Japón tiene una cultura donde, en general, las personas procuran estar saludables y en un peso correcto. No obstante, en otras partes del mundo, como en Europa o América, el sobrepeso y la obesidad suele ser un problema serio que afecta a un gran porcentaje de su población.
A raíz de ello, en Internet y las redes sociales abundan “recetas mágicas” para bajar de peso rápidamente y casi sin esfuerzo. No obstante, ninguno de estos métodos sirve y, por el contrario, pueden provocar daños a la salud.
Pero, ¿cómo Japón puede tener una de las tasas más bajas de obesidad entre sus habitantes? Estos son algunos de los “trucos” —que más bien son técnicas— que suelen aplicar en su día a día.
1. Alimentarse con comidas de fácil digestión
La comida japonesa es de fácil digestión, en especial porque ocupan bastante arroz, fideos de arroz y verduras. Además, suelen adaptar su comida según las estaciones para “mejorar su digestibilidad”. Por ejemplo, en verano consumen más productos crudos y frescos, mientras que en invierno optan por cocinarlos más.
2. No llenarse con la comida
El método Hara Hachi Bu (que significa ocho partes del vientre) consiste en dejar de comer cuando comienzas a sentirte satisfecho. Este “truco” marca una diferencia importante con los países occidentales, donde se suele comer hasta no poder más.
3. Hacer ejercicio moderado
Los japoneses no se “matan” durante varias horas en el gimnasio. En su lugar, optan por hacer entrenamientos moderados, como caminar a diario, hacer yoga o estiramientos. Esto, además de mantenerlos saludables físicamente, también ayuda a la mente, pues reduce el estrés, que finalmente es un factor por el que el cuerpo acumula grasa en el organismo.
4. Tomar baños calientes
Para ayudar al cuerpo a quemar calorías, reducir la inflamación y facilitar el sueño, un baño caliente por 20 minutos puede ser un gran aliado.
5. Mantener una buena postura
El médico japonés Toshiki Fukutsudzi aseguró que sostener una buena postura puede ayudar a adelgazar. Su técnica consiste en sentarse en el piso con las piernas estiradas y poner una toalla enrollada detrás de la espalda.
Después, hay que tumbarse en posición recta con la toalla bajo la cintura e intentar acercar los dedos de ambos pies hasta formar un triángulo. Finalmente, levantar los brazos por encima de la cabeza e intentar juntar los dedos meñiques.
Fukutsudzi explicó que, una vez lograda la postura, es recomendable mantenerla al menos cinco minutos.
Esto no significa que vayas a adelgazar automáticamente al hacerla, sino que tener una buena postura a diario podrá incidir en ayudar a bajar de peso, junto con una buena alimentación y ejercicio regular.