Según la última edición del Workmonitor, estudio de la consultora Randstad, el 74% de los chilenos sostiene que le gustaría trabajar desde su casa u otro lugar, pero que su compañía no se lo permite. Chile es el segundo país entre 33 que participaron de la medición, en que más gente aspira a trabajar desde la casa.
Asimismo, el 75% afirma que todavía lleva a cabo sus tareas tradicionalmente, es decir, tras un escritorio.
La primera institución del Estado en incorporar el teletrabajo en el país fue el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi). Tras un piloto iniciado en marzo de 2017, hoy el 35% de sus funcionarios puede laborar en alguna modalidad de teletrabajo (uno, dos o cuatro días a la semana bajo esta modalidad).
Su director, Maximiliano Santa Cruz, dice que aún quedan cupos por llenar, pero siempre existen más postulantes que plazas disponibles. Tal ha sido el éxito de la iniciativa, que una veintena de instituciones del Estado quiere replicar la experiencia. "Preguntan cómo lo hicimos, las dificultades que hemos tenido, cómo se mide la productividad", señala Santa Cruz.