suele tener estos elementos, que al ser implementados cambiarán cómo nos comunicamos.
¿Alguna vez, después de hablar larga y tendidamente con alguien, pensaste, “qué gran conversación tuve”? Es una sensación grata, que no muchas veces tenemos, pero que nos hace sentir más inteligentes, que aprendimos algo nuevo y nos deja profundamente curiosos sobre temas que no habíamos pensado antes.
“Podría haber sido una conversación que te desafió en todos los aspectos correctos”, dijo la doctora Emily Chamlee-Wright, presidenta y directora ejecutiva del Instituto de Estudios Humanitarios en Big Think.
Pero, ¿cuál es el diseño de una gran conversación? ¿Cómo está compuesta para hacernos sentir tan bien? Estos son los principios clave que debería tener en su estructura.
1. Humildad
“Con humildad, no me refiero solo a la deferencia hacia la experiencia. No es ‘eres mucho más inteligente en eso, así que voy a tener humildad contigo porque sabes más sobre eso que yo’”, explicó la experta.
En su lugar, se trata de ser humilde en el sentido de entender que el mundo es un lugar complicado y que ninguno de nosotros podrá tener pleno conocimiento de la verdad. Es decir, tenemos conocimiento limitado y, al entablar cualquier conversación, debemos tener un profundo sentido de humildad para que la otra persona, con sus propios conocimientos y puntos de vista, ayude a llenar lo que yo no sabemos.
2. El pensamiento crítico
Según la experta, el pensamiento crítico es la capacidad y entusiasmo por identificar lagunas en la lógica o deficiencias en la argumentación basada en evidencia.
Es decir, cuestionarse e incluso hacer las preguntas necesarias para llegar a una mejor conclusión, analizar desde distintos puntos de vista y no quedarse de brazos cruzados, aceptando la información porque sí.
“¿Realmente comprendo desde el punto de vista de esa persona? Es ese compromiso de comprender el argumento, desde la perspectiva de la otra persona”, explicó Chamlee-Wright.
3. Saber escuchar
Para lo anterior, se necesita dejar de lado —aunque sea temporalmente— la búsqueda de la lógica, para poder escuchar “con mucha atención lo que dice mi interlocutor, para poder entender, desde su perspectiva, cuál es su proyecto intelectual o por qué están mirando el mismo mundo que yo estoy mirando, pero con una conclusión muy diferente”.
“Debo asumir que la persona con la que estoy teniendo esa conversación es inteligente y está ejerciendo la razón”, dijo la experta.
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