La pérdida del deseo sexual, también conocido como la disminución de la libido, es un problema más común de lo que se suele creer. Aunque puede afectar a hombres, los datos demuestran que suele presentarse más en mujeres, en algún momento de sus vidas.
Pero no siempre se traduce en algo grave, como una enfermedad. En su lugar, los expertos aseguran que suele ser una afección multifactorial, relacionada al estrés, cansancio o incluso a fases específicas de la vida de la mujer, como el embarazo, parto o lactancia.
No obstante, perder completamente el deseo sexual de una forma inesperada y persistente es motivo de consulta para encontrar las razones detrás y así poder estudiarla y encontrar una solución.
Estas son las 4 razones que podrían estar perjudicando la libido de hombres y mujeres, según un grupo de expertos consultados por la BBC.
1. Cambios en la rutina y fases de la vida
Tener una reducción de la libido puede ser por causas tan simples y cotidianas como el estrés, cansancio, cambios de rutina y estar viviendo en una etapa de la vida donde otras actividades ocupan el tiempo que se le podría dedicar a la actividad sexual.
En esta línea, una falta de libido no significa necesariamente un trastorno. De hecho, la psiquiatra y coordinadora de la clínica de sexualidad del Hospital das Clínicas de Recife de Brasil, Catarina de Moraes, explicó que aunque haya una reducción del deseo espontáneo, si es que todavía existe satisfacción sexual con estímulos, significa que no se trata de una patología.
2. Trastornos psiquiátricos
Si sufres trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad, podrían ser la razón detrás de la pérdida del deseo sexual.
“Los pacientes con depresión pueden experimentar una disminución del deseo debido a desequilibrios químicos en el cerebro, incluidos cambios en las hormonas serotonina y dopamina, relacionadas con el estado de ánimo y los sentimientos de recompensa y placer”, explicó la psiquiatra.
El tratamiento puede mejorar el deseo, no obstante, existen algunos medicamentos que tienen el efecto secundario de reducir la libido. Aún así, los especialistas pueden guiar a los pacientes para minimizar los efectos, para evitar el abandono del tratamiento.
3. Cambios hormonales
Es fundamental que el especialista, después de descartar un trastorno psiquiátrico, evalúe los cambios hormonales.
Los estrógenos (mujeres) y la testosterona (hombres) son los principales reguladores de la libido y la actividad sexual, según la endocrinóloga del Hospital Sao Camilio, Caroline Castro.
El estrógeno está asociado con la salud de los tejidos genitales, la lubricación vaginal y el bienestar emocional, mientras que la testosterona está relacionada con la producción de espermatozoides, la salud de los tejidos genitales y el deseo sexual.
Los cambios hormonales también pueden suceder por condiciones como el embarazo, postparto, lactancia y obesidad, entre otras.
4. Comorbilidades
La comorbilidad —cuando dos o más trastornos o enfermedades ocurren en la misma persona— puede afectar la libido directa e indirectamente. Por ejemplo, las enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, Parkinson, lesiones en la médula espinal o neuropatía periférica pueden afectar la función de los nervios que controlan la respuesta sexual.
Por su parte, la diabetes también puede provocar cambios hormonales, además de fatiga y neuropatía. Mientras que los problemas cardíacos, como la insuficiencia cardíaca, también presenta síntomas que pueden afectar indirectamente el interés sexual.
¿Cómo aumentar el deseo sexual?
Los médicos que colaboraron con la BBC aseguraron que “no existe una solución única ni mágica para la disminución de la libido” y que cada caso es único, por lo que el tratamiento depende de un enfoque personalizado que considera las causas y necesidades individuales de cada paciente.
Sin embargo, un consejo de los expertos es que las parejas intenten hablar entre ellas, independiente de la causa de la reducción de la libido.
“Es fundamental mantener un diálogo abierto y sincero sobre este tema, a pesar de ser un asunto que puede causar malestar. Hablar de la disminución de la libido ayuda a evitar malentendidos y permite a ambos entender la situación y buscar soluciones juntos”, afirmó el endocrinólogo, Diego Fonseca.