Un minúsculo robot inspirado en un centípedo, con pequeñas patas y capaz de llevar pesadas cargas, ha sido desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de la ciudad de Hong Kong como una nueva forma de administrar medicamentos al interior del cuerpo humano. Diseñados además para adaptarse a ambientes adversos, estos nuevos robots podrías convertirse en un gran avance para la medicina.

Gracias a las diminutas patas que posee el robot puede reducir la fricción al desplazarse, y así, ser capaz de moverse en distintas superficies y en sustancias como sangre y mucosidades de manera eficiente. 

La relación entre las patas fue estudiada exhaustivamente, ya que los expertos querían crear algo que no tuviese mayores problemas con el movimiento dentro del cuerpo humano.

"La mayoría de los animales tienen una distancia entre pata y pata de 2:1 a 1:1. Decidimos crear nuestro robot utilizado una proporción 1:1", indicó uno de los autores de la investigación, el Dr. Shen Yajing, Profesor Asistente de la universidad, en uno de los comunicados.

El grosor del robot en total es de 0.15 milímetros, mientras que cada pata - que posee forma cónica - mide 0.65 milímetros de longitud. El espacio entre cada pata es de 0.6 milímetros. 

El cuerpo del robot por otra parte, está hecho de un material de silicona llamado Polidimetilsiloxano al cual se le insertaron partículas magnéticas que permiten remotamente ser controladas por fuerza electromagnética.

"Ambos, el material y el diseño con múltiples patas mejora en gran medida las propiedades hidrofóbicas del robot. Además, las piezas de goma son suaves y pueden ser cortadas fácilmente para formar robots de varias formas y tamaños para distintas aplicaciones", explicó otro de los autores de la investigación, el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica Wang Zuankai de CityU.

El robot es capaz de moverse en varios patrones, e incluso, formar ángulos de 90 grados para avanzar. Similar a una hormiga, puede llevar cargas de 100 veces su peso.

De acuerdo al Dr. Shen, esto se traduce en que - por ejemplo - es posible que el robot pueda administrar medicamentos en un lugar muy específico del cuerpo, como un lugar del sistema digestivo. O también, realizar una revisión médica interna.

Antes de comenzar las pruebas en animales, y luego en humanos, el equipo tras este nuevo dispositivo espera realizar mayores investigaciones centradas en encontrar un material biodegradable, nuevas formas, y también agregar nuevas funciones que el robot podría llevar a cabo.

Fuente: EurekAlert.