Las Carmelitas Descalzas de Hondarribia (Guipuzcoa, una provincia de España) se sumaron al apoyo de la víctima de "La Manada" y al rechazo que ha provocado la sentencia a los cinco autores del delito de abuso sexual, pero que fueron absueltos de agresión sexual.

Una de las monjas de este convento, Patricia Noya quiso unirse al apoyo, y en nombre de toda la congregación apoyó a la frase "Hermana, yo si te creo".

"Nosotras vivimos en clausura llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a Urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho voto de castidad. Es una opción que no nos hace mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchos", comienza su testimonio.

"Y porque es una opción libre, defenderemos con todos los medios a nuestro alcance (este es uno) el derecho de todas las mujeres a hacer libremente lo contrario sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello. Hermana yo si te creo", finalizó.

El post de la miembro de las Carmelitas Descalzas se hizo rápidamente viral, contando ya con más de 10 mil reacciones, y mil veces compartido por los miembros de Facebook.

Y es que muchas críticas han surgido por la sentencia en contra de "La Manada", un grupo de cinco hombres que atacó sexualmente a una joven de 18 años en la fiesta de San Fermín en 2016. Tras cinco meses de juicio, la justicia española decretó nueve años de cárcel por abuso sexual continuado y dejó fuera el delito de violación.

La sentencia produjo masivas manifestaciones en España donde alzaron la voz bajo el lema "Hermana, yo sí te creo". Mensaje del cual se unió Patricia Noya.

En declaraciones a Radio Euskadi, y citado por Europa Press, la religiosa aseveró que "no se puede aceptar que se cometa una atrocidad de estas y la que sea juzgada, condenada y humillada públicamente sea la víctima".

Noya mostró su apoyo, mediante esa publicación en Facebook a "esa mujer en concreto y con todas las mujeres que tienen que pensárselo dos veces antes de cruzar una calle oscura, antes de ir solas a casa, que tienen que hacer planes para saber con quién vuelven, cuándo vuelven, cómo vuelven y que encima tienen que sentirse juzgadas y amenazadas por ello".