Cada vez, los veranos son más calurosos e intensos. A Chile le esperan al menos tres o cuatro meses de altas temperaturas, un clima que, según la tendencia mundial, se incrementará año tras año, a raíz del calentamiento global y el cambio climático.
Es por esto que las ciudades deben prepararse, y es que el calor no solo afecta a la calidad de vida, sino también a la salud de los habitantes. Estar expuesto a altas temperaturas sin herramientas o ambientes que ayuden a bajar unos cuantos grados, incluso, puede resultar en la muerte.
¿Qué le espera este verano a Santiago, la ciudad más poblada del país? ¿Cómo se está preparando para el calor extremo?
En conversación con La Tercera, el jefe del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago, Mauricio Fabry, explica los proyectos y preparativos que tiene la ciudad, donde se esperan temperaturas de hasta 38 grados.
Cómo son las temporadas de calor en la región Metropolitana
“En Chile, la temperatura aumentó 1.5 grados desde el año 1960. Uno podría decir que no es mucho, pero en realidad esto provoca muchos cambios importantes”, comienza a explicar Fabry.
Y el caso de Santiago debe observarse de forma aislada: “Nuestra ciudad está sometida a una mayor temperatura por el cambio climático, y también tiene zonas llamadas ‘islas de calor’, que son los lugares desprovistos de vegetación y donde hay muchas plazas duras, que acumulan mucho calor”.
Las “plazas duras” que menciona el líder de Medio Ambiente son, usualmente, los espacios públicos que casi no tienen árboles o plantas y que se construyen de granito u hormigón.
En esta línea, hay comunas de la región Metropolitana que suelen tener temperaturas más altas que otras.
“En un día de calor, por ejemplo de 34 grados (que es el umbral de calor extremo) tenemos 33 grados en Lo Barnechea y, al mismo tiempo, 39 grados en Quilicura”.
Es decir, en Santiago, la temperatura no se distribuye de forma pareja. Siempre afectará a los lugares donde hay menos vegetación.
Cuáles son las comunas más calurosas de Santiago
Consultado el jefe de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago por las comunas que experimentan más calor en el verano, el experto hace énfasis en que en la ciudad, estas “islas de calor” se mueven de día y noche.
“Durante el día, todo el sector norte y poniente de Santiago acumula la mayor cantidad de calor, pero durante la tarde noche, el calor se traslada al centro”.
No obstante, por su ubicación y falta de áreas verdes, algunas de las comunas más calurosas de Santiago son:
- Quilicura.
- Pudahuel.
- Lo Espejo.
- Cerro Navia.
En cambio, las comunas más “frescas” durante el verano son:
- Lo Barnechea.
- Vitacura.
- Las Condes.
Un estudio mostró que Vitacura “tiene al menos 42 metros cuadrados de área verde por habitante. El mínimo que se considera internacionalmente debería ser de 10 metros cuadrados”, cuenta Fabry.
Es decir, superan cuatro veces lo ideal.
Pero hay comunas como Independencia “que tiene solo 1 metro cuadrado de área verde por habitante. Quilicura tiene 1.6. Ahí hay una relación importante entre el calor extremo y la falta de vegetación”.
Las consecuencias del calor en la salud de las personas
“Los datos que tenemos, bastantes recientes de la Universidad Católica y Bupa, muestran que cuando la temperatura aumenta arriba de los 33 grados, también aumenta la frecuencia de las enfermedades cardiovasculares y las consultas al médico”, dice Fabry.
Incluso, el riesgo de muerte puede tener un alza de hasta un 30%, sobre todo en personas de la tercera edad, infantes y pacientes con enfermedades preexistentes.
“Es decir, el calor está matando personas (...) Cuando tenemos un periodo de alto calor en la región Metropolitana, tenemos unas 200 muertes que “sobran” (injustificadas), por lo que podrían atribuirse al exceso de calor”.
Cómo Santiago se está preparando para enfrentar el calor extremo
Con la problemática más que establecida, el Gobierno de Santiago le dice a La Tercera que tienen proyectos que ya se están implementando, pero también otros que verán la luz en este nuevo período del gobernador regional, Claudio Orrego.
“El cambio climático nos llama a adaptarnos, y la región Metropolitana tiene que adaptarse”, dice el jefe de Medio Ambiente con convicción, recordando la promesa que hizo Orrego de recuperar la naturaleza para la ciudad.
Entre los proyectos que ya están poniéndose en marcha en la ciudad para luchar contra el calor está, por ejemplo, Techos Verdes, cuyo piloto está en el Hospital Dr. Exequiel González Cortés, en la comuna de San Miguel, y que logró “bajar 1.5 grados la temperatura superficial del edificio”.
“Incluso, bajó el consumo de aire acondicionado y, además, le entregó mejor salud mental tanto a los pacientes como al equipo médico”.
También está en marcha el Programa Brotar, que busca plantar 35.000 árboles nativos de bajo consumo hídrico en la región. Hasta ahora, ya hay 30.000 árboles nuevos en distintas zonas de Santiago, como la Nueva Alameda.
“De ese modo, vamos dándole más resiliencia a la ciudad frente al calor”.
Pero, ¿cuándo estarán listos estos árboles para comenzar a dar sombra?
“Depende la técnica”, contesta Fabry. Por ejemplo, los árboles del eje vial demoran alrededor de tres años o hasta cinco o seis para estar en su “máximo esplendor”, pero aún así, comienzan a bajar la temperatura desde mucho antes.
El equipo de Medio Ambiente realizó una cuidadosa búsqueda y clasificación de los mejores árboles que pueden plantar en Santiago, principalmente porque “ya no nos podemos dar el lujo de plantar árboles como el plátano oriental, que tiene muchas cualidades, pero es súperalérgeno”.
“Hoy día tenemos que plantar árboles de bajo consumo hídrico”, dice el experto. Y así es la selección que hicieron: le dieron prioridad a los árboles nativos, como el Maitén, Quebracho, Algarrobo, entre otras decenas.
Así, no solo están luchando contra el calor, sino también contra la crisis hídrica y, al mismo tiempo, fortaleciendo la biodiversidad chilena.
La instalación de Bosques de Bolsillo en Santiago
Una novedad que se está instalando en la ciudad son los Bosques de Bolsillo, también conocido como el método Miyawaki, del aclamado botánico japonés Akira Miyawaki.
Fabry dice que hace alrededor de dos semanas partieron con este programa que pretende construir 33 pequeños bosques urbanos en Santiago para ayudar a bajar la temperatura en el verano.
Estos bosques crecen de forma rápida. “En cosa de un año, los árboles crecen tres metros ya”. De hecho, ya hay uno instalado en la comuna de Independencia, y sus árboles crecieron cerca de tres metros y medio, entregando sombra a sus habitantes.
Eso sí, estos bosques requieren un espacio de al menos 200 metros cuadrados, por lo que puede ser un desafío poder instalarlos en distintas comunas.
También requiere del compromiso de los distintos municipios a mantener un riego constante y, además, garantizar la seguridad, pues se trata de “bosques muy tupidos”.
En la lista de proyectos también están los jardines de bajo consumo hídrico en distintas comunas y, adicionalmente, la idea de hacer techos de color blanco, pues el color negro suele atraer mucho más calor en el verano.