La amistad es una de las relaciones más importantes que establecemos, con compañía y risas de por medio. Pero a veces hay muchas expectativas alrededor, las que se forman en la infancia y se basan en nuestra propia cultura y valores.
Un grupo de expertos reveló qué ocurre cuando estas amistades van demasiado lejos y se vuelven perjudiciales o tóxicas.
Para saber reconocer si una amistad se ha vuelto tóxica y poco saludable, la doctora Lisa Turner, experta en traumas y fundadora de CETfreedom, lo explicó en detalle en diálogo con Daily Mail.
Cómo saber si una amistad es tóxica
La especialista entregó algunas claves para tomar en cuenta.
“Algunas personas pueden tener expectativas específicas en torno a cosas como la frecuencia con la que les gusta hablar o verse, o el tipo de actividades que hacen juntos”, comenzó diciendo.
Luego siguió: “Lo que hace que una amistad sea ‘ideal’ es que las expectativas sean similares y que los valores de cada uno sean parecidos o, al menos, respetados”.
Cuando no podemos entender los valores y creencias de los demás, es cuando las cosas empiezan a volverse dañinas y tóxicas.
Para Turner, “es importante señalar que estas normas varían en función de la cultura, la familia e incluso la sociedad”.
“No hay un conjunto fijo de normas de amistad escritas que todo el mundo siga. Todos las moldeamos lo mejor que podemos, las probamos y vemos qué funciona”.
También explicó que hay creencias universalmente adquiridas que no conviene aplicar a las amistades. Entre ellas, la idea de que debemos contárselo todo a nuestros amigos.
Otra muy común: algunas personas piensan que los amigos deben estar siempre de acuerdo entre sí, que deben priorizar las necesidades del otro por encima de las propias y que deben estar dispuestos a sacrificar sus propias necesidades o deseos por el bien de la amistad.
Creencias malsanas y expectativas
Otro experto citado por el Mail, Rob Brennan, profundizó sobre este tema y dijo que es una expectativa poco saludable creer que alguien va a dejarlo todo y estar ahí para nosotros siempre que lo deseemos.
“No comprendemos que esa persona tiene su propio camino y su propia vida, y que el hecho de que no venga no significa que no le gustemos o que no se preocupe por nosotros”, dijo el coach.
“Los celos son otro problema tóxico de la amistad”, aseguró. “Por ejemplo, las publicaciones en las redes sociales en las que las mejores amigas presentan una relación perfecta en la que se apoyan constantemente y hacen todo juntas no son realistas. Si una de ellas hace algo con otra persona, podría considerarse una traición, o si pasan demasiado tiempo con otra persona, podría haber celos”
Para el experto, “todas estas son señales de alarma de una relación enfermiza que hay que resolver”.
“Deberías alegrarte de que tus amigos pasen tiempo con otras personas y de que sigan su propio camino y su propia trayectoria”, concluyó.
Sobre este punto, Turner agregó que “estas creencias pueden crear una dinámica malsana en la que una persona siente que está constantemente dando y la otra recibiendo, lo que provoca resentimiento y frustración”.
¿Qué hacer frente a las señales de una relación de amistad tóxica?
Para hacer frente a estas expectativas, es importante recular y examinar por qué se tienen. También, si “son realistas o justas”.
“Debemos intentar ser sinceros con nosotros mismos sobre lo que esperamos de nuestros amigos y si esas expectativas son razonables”, apuntó Turner.
Según la experta, “también puede ser útil comunicar nuestras expectativas a nuestros amigos y mantener una conversación abierta y sincera sobre lo que cada uno necesita y quiere de la relación”.
Explicó que las cosas se vuelven tóxicas si alguien no es amable, deliberada o involuntariamente, debido a las expectativas que tiene.
“Están tan obsesionados con tener razón, que hacen lo que pueden para demostrarlo, lo que resulta en sentimientos heridos. Si no podemos hablar de estos problemas y respetar los límites de la otra persona, quizá debamos plantearnos si es sano para nosotros mantener la amistad”, añadió.
La experta comentó que es importante recordar que “no pasa nada por poner límites y dar prioridad al propio bienestar, aunque eso signifique poner fin a una relación tóxica”.
Luego cerró: “Si te cuesta lidiar con un amigo tóxico, también puede ser útil buscar el apoyo de otros amigos o de un terapeuta”.