“¡Qué difícil es bajar de peso, pero qué fácil volver a subirlo!”. Seguramente escuchaste esta frase antes, y es que —sin importar el método que utilices—, los estudios demuestran que una persona que perdió peso, comienza a ganarlo después de un tiempo y le es difícil mantenerlo.
Para la investigadora especialista en medicina y estilo de vida de la Universidad de Loughborough, Henrietta Graham, existen muchas razones por las que es fácil recuperar el peso que se pierde: la pérdida de motivación al intentar mantener el peso ideal —en lugar de bajarlo—, y la dificultad de conservar los cambios en el estilo de vida, en especial si son complicados de mantener a largo plazo.
Pero también, según estableció en The Conversation, al bajar de peso se puede desencadenar una mayor producción de las hormonas del hambre e, incluso, ralentizar su metabolismo. Por esto, estas son las técnicas que, según la evidencia, pueden prevenir que aumentes de peso a largo plazo.
1. Ser flexible
Mantener un peso saludable, según la experta, requerirá un control para toda la vida. Esto significa que mantener hábitos rígidos y pensar que vas a seguir perfectamente los cambios en tu dieta, no es realista. Y no hay que sentirse culpable por eso.
En cambio, se debe encontrar el equilibrio, pues sentirse culpable por tener un desliz y comer en exceso en una ocasión, puede hacer que abandones todos los esfuerzos y pierdas la meta.
2. Planear las interrupciones
Saber que hay eventos en nuestra vida que nos pueden interrumpir el estilo de vida que llevamos, es sano. Por ejemplo, hay días festivos, matrimonios o fiestas de cumpleaños, donde no siempre podremos consumir lo que queramos.
Sin embargo, si —por ejemplo—, hay un asado, puedes tener la iniciativa de llevar una opción más saludable para que tengas otra alternativa al momento de elegir.
3. Sentirse orgulloso de los logros
Naturalmente, el peso fluctúa con el tiempo. Sabiendo esto, es importante sentirse orgulloso cuando logras tus objetivos.
De hecho, muchas investigaciones apuntan a que las personas que se enfocan más en cómo pueden cumplir sus metas, en lugar de pensar solo en el resultado, tienen más posibilidades de seguir comportamientos que lleven a mantener esa pérdida de peso.
4. Crear hábitos
Los hábitos muchas veces le pueden ganar a la motivación. En otras palabras, incluso en esos días donde no queremos hacer ningún esfuerzo, los hábitos pueden ser mucho más fáciles de seguir, sin necesitar todas las ganas del mundo.
Por ejemplo, estos pueden ser salir a caminar después de una comida u ocupar las escaleras en lugar de ascensores.
5. Mantenerse activo
La actividad física es el factor más importante para mantener un peso saludable, pues es la forma en la que el cuerpo compensa las calorías que comemos.
La sugerencia es que hagas el ejercicio que más te guste hacer, pues es más probables que te quedes a largo plazo con la actividad que disfrutas. Además, según la investigación, debes intentar hacer, al menos, 250 minutos de ejercicio por semana.
6. Pesarse regularmente
El peso fluctúa entre 1 kilogramo y 2 a lo largo de la semana. Al hacerlo regularmente, podrás entender que tienes un rango personalizado de tu peso promedio más alto y bajo, lo que te ayudará a hacerle seguimiento y entender si necesitas hacer algún cambio en tu dieta o actividad física para mantener el peso que deseas.
7. Desayunar y comer fibra
Según la especialista, un estudio encontró que casi el 97% de las personas que mantuvieron su peso desayunaban todos los días.
Además, otras comían muchas verduras y alimentos ricos en fibra, como panes integrales, arroz integral y avena. Y es que estos alimentos te hacen sentir más lleno y, por ende, evitar comer más de las porciones que requiere el cuerpo.