La carrera espacial sin duda trae escenarios y descubrimientos sorprendentes para los espectadores. En esta ocasión, el pequeño gran paso fue de China, quien tomó la delantera con una nave robótica que envió a la Luna y que logró hacer un gran hallazgo.

La nave, llamada Chang’e 5, aterrizó en el Oceanus Procellarum, o el océano de las tormentas, una mancha gigante y oscura que está en la Luna y utilizó un brazo robótico para tomar muestras, empaquetarlas y enviarlas al módulo orbital que sobrevolaba la Luna para poder hacer un delivery a la Tierra.

El sorprendente hallazgo

Las últimas muestras que se recogieron de la Luna fueron en 1976, por la misión soviética Lunik 24. Pero ahora, las nuevas que recogió China hace menos de dos años trajeron consigo una gran sorpresa: el país asiático cree saber de dónde proviene el agua de la Luna.

Aunque ya se sabe que la Luna tiene agua, uno de los mayores misterios del universo es saber de dónde proviene: pero lo más intrigante es que no se trata de solo gotas pequeñas, sino que son toneladas de líquido, en forma de hielo, pues están en las zonas de sombra donde nunca llega el sol.

Y en un reciente estudio que un grupo de científicos de la Academia Nacional de Ciencias Chicas (CAS), junto con dos investigadores europeos, aseguran que con las muestras que recolectó la Chang’e 5, que son unos pequeños granos de distintos colores y que contienen pequeñas cantidades de agua, se podrá determinar el origen del agua en la luna.

Pero no solo eso. La publicación en la revista Nature Geoscience también determinó que la cantidad total de agua en la Luna está estimada en 270.000 millones de toneladas, una reserva con cifras nunca antes pensadas en las anteriores estimaciones que se conocían, como la de la NASA en 2010, que pensó que se trataba de 600 millones de toneladas.

Muestras lunares tomadas por la sonda lunar china Chang'e-5. Foto: Reuters

El agua habría sido generada por el Sol

Pero eso no es todo. Sen Hu, el profesor del Instituto de Geología y Geofísica (IGG) de la Academia de Ciencias de China (CAS) que dirigió al grupo de investigación dijo que “lo más interesante” del descubrimiento es que el agua, que está encerrada en los cristales lunares que recogieron, la generó el Sol.

Esto se logra ya que el Sol bombardea partículas cargadas a través del viento solar. Estas tienen átomos de hidrógeno con carga positiva y, al penetrar los cristales lunares, se combina con el oxígeno. Como la temperatura es alta por la radiación solar, los cristales liberan parte de su carga de agua: “Estos cristales son los responsables del ciclo del agua en la Luna”, afirma Hu.

Dicho de forma más sencilla, los cristales lunares son como esponjas para el agua: el oxígeno del cristal reacciona al viento solar y bota vapor, y éste lo absorbe y queda dentro, como agua.

Luna. Foto referencial: Getty Images.

La importancia de encontrar agua en la Luna

Esto es un gran paso para el futuro de la exploración de otros planetas, pues el agua es importante para que los astronautas se mantengan hidratados, pero también para el combustible que permitirá otros grandes viajes, como a Marte.

No obstante, James Carpenter, jefe de ciencias planetarias de la Agencia Espacial Europea (ESA) le dijo al diario El País que a pesar de que el nuevo estudio es “una importante demostración de que hay agua atrapada en los cristales lunares repartidos por toda la superficie”, esta podría no ser suficiente para ser una reserva explotable de agua.

A menos que se procese demasiado el piso lunar. Y es que el investigador del estudio dijo que “esta puede ser una fuente alternativa de agua. La forma de extraerla sería recolectar suelo lunar, calentarlo en un horno a 100 grados y capturar el vapor resultante”.

Pero todavía no está nada dicho, pues falta mucho por investigar. De hecho, Europa anunció que enviará una misión robótica, llamada Prospect, donde una sonda taladrará el suelo lunar para recoger muestras y, una vez en la Tierra, calentarlas hasta 100 grados para estudiar los compuestos, contó Carpenter.