El cambio climático puede reducir significativamente la producción global de vegetales y aminorar su calidad nutricional, según el estudio de un equipo internacional de investigadores publicado hoy en la revista especializada PNAS.
En caso de que no se tomen medidas para reducir los impactos negativos en los rendimientos agrícolas, los investigadores estimaron que los cambios ambientales previstos en la disponibilidad de agua y las concentraciones de ozono reducirán los rendimientos promedio de hortalizas y legumbres en un 35 y 9 %, respectivamente.
En entornos cálidos como el sur de Europa y partes de África y el sur de Asia, el aumento de las temperaturas del aire reducirá el rendimiento promedio de vegetales en un 31 %, según los cálculos de los científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, en sus siglas en inglés).
"Los vegetales y las legumbres son componentes esenciales de dietas saludables y, por lo tanto, los esfuerzos para garantizar que su disponibilidad global no se vea amenazada deben ser prioritarios en la agenda mundial de salud pública", señaló al respecto uno de los autores, Aland Dangour, de la LSHTM.
Otro análisis publicado hoy en PNAS sobre la misma cuestión reveló que el cambio climático provocará una mayor volatilidad de los precios de los cereales y una consecuente menor seguridad alimentaria.
Así, esta inestabilidad en el mercado mundial de cereales creará incertidumbre entre los agricultores y los negocios del sector y generará picos de precios que reducirán el acceso a los alimentos, según la investigación de Michelle Tigchelaar, de la Universidad de Washington en Seattle (EE.UU.).
Los cuatro principales países exportadores de maíz -Estados Unidos, Brasil, Argentina y Ucrania- experimentarán unas pérdidas en rendimientos agrícolas un 7 % superiores en caso de que la temperatura terrestre aumente 2 grados centígrados a lo largo de este siglo.
En caso de aumentar aproximadamente 4 grados, estos países sufrirán una caída del 86 % en su producción agrícola, lo que conllevaría una gran volatilidad en los precios de esos productos en el mercado global.
De acuerdo a los autores de este segundo informe, los resultados "enfatizan la importancia de la mitigación agresiva de las emisiones de dióxido de carbono y de los cultivos para mejorar la tolerancia
al calor".