6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista
6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista. Foto: referencial.

6 claves para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista

La Dra. Faith G. Harper descifra algunos puntos que en ocasiones pueden parecer sutiles, pero que son importantes para mantener relaciones interpersonales sanas. Su nuevo libro, titulado Respeta mis p*tos límites, profundiza en cómo abordar este tema en múltiples espacios y situaciones.


El trabajo es uno de los espacios en los que se suele pasar más tiempo a lo largo de la semana. Y, en la mayoría de los casos, esto también considera interactuar con otras personas, ya sea para coordinar un asunto en específico o para compartir en momentos como la hora del almuerzo o mientras se espera que alguien realice una acción en particular.

En este sentido, factores como la comunicación y el respeto son esenciales para desarrollar y mantener relaciones interpersonales sanas.

Aquello no solo es crucial en el ámbito laboral, sino que en todas las esferas que involucren relacionarse con un otro.

La Dra. Faith G. Harper, quien se desempeña como terapeuta y también es sexóloga y nutricionista, quiso dedicar su último libro a profundizar en sus investigaciones sobre este tópico.

El título, Respeta mis p*tos límites (Ediciones Tema de Hoy, 2025) es un claro reflejo de lo que aborda en las más de 350 páginas, de las cuales cerca de la mitad corresponden a un “cuaderno de actividades” en el que invita a los lectores a plasmar sus pensamientos y reflexiones.

Mediante un tono directo, en el que recurre a los garabatos cuando considera que ayudan a retratar mejor una situación, ofrece lo que ha denominado como “un método provocador para construir mejores relaciones a través del consentimiento y la comunicación”.

El libro describe desde cuáles son los tipos de límites y cómo identificarlos, hasta cómo reacciona el cuerpo y cómo influye la sociedad en estos. Y, por supuesto, qué se puede hacer en distintos escenarios en los que se presenten transgresiones de los límites.

Se presenta como una guía completa para que los lectores puedan comprender múltiples aristas relacionadas al tópico central, sin caer en los tecnicismos ni en líneas que podrían ser complejas de entender para la mayoría.

En conversación con La Tercera, Harper comparte algunas claves a tener en cuenta para hacer respetar los límites en el trabajo. Estos puntos también pueden aplicarse en otros contextos.

6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista
6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista. Foto: Dra. Faith G. Harper.

1. “El trabajo no es mi familia”

La especialista afirma que hacer respetar los límites en el ambiente laboral puede ser especialmente difícil, ya que se trata del lugar en el que se generan ingresos para poder sostener el hogar económicamente.

Es por esto que, generalmente, podemos tender a ser más cuidadosos con cómo nos expresamos.

“Por ejemplo, si estoy hablando con mi mejor amiga y ella me pregunta: ‘¿Quieres salir el sábado?‘. Yo puedo contestarle: ‘¡Absoluta y jodidamente no!‘. Y ella se ríe y no pasa nada”.

“Pero no puedes decirle eso (de esa manera) a tu jefe. Tenemos que ser un poco más circunspectos y diplomáticos”, comenta Harper, quien cuenta con un doctorado y ha sido profesora adjunta universitaria y conferenciante en TEDx.

“Un aspecto del trabajo que ha sido un problema constante para mí, es la idea de que la cultura laboral ‘es tu familia’. ¡La detesto! ¡No es mi familia, quiero llegar a casa a estar con mi familia! Está esa idea de que ‘deberías trabajar más duro, porque todos somos una familia’. Yo digo que no”.

“Puedo apreciar mucho a todos con quienes trabajo. Tengo amistades muy queridas en los espacios en los que me desenvuelvo, pero no me gusta la idea de una compañía forzada. Creo que eso tiene cierta toxicidad”.

Sin embargo, aquello no significa que no se puedan desarrollar vínculos más cercanos dentro del espacio laboral, dice la experta.

“Si hay personas con las que trabajo y de las que realmente quiero ser su amiga, ese es asunto mío. Pero cuando es forzado, con imposiciones como ‘todos vamos a ir a los bolos’ o lo que sea, es uno de los mayores problemas en los que solemos caer”.

