Altas, esbeltas, centenarias. Pueden llegar a vivir mil años y alcanzar los 50 metros de altura. Las araucarias son las protagonistas de la IX Región, enclavadas en un escenario al que le sobra belleza. Para admirarlas en todo su esplendor hay que emprender rumbo hacia la cordillera. La ruta elegida es Temuco-Freire-Melipeuco. Un recorrido de una hora y media por praderas verdes y montañas nevadas.
En Melipeuco hay que visitar el Parador Turístico, un moderno edificio que alberga una cafetería y una exposición con la historia de esta zona, marcada por la cultura mapuche, los baqueanos y la explotación maderera. Recomendable comprar algunas conservas: pasta de ají verde, mermeladas, membrillos y murtillas al jugo, entre otras delicias artesanales.
Melipeuco es la puerta de entrada del Parque Nacional Conguillío, a una media hora, y también es el "campamento base" para otros destinos cercanos. Hay varias opciones de alojamiento y algunos restaurantes sencillos. En las cercanías se encuentra el río Truful-Truful y el salto del mismo nombre.
"Vale la pena devolverse hacia Melipeuco y tomar el camino que lleva hacia Icalma. Son unos 40 kilómetros por una ruta en la que aparecen montañas escarpadas, riscos y araucarias enormes, como sacadas de la Prehistoria".
Colores intensos
El Parque Nacional Conguillío parece una postal constante. La entrada desde Melipeuco sobrecoge, con una planicie cubierta por piedras volcánicas, vestigios del activo volcán Llaima. Si el clima lo permite, la vista a este gigante es espectacular. Al avanzar se encuentra la pequeña laguna Verde, que regala unos reflejos en el agua dignos de ser fotografiados. Más adelante, y por un camino que se va haciendo más frondoso y angosto, se llega a la laguna Arco Iris. Tímidamente se van asomando las araucarias, hasta adueñarse del lugar.
Hay que desviarse unos 300 metros para llegar al lago Conguillío, enmarcado por las cumbres de la Sierra Nevada. En otoño, el follaje que rodea el lago se enciende de colores rojizos, amarillos y cafés. Aunque el nivel del agua ha bajado, el paisaje es de gran belleza. Más adelante se encuentra la laguna Captrén, de un color verde intenso, y por ese camino se llega el otro acceso del parque por Curacautín, otro buen "spot" para recorrer la zona.
Seguir la ruta
A 40 kilómetros de Melipeuco se encuentra la reserva nacional China Muerta. Impresionan los vestigios del gran incendio que arrasó un cuarto de su superficie, en 2015. Araucarias y cipreses calcinados aparecen como mudos testigos de lo sucedido, aunque pequeñas araucarias y otras especies se ven surgir en medio de las cenizas. También hay fauna como güiñas, zorros, pudúes y el carpintero negro.
Vale la pena devolverse hacia Melipeuco y tomar el camino que lleva hacia Icalma. Son unos 40 kilómetros por una ruta en la que aparecen montañas escarpadas, riscos y araucarias enormes, como sacadas de la Prehistoria. El paisaje impresiona. El poblado es pequeño y rodea la laguna del mismo nombre. Hay algunas cabañas y restaurantes, aunque suelen abrir sólo en temporada estival; así que se recomienda llevar cocaví. El camino continúa hasta Licura y de ahí, hasta Lonquimay, por una ruta cordillerana.
Hasta las raíces
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La cordillera de Las Raíces y sus frondosos árboles. / Foto: Nicole Saffie[/caption]
Desde Caracautín parte otra ruta imperdible. A unos 30 kilómetros se encuentra la Reserva Nacional Malalcahuello-Nalcas. Además de araucarias, se pueden apreciar robles, raulíes, couigües y lengas; paisajes volcánicos de aspecto lunar y frondosos bosques. Ideal para el trekking, montañismo, pesca deportiva y cabalgata, entre otras actividades.
Si se continúa el camino, hay dos opciones. La primera es seguir hacia Corralco, donde se encuentran el hotel y el centro de esquí del mismo nombre. En esta época se disfruta simplemente de dejarse hundir en la nieve en medio de araucarias, con el majestuoso volcán Lonquimay de fondo.
La segunda opción es continuar hacia la bella cordillera de Las Raíces, que por la cantidad de nieve que suele caer sólo se puede transitar entre primavera y otoño. Aquí se encuentra un legendario túnel que buscaba unir Curacautín y Lonquimay, marcado por derrumbes y tragedias. Hoy es una de las rutas más bellas, rodeada de frondosos árboles, y espectaculares vistas a los volcanes Lonquimay y Tolhuaca.
Datos Prácticos
* ¿Cómo llegar? Latam y Sky tienen varias opciones Santiago-Temuco. Lo más práctico es arrendar un auto en el aeropuerto.
* ¿Dónde dormir? En Conguillío: La Baita, lodge y cabañas, muy cerca del parque y comida gourmet (labaitaconguillio.cl); Cabañas Sendas Conguillío, que tienen la ventaja única de estar dentro del parque, rodeadas de araucarias (sendasconguillio.cl). En Malalcahuello: Malalcahuello Thermal Hotel & Spa, cómodo hotel de montaña, con piscina termal ideal para relajarse (malalcahuello.cl). En Corralco: Valle Corralco Hotel & Spa, a un paso de las canchas de esquí, ofrece una vista incomparable al volcán Lonquimay, exquisita comida, piscina y actividades outdoor (corralco.com).