Muchos desconocen que el extremo norte de Chile es uno de los mejores lugares para practicar birdwatching u observación de aves en el país. Sus características geográficas y el aislamiento propio de nuestro territorio hacen que la región de Arica y Parinacota albergue especies únicas y que cada año reciba gran cantidad de aves migratorias desde el hemisferio norte.

Pero eso no es todo. La variedad de ambientes que existe en la zona también juega un importante rol en la diversidad de aves que podemos encontrar en estos lugares. Así, por ejemplo, la desembocadura del río Lluta es un imperdible para aquellos que quieran ver una gran cantidad de especies, entre ellas la garza azul, que sólo se puede avistar en este sector de nuestro territorio; el pato puna y el colorado, además de varias aves migratorias como el zarapito de pico recto.

En zonas de mayor altura como Putre, a 3.500 m.s.n.m., los protagonistas son aves como el pitío del norte, la perdiz de la puna, la tagua gigante o la becasina de la puna. Y en salares como el de Surire, las plumas se tiñen de rosa: aquí se pueden encontrar las tres especies de flamencos que habitan nuestro país, el flamenco chileno, andino y de James.

Pero si lo que se busca es un verdadero espectáculo de colores y vuelos ágiles, en el valle de Azapa, a sólo 14 km del centro de Arica, está el famoso Jardín de los Picaflores, un terreno que por iniciativa de sus dueños está repleto de flores que atraen a especies como el picaflor del norte, el picaflor de Cora y el de Arica. También en este y otros valles del sector, como el de Lluta, habita el saca tu real. A este plumífero de intenso color rojo es común encontrarlo posado en un mismo lugar al que vuelve para cazar o proteger su territorio.

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