Ignorar lo que realmente se desea y ceder ante la presión, puede ser una puerta de entrada para que posteriormente se empiecen a pasar a llevar otros límites.

A esto se le suma la idea de pensar “le debo esto a mi jefe”, advierte Harper.

“No, tú haces el trabajo por el que te pagan (...) muchas de nuestras propias transgresiones de límites provienen de pensar: ‘Bueno, realmente necesitan que haga esto u esto otro’”.

Considerar este punto es clave para, por ejemplo, mantener un equilibrio sano entre la vida laboral y la personal.

“El trabajo te mantiene en marcha para que puedas hacer todas las demás cosas que son el sentido de la vida. Y creo que una vez que empecemos a pensar en nuestros empleos de esa manera, puede ser mucho, mucho más fácil mantener límites”.

6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista.
6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista. Foto: libro de la Dra. Faith G. Harper.

2. “Los detalles sutiles importan”

Harper dice que hay ciertos detalles que pueden parecer menores, pero que son importantes para hacer respetar los límites.

“Muchas veces no se le toma el peso. Decimos: ‘Oye, por favor no uses mis cosas’ o ‘no quiero ser parte de ese plan’ o de lo que sea. Y otros nos dicen: ‘Oh, no lo dices en serio’.

“Ese es uno de los momentos en que piensas: ‘Ah, ok’, o ‘les dije que no se llevaran mi sándwich, pero solo se llevaron la mitad’”.

“Son esos pequeños detalles sutiles que a veces ni siquiera notamos”.

Harper, quien también hace un análisis de la sociedad y su relación con los límites en el libro, dice que “especialmente las mujeres, los jóvenes, las personas de color y las personas con discapacidad, sentimos que le debemos algo más al mundo”.

“Culturalmente nos han dicho que comamos más basura por los demás. Es una de esas cosas de las que no te das cuenta y piensas: ‘Oh, acabo de darlo todo en las últimas semanas, porque empezaron a socavar mi respuesta en la que dije que no’. Bueno, eso tenemos que tenerlo en cuenta”.

“Una de las lecciones que he aprendido con el tiempo es que una vez que establezco mis límites, no discuto más. ‘No, no está abierto a discusión’. ‘No, no busco que me convenzan’. Un ‘no’ es un ‘no’”.

Harper dice que estas situaciones podrían darse, en ciertos casos, con personas que no necesariamente tienen intenciones dañinas, sino que “simplemente no están siendo consideradas ni respetuosas”.

“Una parte del libro aborda cómo comunicarse con personas que siempre intentan superar los límites y cómo comunicarse con ellas en situaciones difíciles, porque estas habilidades no se nos dan y son complejas de desarrollar”.

En este sentido, agrega: “Por eso hablamos de estas cosas en el libro sobre los límites. Si no le dijera a la gente cómo comunicarlos, habría sido un pésimo libro”.

3. “Nuestras emociones son información”

“Fui criada con la idea de que quizás no seas la persona más inteligente, pero sí la más trabajadora. Eso fue algo con lo que crecí y hay elementos de eso de los que tuve que deshacerme”, cuenta la autora.

“Valoro el trabajo duro y ese tipo de cosas, pero lo más importante que he tenido que buscar en mi vida es cuándo digo que sí. O, incluso, si simplemente decido que necesito hacer algo, prestar atención a mis respuestas emocionales”.

“Puede haber un proyecto interesante, que me emociona porque quiero explorar algo genial, pero si noto que me irrito y me siento resentida, eso me indica que he permitido que se rompan mis límites. Quizás incluso rompí mis propios límites porque simplemente asumí algo”.

“Se trata de prestar atención, porque nuestras emociones son información”.

Harper precisa que en este punto también entran las respuestas somáticas, es decir, las relacionadas al cuerpo.

“Por ejemplo, si intentamos trabajar en este proyecto y nos duele la cabeza y el estómago, nuestro cuerpo nos dice que algo sobre la situación no es bueno para nosotros. Y eso es importante”.

Estrés / cansancio
6 claves que debes considerar para hacer respetar tus límites en el trabajo, según una especialista. Foto: referencial.

