Boris Quercia: "Me autoexilié de las redes sociales"

A los profesores y profesoras de Chile.

Y releo, me gusta volver sobre algunos libros. ¿Sueñan los androides con ovejas mecánicas?, de Philip K. Dick, lo releo cada tanto. Hace poco volví sobre Pedro Páramo, de Juan Rulfo, y lo voy a seguir releyendo hasta convertirme en fantasma, creo.

En lo posible uso mis zapatos. Me gusta caminar. Hay que cuidarse de los ciclistas de vereda, nomás. Lo que pasa es que los peatones somos el último eslabón en la cadena alimenticia de la calle.

Me autoexilié de las redes sociales, eso sí que fue agradable: vivo tranquilo y tengo más tiempo. Se lo recomiendo a todo el mundo.

A Charly, siempre.

Rollos de películas 8 y super 8 en Santiago y todos los mercados persas de las ciudades que visito. Después me dedico a visionar esos recuerdos mudos y ajenos de familias incógnitas. Son registros documentales de la intimidad. Siempre pienso que algún día voy a ocupar ese material para hacer una ficción.

Café.

Chilaquiles, chiles en nogada, taquito pastor, mole... estoy en México.

Yoga.

Hacer la cama. A cambio me ofrezco a cocinar y lavar los platos.