El dolor de cuello es algo que la gran mayoría ha experimentado a lo largo de la vida. Esta dolencia puede afectar a personas de todas las edades, aunque es mucho más frecuente a partir de los 50 años.

Un nudo, rigidez o dolor intenso en esa zona del cuerpo, es el síntoma más claro de esta afección. En ocasiones se extiende hasta los hombros, la parte superior de la espalda y los brazos.

Generalmente el dolor de cuello leve a moderado se soluciona en un par de semanas, destaca Mayo Clinic. En casos más severos, podría ser síntoma de una enfermedad subyacente grave.

Cuáles son las causas del dolor de cuello

Hay varias acciones que realizamos en el día a día y que, sin darnos cuenta, podrían contribuir al dolor cervical.

Quizás uno de los más comunes es mantener una postura inadecuada. Estar sentado o de pie, mientras los hombres y la cabeza están inclinados hacia adelante, puede provocar tensión innecesaria en los músculos del cuello, señala la Harvard Medical School.

El dolor de cuello es un problema frecuente en la población, causado por factores como una postura inadecuada.

Dormir con soportes incorrectos, como una almohada demasiado alta o muy plana, también suele conllevar dolores y rigidez en el cuello.

Otro factor recurrente es mirar por períodos prolongados cualquier tipo de pantalla, como un teléfono, computador o tablet, lo que genera el llamado “cuello tecnológico”.

Lesiones, estrés, tensión emocional y realizar movimientos repetitivos durante el día, son otros factores recurrentes.

Afortunadamente, existen varias estrategias que ayudan a reducir las posibilidades de que aparezca esta dolencia, y una de ellas, es hacer estiramientos de cuello.

4 ejercicios para prevenir el dolor de cuello

Los estiramientos cervicales pueden ser muy beneficiosos para aliviar la rigidez de los músculos y mejorar la movilidad de nuestro cuello. Según Harvard, algunos de los estiramientos recomendados son:

  1. Inclinación de cuello. Ya sea si estás sentado o de pie, inclina la cabeza hacia tu hombro derecho y mantén esa posición por 10 a 15 segundos. Vuelve al centro y repite el ejercicio, esta vez en el lado izquierdo. Lo ideal es realizarlo unas cinco veces por lado.
  2. Flexiones y extensiones de mentón. Flexiona tu mentón hacia tu pecho y mantente en esa posición por 10 segundos. Después de eso, estira tu cuello y mira hacia arriba durante otros 10 segundos. Practica este ejercicio cinco veces.
  3. Rotaciones de lado a lado. Gira tu cabeza hasta mirar sobre el hombro durante unos 10 segundos. Cuando termines, cambia al hombro izquierdo. Repite el ejercicio cinco veces por cada lado.
  4. Giro de hombros. Gira tus hombros hacia adelante cinco veces, y luego, otras cinco hacia atrás. Procura realizar un movimiento circular para que se libere la tensión.
Uno de los ejercicios consiste en estirar el cuello y mirar hacia arriba por 10 segundos.

Por qué es importante cuidar la postura

La postura puede describirse como la manera natural en que se curva nuestra columna vertebral y se activan los músculos mientras estamos parados o sentados. Si bien muchos no le toman importancia, la realidad es que la postura es clave para el control del movimiento y prevenir dolores o lesiones.

Desde Harvard señalan que lo ideal es tener la cabeza en una posición neutra, idealmente en equilibrio con la columna vertebral. Esto ayudará a disminuir la tensión en los músculos del cuello.

Mantener las orejas alineadas con los hombros es otra acción importante, ya que esto evitará que inclinemos la cabeza hacia adelante, incluso ligeramente. Dejar los hombros al mismo nivel y activar el centro del cuerpo, también pueden contribuir a una buena postura.