"Qué complicado definir lo femenino… No me defino como una feminista ni una persona muy femenina tampoco, pero si lo llevo a algo más práctico, aplicado a mi trabajo, creo que las mujeres son un poco más delicadas, más detallistas, ponen más atención al detalle. Por ahí va mi visión. Lo veo acá con la gente que trabajo. Los hombres por lo general son más toscos, un poco más bruscos, no ve lo delicado que puede quedar un plato".
-¿Lo femenino sólo pertenece a la mujer o puede ser una característica de los hombres?
-Creo que hay hombres que tienen lo femenino más desarrollado, evidentemente. Pero son las mujeres las que lo tienen mucho más. Es algo innato, pero también cultural. Chile es un país súper machista, donde al hombre quizás no se le permitió desarrollar su lado femenino, porque si es femenino es maricón; y no tiene que ver con eso. Si un hombre es delicado no quiere decir que sea gay, pero acá está súper castigado que un hombre tenga su lado femenino desarrollado.
-Lo femenino y lo masculino: ¿antagónicos o complementarios?
-Complementarios, se necesita de los dos. Hay que llegar a un equilibrio. Por ejemplo, a mí en la cocina me gusta tener hombres y mujeres.
-¿Evoluciona la concepción de lo femenino en el tiempo?
-Está súper fuerte el tema del feminismo, pero viene desde hace mucho tiempo. Cada vez es más potente no dejar que te pasen a llevar, hacerse escuchar. Antiguamente la opinión de una mujer no era válida y ahora se está considerando.
-Pero relacionándolo a lo femenino... ¿cómo ha cambiado ese concepto?
-Si lo piensas, en colegios femeninos era súper importante aprender a tejer, a bordar, a coser; cosas que personalmente no creo que sean muy relevantes. Si te gusta hacerlo, bien; pero no sé si es algo tan importante. Ahora, en cambio, ves la cantidad de mujeres que han entrado a la política, hay un equilibrio entre hombres y mujeres, y me parece súper lógico.
-A tu juicio, ¿qué mujer concreta encarna bien hoy lo femenino?
-Siempre miro a cocineras. Por ejemplo me encanta Alice Water, la encuentro súper potente, a la vez que súper femenina en lo que hace, ¿cachái? Es un súper equilibrio, ella es súper power.
-¿Cómo se entiende lo femenino en el mundo donde trabajas?
-Este es un mundo súper machista, hay súper pocas mujeres que se destacan dentro de las cocinas profesionales. Pero la mayoría de los hombres han aprendido a cocinar de sus madres, de sus abuelas, de alguna mujer; y aún así se le da muy poco espacio a las mujeres, muy pocas oportunidades en las cocinas. También tiene que ver un poquitito con los horarios de la cocina, que son súper incómodos y poco amigables con el lado familiar. Pero de a poco se le está abriendo un camino a la mujer en el área más profesional.
-¿Cuáles son los obstáculos que se encuentran?
- Creo que el mayor obstáculo debe ser la percepción de que la mujer es más débil. Hay que derribar esos mitos, porque he trabajado con mujeres en cocinas y son súper power. La mujer que sobrevive a estos horarios y las incomodidades es igual de fuerte que un hombre.
-Mirando el futuro, ¿hacia dónde debe enfocarse lo femenino?
-A posicionarse un poquito más, a hacerse valer, ojalá llegar a una igualdad de salarios. Para muchas personas, creo que todavía contratar a una mujer no les sale a cuenta, ¿me entendí? Para mí no es problema, pero sé que en otros rubros que haya una mujer en edad fértil es un tema y le juega como una gran desventaja.
*Carolina Bazán es chef.
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