Como parte de la misión Artemis, que planea llevar al hombre de regreso a la Luna, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos, más conocida como la NASA, anunció que sus investigadores probaron con éxito un nuevo tipo de motor de cohete supersónico para impulsar a sus máquinas espaciales.
La tecnología en cuestión que fue validada se llama motor de cohete de detonación rotativa (RDRE, por sus siglas en inglés) y representa “un diseño avanzado de motor de cohete que podría cambiar significativamente la forma en que se construyen los futuros sistemas de propulsión”.
“El RDRE se diferencia de un motor de cohete tradicional porque genera empuje mediante un fenómeno de combustión supersónica conocido como detonación“, explica la agencia espacial. “Este diseño produce más energía y usa menos combustible que los sistemas de propulsión actuales y tiene el potencial de impulsar tanto a los aterrizadores humanos como a los vehículos interplanetarios a destinos en el espacio profundo, como la Luna y Marte”, agregan.
Según explican desde la NASA, los investigadores revisan los datos de pruebas realizadas con el RDRE durante el año 2022 en el Área de Pruebas Este del Centro de Vuelo Espacial Marshall ubicado en Huntsville, Alabama. Los ingenieron de ese lugar trabajaron junto a sus colaboradores de la empresa IN Space LLC. “El motor se encendió más de una docena de veces, por un total de casi 10 minutos de duración”, recalcaron.
“El RDRE logró su principal objetivo de prueba al demostrar que su hardware, hecho de novedosos diseños y procesos de fabricación aditiva o impresión 3D, podía funcionar durante períodos prolongados mientras resistía los entornos de calor y presión extremos generados por las detonaciones. Mientras operaba a toda velocidad, el RDRE produjo más de 4000 libras de empuje durante casi un minuto a una presión de cámara promedio de 622 libras por pulgada cuadrada, la clasificación de presión más alta registrada para este diseño”, explica el comunicado.
A grandes rasgos, el RDRE incorpora “la aleación de cobre GRCop-42 desarrollada por la NASA con el proceso de fabricación aditiva de fusión de lecho de polvo”, una situación que permite que el motor funcione sin sobrecalentarse “en condiciones extremas durante más tiempo”.
“Más carga y masa útil a los destinos fuera de nuestro planeta”
Finalmente, cabe destacar que la prueba exitosa es un paso más para que esta tecnología sea usada ampliamente en vuelos futuros. Asimismo, recalcan que esto permitirá que tanto la NASA como apuestas privadas puedan mover más carga y masa útil a los destinos fuera de nuestro planeta, lo que representa “un componente esencial para hacer que la exploración espacial sea más sostenible”.
“Debido al éxito reciente de la NASA con el RDRE, los ingenieros de la NASA están realizando un trabajo de seguimiento para desarrollar un RDRE de clase de 10,000 libras completamente reutilizable para identificar los beneficios de rendimiento sobre los motores de cohetes líquidos tradicionales”, concluyen.