"Hitler no sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Murió en Berlín, y los dientes o prótesis están en Moscú", dice Philippe Charlier a La Tercera. El forense francés acaba de publicar un estudio donde certifica que el líder nazi Adolf Hitler murió el 30 de abril de 1945 luego de beber cianuro y dispararse en la cabeza en su búnker en Berlín.

La investigación, publicada en la revista European Journal of Internal Medicine, identificó restos azules en los dientes del líder nazi, que podrían indicar una reacción química entre el cianuro y el metal de la dentadura postiza de Hitler.

Además, el cráneo muestra un importante agujero en la parte izquierda, que por su morfología probablemente haya sido provocado por el impacto de una bala.

La dura autorización

El análisis de los restos se realizó entre marzo y julio de 2017, después de una autorización del Archivo General de la Federación Rusa (Garf) y el Servicio Federal de Seguridad (FSB), quienes tienen la custodia de los restos. Se trata del primer examen científico a los huesos del "Fuhrer" desde 1946.

"El acceso fue largo y fastidioso, pero gracias a las autoridades del Garf y del FSB, fue posible un acceso directo, con la posibilidad (en el caso de los dientes) de realizar muestreos y análisis posteriores", explica Charlier.

Pese a las dudas sobre la autenticidad de los restos, el investigador asegura que estos pertenecen a Hitler, por la particular morfología de su prótesis dental, la forma del hueso y los dientes "muy particular, única y compleja", dice. "Ahora podemos estar absolutamente seguros de que pertenecen a Hitler. Su estado de uso y conservación son similares a cómo lucían en 1945. Respecto del fragmento de cráneo, solo podemos decir que morfológicamente es compatible con el de Hitler, pero sería necesario comparar su ADN con los dientes".