Muchas personas no entienden el intenso y feroz amor que los amantes de los gatos tienen hacia estos peludos. Y es que se suele pensar que, por naturaleza, son ariscos, desagradecidos y que hacen desastres en la casa con sus filosas garras.
Aunque, en algunos gatos, lo anterior puede ser verdad, también está latente la frase que “a quien no le gustan los gatos, es porque un gato no lo ha amado”.
Pero esa profunda admiración hacia los felinos no solo está respaldada por los “locos de los gatos”, sino también por la ciencia. Distintas investigaciones descubrieron que, si bien estas mascotas pueden no ser buenas para los muebles de la casa, sí lo son para nuestra salud física y mental.
Estos son los 4 beneficios que trae tener un gato en casa, según la ciencia, en un artículo publicado por Healthline.
1. Incrementa nuestro bienestar psicológico
Un estudio australiano arrojó que los dueños de gatos tienen mejor salud psicológica que quienes no tienen mascotas. Afirman sentirse “más felices, más seguros y menos nerviosos”, además que duermen mejor, se concentran más y suelen afrontar mejor los problemas de la vida.
Los gatos pueden sacarnos de nuestro mal humor, pues otro estudio afirmó que las personas con gatos experimentan menos emociones negativas.
Curiosamente, la típica frase de que si nunca consigues pareja serás “un soltero loco o loca de los gatos”, más que una burla, puede ser sumamente beneficiosa, ya que en una investigación se evidenció que quienes no tienen pareja pero sí un gato, suelen tener menos mal humor que los solteros que no comparten su vida con un felino.
Además, si tienes hijos, tener un gato también puede impactar positivamente en ellos: en una encuesta realizada a más de 2.200 niños escoceses entre 11 y 15 años, encontraron que los niños que tienen un vínculo fuerte con sus gatitos tenían una mejor calidad de vida.
2. Disminuye el estrés
Los gatos no nos juzgan por nuestras malas habilidades matemáticas ni se angustian demasiado cuando nosotros estamos angustiados, lo que explica por qué los gatos son una influencia calmante.
No solo ellos dependen de nosotros, sino que es recíproco. Recibimos consuelo de ellos, pues ofrecen una presencia constante, libres de las preocupaciones del mundo, que puede hacer que todas nuestras preocupaciones y ansiedades se esfumen.
3. Mejora nuestras relaciones
Las investigaciones descubrieron que los dueños de gatos son más sensibles socialmente, confían más y suelen agradarle más otras personas, en comparación a quienes no tienen mascotas.
Y es que, cuando alguien (ya sea humano o animal) nos hace sentir bien y conectados, se fortalece nuestra capacidad de bondad y generosidad hacia los demás.
“Las mascotas parecen actuar como ‘catalizadores sociales’, induciendo el contacto social entre las personas”, aseguró el investigador británico Ferran Marsa-Sambola.
4. Mejora nuestra salud
En un estudio, un grupo de investigadores siguió a 4.435 personas durante 13 años y detectaron que las personas que tenían gatos presentaron menos probabilidades de morir de un ataque cardíaco, incluso teniendo en cuenta otros factores de riesgo, como la presión arterial, el colesterol, el tabaquismo y el índice de masa corporal.
En esta línea, aseguraron que los gatos son más como una medicina preventiva que un tratamiento para una enfermedad en curso.
Otro estudio analizó a personas que adquirieron un gato recientemente, y encontraron que al cabo de un mes, todos presentaron problemas de salud reducidos, como menos dolores de cabeza, espalda y resfriados.