El 16 de junio de 1994 es una fecha inolvidable para los fanáticos de Antes del amanecer. Ese día, Jesse (Ethan Hawke), un joven estadounidense, y Céline (Julie Delpy), una joven francesa, se conocieron en un tren procedente de Budapest con rumbo a Viena.
Tras una conexión inmediata, deciden pasar la noche juntos mientras caminan sin rumbo por la ciudad y mantienen íntimas conversaciones.
Un año después de ese encuentro, la película dirigida por Richard Linklater llegaba oficialmente a la pantalla. Desde entonces se ha convertido en una de las películas románticas más importantes en el cine.
Linklater, la mente creativa de la película y sus secuelas, Antes del atardecer y Antes de la medianoche, comenzó a formarse como cineasta en Austin, Texas, en la década de 1980. En esa ciudad logró fundar la Austin Film Society, con la que se propuso a sí mismo hacer cine independiente.
Después de sus primeros trabajos, entre ellos Slacker y Dazed and Confused, Linklater logró que Castle Rock, la productora del director de cine Rob Reiner, le aportara 2,5 millones de dólares para concretar la próxima película que tenía en mente: la historia de dos jóvenes que conversan, pasean por la capital austriaca y, de alguna manera, terminan enamorándose en un par de horas.
Lo que muchos desconocen es que esa historia no era pura ficción, ya que una parte importante de ella surgió a partir de una experiencia real que él mismo había vivido durante su juventud y que tuvo un trágico final.
La historia que inspiró Antes del amanecer
En el otoño de 1989, Linklater experimentó una breve pero trascendental encuentro que, sin saberlo, más tarde le serviría de inspiración para una de las obras más aclamadas del cine.
Mientras visitaba a su hermana en la ciudad de Filadelfia, el cineasta vio casualmente a una mujer llamada Amy Lehrhaupt. Él, por su parte, tenía 29 años y recién había terminado de grabar la película Slacker, mientras que Lehrhaupt tenía 20 años.
Luego de conocerse en una tienda de juguetes, el cineasta se atrevió a dejarle una nota. “Voy a estar en la ciudad solo esta noche, por si quieres hacer algo luego”, escribió.
La pareja terminó juntándose y viviendo una noche romántica, pese a que solo horas atrás se habían conocido. Según confesaría el mismo Linklater en una entrevista, charlaron sobre “sobre arte, ciencia, cine, toda la gama” y coquetearon.
Linklater se dio cuenta que quería capturar ese sentimiento, y que no quedara en algo efímero, por lo que comentó sus intenciones de llevarlo a la pantalla grande. “Voy a hacer una película sobre esto”, le sugirió a Lehrhaupt.
“Ella me dijo: “¿Qué es esto? ¿De qué estás hablando?”. Y yo le dije: “Solo esto. Este sentimiento. Esta cosa que está pasando entre nosotros”, confesaría el director al podcast The Q&A with Jeff Goldsmith.
Un momento similar se vive durante el filme, cuando Céline le comenta a Jesse: “Creo que si Dios existe no está dentro de nadie. No en ti ni en mí, sino en este espacio entre nosotros”.
Desde la medianoche hasta las seis de la mañana estuvieron deambulando por la ciudad. Aunque compartieron varios momentos románticos, Linklater ha optado por dejar en privado algunos detalles.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con Jesse y Céline, quienes llegan al acuerdo de reencontrarse seis meses después en el mismo lugar, Linklater y Lehrhaupt decidieron intercambiar números mientras volvían a sus respectivas vidas. Esto, ya que él estaba residiendo en Austin y ella en Nueva York.
Se llamaron en algunas oportunidades, pero a medida que transcurrió el tiempo, la distancia terminó provocando que el contacto se perdiera.
Eso no detuvo a Linklater de su proyecto cinematográfico. Cambió algunos detalles, pues en la película Jesse y Céline se conocen en Viena y no en Filadelfia, pero se preocupó de conservar otros, como el momento en que los personajes escuchan Come Here de Kath Bloom en una tienda de vinilos. Eso mismo habían hecho ellos durante esa mágica noche de 1989.
A pesar de que Lehrhaupt ya no contestaba sus llamadas ni sus mensajes, Linklater tenía las esperanzas de reconectar con ella por medio de la película. No porque tuviera intenciones románticas nuevamente: para ese momento estaba en una relación con Christina Harrison, con quien más tarde se casó. Más bien quería darle un cierre a su historia con ella, que sentía había quedado inconclusa.
El director hasta esperó que la joven de Nueva York apareciera en una de las proyecciones de la película. “Nunca lo hizo. Pero siempre esperé: ‘Oh, hola, soy Amy. ¿Me recuerdas?’ Sería muy extraño”, contó.
Lo que desconocía en ese momento es que Lehrhaupt había fallecido durante un accidente de moto el 9 de mayo de 1994, antes de cumplir los 25 años y justo cuando se desarrollaban las grabaciones de Antes del amanecer iniciaran en Viena.
No fue hasta el año 2010, 16 años después de la muerte de la joven, que Linklater se enteró de la devastadora noticia. Un amigo de ella, quien estaba enterado del encuentro, vio la película y se dio cuenta de las similitudes entre las dos historias, por lo que decidió enviarle una carta a Linklater informando la muerte de Lehrhaupt.
“No pudo ser más triste”, confesó el cineasta a The Times, donde por primera vez se refirió a la partida de la mujer.
En Antes de la medianoche, la última entrega de la trilogía que fue estrenada en 2013, Linklater decidió homenajear a Lehrhaupt en los créditos finales. “Quién sabe cómo repercutimos en la vida del otro. Pero ella es una inspiración en esto”, dijo en otra ocasión.
Before sunrise (su título original en inglés) está disponible en el streaming a través de Max.