Son cada vez más los bebés en Chile que nacen antes de tiempo. Según el Ministerio de Salud (Minsal), entre el 2021 y 2022 hubo un aumento de 1.200 bebés prematuros que nacieron antes de las 37 semanas de gestación (un embarazo normal dura entre 38 y 42 semanas).
Por esta razón, cada vez cobra más relevancia conocer los riesgos para la salud de los lactantes que nacen demasiado pequeños: según la Organización Mundial de la Salud, esta es la principal causa de mortalidad entre los menores de cinco años en todo el mundo.
Entonces, ¿cómo proteger a los bebés prematuros? ¿Cuáles son los principales riesgos a los que están expuestos?
El principal riesgo de salud para los bebés prematuros
Los recién nacidos prematuros pueden desarrollar muchos problemas de salud, a corto y largo plazo. Mientras un bebé que nace en tiempo normal pesa alrededor de 3,17 kilogramos, un prematuro podría pesar 2,26 kg o incluso menos, según la página de crianza de niños de la Academia Americana de Pediatras.
Además del bajo peso, los bebés prematuros suelen tener poca cantidad de grasa protectora, por lo que son más susceptibles a contraer resfriados a temperaturas ambiente normales.
De esta manera, el principal riesgo de salud para los prematuros es el Virus Respiratorio Sincicial (VRS), según indicó la especialista en pediatría y neonatología de la Universidad Católica de Chile, Ivonne D’Apremont.
“(...) Los factores de mayor riesgo son los niños con antecedentes de prematuridad (menores de 37 semanas de gestación), bajo peso de nacimiento (menos de 2 mil quinientos gramos), tabaquismo en el hogar, no haber recibido leche materna y presencia de otros menores de cinco años en la casa”, explicó.
8 medidas para proteger a los prematuros de infecciones graves
La prevención y autocuidado son las claves para poder prevenir el contagio de este y otros virus o bacterias en los bebés prematuros.
Entre las medidas que pueden tomar los padres de un prematuro están:
- Estimular la lactancia materna.
- Mantener las inmunizaciones al día.
- Evitar la contaminación ambiental (especialmente el humo de cigarrillo).
- Postergar el ingreso a la sala cuna.
- Lavado de manos frecuente con agua y jabón.
- Uso de desinfectante de manos a base de alcohol.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
- Aprender a reconocer los signos de dificultad respiratoria.
Este último punto es clave, según señaló la doctora. Al conocer los síntomas, los padres podrán discernir entre evitar acudir a los servicios de salud cuando no es necesario (al ser un foco de infección) o llevar de urgencias a su hijo o hija que podría estar en riesgo.
Entre los síntomas de alerta están:
- Dificultad respiratoria. Si al bebé se le hunden las costillas, respira rápido e incluso se le mueven las aletas de la nariz, se trata de un síntoma de mayor relevancia.
- Tos persistente o empeoramiento de la tos.
- Rechazo de alimento o bebida. Esto, en especial, sucede en menores de 6 meses.
- Apneas. Dejar de respirar por períodos de tiempo.
- Piel morada. La piel del bebé se torna de color morado, en especial en los labios o yemas de los dedos.