¿Qué es lo que hace a una persona más o menos inteligente? Según la psicología cognitiva, hay algunos rasgos en la personalidad que podrían dar indicios de lo anterior. Y es que cómo actuamos y hablamos con los demás puede ser un reflejo de cómo somos y pensamos.
En esta línea, muchas veces, la inteligencia puede ocultarse detrás de comportamientos que podrían ser malinterpretados como desinterés o apatía.
Y es que, según algunas investigaciones de la psicología cognitiva, existen ciertos hábitos que pueden ser indicadores de que una persona tiene un coeficiente intelectual elevado, pero que para el resto puede parecer una actitud más apática.
Estos son los 4 rasgos que pueden indicar que una persona tiene una inteligencia superior al promedio.
1. Les gusta estar solos.
Según un estudio de Singapore Management University, las personas que son más inteligentes tienen una tendencia a preferir la soledad. Pero esto no es porque no disfruten socializar con otras personas, sino que requieren tener tiempos en entornos tranquilos.
En especial, porque son estos ambientes los que fomentan la reflexión profunda.
Además, según el psicólogo Gary Lupyan, la reflexión y la práctica de hablar en voz alta para uno mismo puede ayudar a mejorar la organización de las ideas y encontrar mejores soluciones a los problemas.
También optimiza la memoria y la concentración, por lo que la soledad es una herramienta poderosa para pensar, reflexionar, estructurar las ideas y tomar decisiones informadas y justificadas.
2. Son autocríticos y dudan de sus habilidades
La autocrítica suele ser un rasgo de las personas más inteligentes, pero no por una falta de estima, sino porque siempre están pendientes de qué pueden mejorar y mantienen el deseo constante de seguir aprendiendo. No se conforman con lo que ya saben.
En esta línea, es fácil que alguien con inteligencia superior pueda subestimar sus propias habilidades, en comparación a las personas con menos conocimientos que sobreestiman sus capacidades. Tampoco suelen presumir sus logros. Son más modestos, pues entienden los límites y saben que siempre habrá espacio para seguir mejorando.
3. Pueden ser un poco desordenados
De acuerdo a algunos estudios de psicología, un grado de desorden puede estimular la creatividad y el pensamiento innovador.
Y es que una organización demasiado estricta podría ser muy restrictiva y no dejar que las ideas puedan “fluir” libremente.
No obstante, esto no significa que derechamente sea un espacio sucio y caótico. La diferencia está en que es un “desorden creativo” donde se pueden realizar las actividades deseadas. Siguen siendo espacios tranquilos, libres de ruido y otras distracciones.
4. Tienen un sentido del humor particular.
Aunque para muchas personas puede resultar desagradable o molesto, quienes tienen una inteligencia superior suelen tener un sentido del humor agudo y poco convencional.
Se caracteriza, más que todo, por utilizar el sarcasmo de forma reiterada, incluso cuando otras personas no logran entender sus comentarios.
Además, en sus chistes suelen vincular detalles que para el resto pasan desapercibidos. Esto, porque tienen un proceso mental mucho más elaborado donde analizan y combinan ideas para reír.
Cabe resaltar que estos rasgos no son exclusivos de quienes son más inteligentes, pero sí son las que, según distintos estudios, pueden caracterizar a alguien con habilidades cognitivas más desarrolladas.