4. “Está bien decir que no”

Harper dice que no expresar que “no” cuando se desea hacerlo contribuye a que las otras personas sigan interactuando de la misma manera.

Independientemente de si la o las personas en cuestión son de nuestro agrado, se puede empezar a desarrollar un espiral que no apoya a la construcción de relaciones interpersonales sanas.

“Entonces, lo que pasa es que vamos generando resentimiento, hasta que finalmente explotamos”.

“Podría tratarse de la persona más amable del mundo, pero no va a entender por qué estamos enojados, porque no nos comunicamos de manera efectiva”.

“Todo el tiempo veo personas que se dan cuenta de que están en esa situación y luego tienen que volver atrás. Y, entonces, eso se convierte en algo de lo que tenemos que responsabilizarnos”.

En este sentido, Harper dice que se podría expresar lo siguiente en ciertos casos de este tipo, a modo de ejemplo: “No estaba de acuerdo con esto, pero no te lo dije en ese momento. Ahora necesito decírtelo (...) necesito restablecer este límite”.

“Muchas veces no se trata de que la gente sea imbécil y nos pisotee intencionalmente, sino de no decir que las cosas no están bien, por cualquier motivo”.

La también autora del bestseller Calma tu p*ta cabeza (Ediciones Temas de Hoy, 2024), recalca que “está bien decirle a la gente que no”.

5. “No, esa no es una broma”

Algunos comentarios en el espacio de trabajo podrían parecer graciosos para la persona que los emite, pero no así para el resto. Podría darse el caso de que los otros que forman parte de la conversación, más bien, incluso los consideren ampliamente ofensivos.

Quien los emite podría decir: “Ay, es solo una broma”. Y continuar con ese tipo de declaraciones.

Ante esos casos, dice Harper, se les podría decir: “No, no tiene gracia. No me estoy riendo”.

La especialista comenta: “Tengo 50 años, soy de la generación X, crecí con películas y música de los 80 y 90, por ejemplo. Los chistes sobre violación eran considerados graciosos en las películas. Y muchos, especialmente los hombres de mi generación, crecieron con la idea cultural de que ‘las mujeres dicen que no, pero se supone que debes presionarlas hasta que digan que sí‘”.

“¿Qué tan tóxico es eso?”, pregunta abiertamente.

“Si se empiezan a decir esas cosas, cuando salgan a la luz digamos: ‘No, eso no es apropiado, no tiene gracia, un ‘chiste’ sobre violación no tiene ni una maldita gracia’. Entonces, también estamos enseñando a la gente cómo comportarse, porque las personas reciben mensajes culturales todo el tiempo”.

“Conozco a muchas personas buenas que crecieron pensando que hay que ser insistente en el sexo, por ejemplo, y ahora tienen que reaprender todo esto en una nueva era, en la que creemos en el consentimiento activo continuo y el consentimiento entusiasta”.

“Así que, cuando vemos estos ‘oh, es solo una broma’ (...) ‘Las bromas son divertidas, la violación no’”.

“No tenemos que ser pesados y gritar, podemos simplemente decir: ‘No lo entiendo. No comprendo por qué lo encuentras gracioso. ¿Por qué es gracioso?‘”.

De acuerdo a la autora, “cuanto más hagamos eso, más empezaremos a deshacernos de esas tóxicas transgresiones de límites, que con el tiempo pueden terminar creando problemas mayores”.

6. “No necesariamente nos tenemos que entender. Nos tenemos que respetar”

Harper dice que las personas no necesariamente tienen que comprenderse mutuamente.

Sin embargo, precisa, sí tienen que respetarse para que hayan relaciones interpersonales sanas en el entorno.

“No tienes que entender por qué alguien es transgénero, por ejemplo. Solo tienes que respetar, hacer tu trabajo como lo harías con los demás (...) muestra respeto a la gente y usa sus pronombres (...) No hace falta comprender el género de alguien para reconocerle”.

“Así suelo abordar este tema con las personas que se sienten un poco fuera de lugar, puede ser útil”, dice Harper.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.