Cuando era adolescente, Gregor F. —identidad revelada por la revista alemana Der Spiegel— fue guardia de Sachsenhausen, un campo de concentración nazi. En su labor, habría participado en el asesinato “cruel y malicioso” de más de 3.300 personas, desde julio de 1943 hasta febrero de 1945.
Así se lee en la acusación de los fiscales alemanes hacia el adulto mayor, que hoy tiene 98 años, y que podría enfrentarse a un juicio por su papel en el Holocausto si el tribunal estatal de Hanau lo decide.
¿Es posible juzgar a un hombre de tan avanzada edad en Alemania?
Alemania y las acusaciones a los participantes del Holocausto
Si es que se decide continuar con el juicio, Gregor F. de 98 años sería juzgado bajo la ley de menores, dado que los delitos los habría cometido al ser menor de edad.
Además, según recogió Associated Press, los fiscales aseguraron que el sospechoso es apto para ser juzgado, al menos de forma limitada, después de una evaluación psiquiátrica que le hicieron en octubre de 2022.
“Todos los que trabajaron bajo el régimen nazi, desde los comandantes hasta los guardias y secretarias, deberían rendir cuentas”, aseguró el abogado alemán Hans-Jürgen Förster, quien representa a un exprisionero del campo de exterminio Sachsenhausen.
Según Der Spiegel, el testigo —de 96 años— aseguró que le inyectaron vacunas contra la hepatitis y otras sustancias mientras estaba encarcelado en el campo de concentración que estaba situado en las afueras de Berlín y donde se cree que murieron aproximadamente 100.000 de los 200.000 prisioneros.
Las causas de muerte datan: hambre, enfermedades, experimentos médicos, agotamiento por trabajos forzados y asesinatos sistemáticos, como tiroteos y gaseamientos.
Y no sería la primera vez que se juzga a una persona de edad avanzada. Múltiples denuncias se han registrado, en especial desde la histórica condena del exguardia John Demjanjuk de 91 años, quien fue declarado culpable de ser cómplice de más de 28.000 asesinatos y condenado a cinco años en prisión.
En 2015, Oskar Groening, “el contador de Auschwitz” fue condenado a los 94 años por el asesinato de 300.000 judíos húngaros a cuatro años de prisión. Al año siguiente, Reinhold Hanning (94) quien trabajó en Auschwitz, fue declarado culpable de ser cómplice de la muerte de más de 170.000 personas.
En junio de 2022, a los 101 años, Josef Schütz fue condenado a cinco años por el asesinato de 4.000 asesinatos y en diciembre del mismo año, Irmgard Furchner de 97, quien fue secretaria del comandante del campo de concentración de Stutthof, también fue a prisión por ser cómplice de más de 10.000 muertes.