En medio de un pequeño cerro de Islandia, yacen 15 tumbas hechas de hielo. En las inscripciones, se leen nombres como Kilimanjaro, Pizol, Baumann, entre otros. Pero las lápidas no son para recordar personas, sino glaciares extintos.
Hace pocas semanas, se realizó una ceremonia fúnebre donde se inauguró el primer cementerio de glaciares en la capital de Islandia, Reykjavik.
Decenas de científicos, autoridades e investigadores se reunieron aquel día para conmemorar a los glaciares del país, que se están derritiendo tan rápidamente que es probable que las próximas generaciones puedan verlos solo en fotografías, pues se habrán convertido en agua para entonces.
Es con esta intervención que los expertos han hecho un llamado a tener en cuenta las intensas consecuencias que ya se están presentando en el mundo a raíz del cambio climático descontrolado.
Y es que, según las Naciones Unidas (ONU), “el calentamiento global ha provocado la desaparición de miles de glaciares en todo el mundo desde el año 2000 y se espera que al menos la mitad de estos glaciares se pierdan para el año 2100″.
Cómo es el cementerio de glaciares en Islandia
Investigadores de la Universidad Rice en Houston, la Oficina Meteorológica de Islandia, geólogos, glaciólogos, líderes gubernamentales, la UNESCO, la ONU y la Organización Meteorológica Mundial atendieron a esta ceremonia fúnebre donde se inauguró el primer cementerio de glaciares del mundo.
Este cementerio —ubicado en un campo, junto al mar en la península de Seltjarnarnes— está compuesto por 15 lápidas simbólicas, que han sido talladas en hielo por el escultor islandés Ottó Magnússon. En cada una, está escrito el nombre de un glaciar importante.
“Nunca antes habíamos necesitado un cementerio para glaciares”, aseguró Cymene Howe, académica de la Universidad Rice.
No obstante, con la alarmante situación que está viviendo el mundo, la experta declaró que este cementerio es muy necesario: “Y aunque estas lápidas se derretirán, como sus contrapartes glaciares, esperamos que la ceremonia y las lápidas sirvan como recordatorios conmovedores de que los glaciares del mundo están condenados al mismo destino si no se toman medidas rápidas”.
Por ejemplo, el glaciar Snæfellsjökull —uno de los más conocidos del mundo por la novela de ciencia ficción de Julio Verne, Viaje al centro de la Tierra— ha perdido más de la mitad de su tamaño desde finales del siglo XIX.
Y aunque la situación de este icónico glaciar es preocupante, hay otros glaciares que son víctimas de efectos peores, como el Pizol de Suiza, el Sarenne de Francia, el Anderson de Estados Unidos y el Martial Sur de Argentina, que han sido catalogados como “desaparecidos”.
Al menos en Islandia (país que ya ha perdido 70 de sus 400 glaciares), cada vez que muere uno, las autoridades intentan conmemorar esa muerte con una ceremonia fúnebre para mostrarle al mundo que el cambio climático es real y sus consecuencias son devastadoras.
Y todo indica que esta catastrófica tendencia continuará al alza. Como explicó Hrafnhildur Hannesdóttir, glaciólogo del Servicio Meteorológico de Islandia al Centro de Información Regional de las Naciones Unidas para Europa Occidental (UNRIC), “no hay indicios de que las emisiones de CO2 estén disminuyendo”.
Qué pasará con el mundo si los glaciares continúan derritiéndose
“Si todos los glaciares de Islandia desaparecieran, el agua de deshielo provocaría un aumento de un centímetro en el nivel global del mar, casi tanto como todos los glaciares del Himalaya”, aseguró el glaciólogo islandés Thorsteinn Thorsteinsson, en conversación con UNRIC.
Y es que los glaciares del Himalaya son bastante extensos: ocupan cerca de 40.000 kilómetros cuadrados de superficie.
Para hacerse una idea, el Vatnajökull, que es el glaciar más grande de Islandia y Europa, cubre 7.700 kilómetros cuadrados. Aunque en este glaciar particular, los científicos esperan que sobreviva aunque sea tres siglos más.
Después está el segundo glaciar más grande, el Langjökull, que sí se encuentra en mayor peligro en comparación al Vatnajökull. Según los investigadores, en el año 2100 quedaría solo entre el 10 y 20% de su masa total.
Otra consecuencia del derretimiento de los glaciares del Himalaya es que los que están en la región del Hindu-Kush-Himalaya “alimentan algunos de los ríos más importantes de la Tierra, como el Indo, el Ganges, el Brahmaputra y el Yangtze”, dijeron desde la ONU.
Es por esto que se les conoce como la “Torre de Agua de Asia” y son considerados “un salvavidas para cientos de millones, sino miles de millones de personas”, aseguró el glaciólogo islandés Thorsteinn Thorsteinsson.
No obstante, desde finales del siglo XIX, perdieron el 40% de su volumen y se prevé que a finales de este siglo, pierda el 75%.
Adicionalmente, el deshielo puede aumentar el riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y, por consecuencia, daños e incluso víctimas mortales.
Para Dominic Boyer, de la Universidad Rice, “todos estos glaciares están envueltos en nuestras vidas. Son pérdidas del tiempo que tenemos juntos, no pérdidas futuras abstractas, sino pérdidas reales que puedes sentir y sentirás con todos tus sentidos”.
Los glaciares forman parte de la identidad de Islandia, por lo que el derretimiento de sus glaciares (además de los impactos que tiene sobre la naturaleza, la vida humana y del planeta), también afecta en un ámbito cultural.
Y entre todo lo malo, algo “positivo” que rescatan los científicos es que los colores blancos de Islandia podrían no desaparecer, incluso si es que los glaciares se derriten.
Por ejemplo, el glaciar Snæfellsjökull podría desaparecer, pero su capa blanca podría permanecer. Aún así, “el hielo glaciar de la montaña es relativamente fino y su color es grisáceo y no muy bonito”, dijo Thorsteinsson.
“Pero no deja de nevar, y de hecho es el manto de nieve lo que más admiramos desde lejos y lo que todos los fotógrafos adoran”.
Esta intervención del cementerio de glaciares se realizó en el marco del anuncio de la ONU, que declaró que este 2025 será el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares y que todos los 21 de marzo se celebrará el Día Mundial de los Glaciares.