Científicos del Instituto Nacional de Metrología de Alemania (PTB, por sus siglas en alemán) utilizaron por primera vez un reloj atómico para calcular distancias, informó hoy la revista británica Nature Physics.
Los relojes atómicos son los instrumentos de medida de tiempo de mayor exactitud que existen hoy en día, con una precisión infinitesimal, hasta una parte entre 10, seguido de 17 ceros.
La sensibilidad del medidor permitió a los científicos calcular los cambios minúsculos de tiempo que, según predice la teoría de la relatividad, se dan a diferentes altitudes de la Tierra debido a la variación de la fuerza ejercida por la gravedad.
La teoría dice que, como consecuencia, un reloj muy preciso podría utilizarse como sensor de gravedad, algo que este experimento corroboró, con lo que estableció una "prueba de concepto", es decir, la confirmación de que la teoría es susceptible de una aplicación práctica.
La indagación llevó a los investigadores a calcular la altura a la que se encuentra un laboratorio de los Alpes en relación a un punto en Italia, comparando las horas de dos relojes situados en dos lugares distintos, uno de ellos, a unos 1.000 metros de altitud sobre el otro.
A través de estas pruebas, los científicos comprobaron que sus estimaciones se ajustan a los cálculos realizados sobre el terreno de manera independiente, que utilizan los instrumentos de medición geodésicos (del estudio de la forma del globo terráqueo) más avanzados que existen.
Los autores, liderados por Christian Lisdat, apuntaron que aunque las mediciones obtenidas tienen una precisión mucho menor que las que se pueden recabar con estos aparatos, su experimento sigue representando un paso fundamental para comprender las posibilidades de estos relojes tan exactos en geofísica.