El iPad Pro, como su nombre lo indica, busca ser la herramienta adecuada para profesionales. Hay quienes lo usan para editar fotos y videos, mientras que otros para diseñar. Y es que justamente para ello existe el reconocido Apple Pencil.
En ese último grupo se encuentra Alberto Beitia, arquitecto chileno quien destaca por su uso del dispositivo de Apple a través de sus redes sociales. Conversamos con él sobre cómo aprovechar este equipo y nos contó algo que parece ilógico, pero tiene todo el sentido: “Es como un retroceso al lápiz, pero con un avance tecnológico”.
Fue en 2015 cuando Beitia apostó por la tablet de Apple, luego de estar años utilizando el Diseño Asistido de Computador (CAD). Según recuerda, algo arcaico mirado en retrospectiva. “Era prácticamente un trabajo a través de una plataforma, un mouse y una pantalla”, relata.
“A mi parecer, vino entre 2014 y 2015, una tendencia a tratar de volver a hacer el trabajo a lo que hacíamos anteriormente los arquitectos, que era dibujar. Lo habíamos dejado de lado con el computador”, señala.
Fue con el iPad, comenta, que empezó de a poco a realizar los trabajos que profesionalmente hace, como son el desarrollo de viviendas y edificios comerciales. “Evolucioné mi trabajo desde dibujos 2D en la tablet, al mundo de las tres dimensiones (3D) con SketchUp (app de diseño gráfico y modelado)”.
“Si bien existía el mundo de las tres dimensiones en el computador, sentí que faltaba esta sensación de volver a trabajar como lo hacían los arquitectos antiguamente a través del lápiz y el papel, pero de una manera actualizada a través de la tecnología (...). Eso me ha permitido principalmente volver a la esencia de lo que me gustaba hacer y de lo que me apasionaba de la arquitectura, que era principalmente el dibujo”, afirma.
Con ello, apunta a que el iPad “no se hizo específico como una herramienta de dibujo”, pero “con el tiempo ha evolucionado y mucha gente que echaba de menos el trabajo de mano podríamos decir –la de sacarse el mouse de la mano–, con el nuevo iPad se logró adaptar a ese trabajo digital. Es como un retroceso al lápiz, pero con un avance tecnológico”.
Su provecho en el ámbito laboral
Actualmente, el arquitecto chileno comenta que los mayores avances en usar el equipo van en la versatilidad y eficiencia, junto con un trabajo en tiempo real del modelado.
“Te permite tener una reunión prácticamente en cualquier parte y la demostración de algún material gráfico que tú tienes, es mucho más potente. El cliente puede tomar la tableta a diferencia de un notebook o un Macbook. La adapta, la mueve y mira el modelo”.
Sobre el equipo, reconoce su sorpresa con la nueva actualización, que este año llegó en dos versiones (11 y 13 pulgadas) con el más potente chip hasta ahora en Apple, el M4. “Yo considero, como usuario profesional, que muchas de las aplicaciones no alcanzan a sacar el potencial completo de lo que tiene el procesador M4. En mi caso lo veo en la duración de la batería, no se calienta. Hay un salto evolutivo, el monitor es totalmente diferente con la pantalla OLED y su brillos. Eso a mí me ha servido mucho para romper esa primera conversación con el cliente”.
Sobre consejos para personas que gustan del dibujo y el diseño, es claro: “cualquier cosa que a ti te atraiga independiente de la profesión que tú tengas, hay una aplicación dedicada para eso en el iPad. No hay excusa para no encontrar la aplicación de tu pasión. En mi caso, el dibujo, y para un estudiante de arquitectura, el iPad es la herramienta más potente en este minuto para efecto de comunicación y casi el desarrollo total de un proyecto de arquitectura.
“Yo ocupo prácticamente un 80% el iPad y un 20% mi computador, cosa que era imposible hace 3 a 4 años atrás. Muy poco tiempo atrás no se podía lograr”, concluye.