De a poco la actividad de varios volcanes chilenos han ido tomando cierta preponderancia en el pensamiento colectivo, y pareciera que siempre nos enteramos que hay uno nuevo que está en alerta amarilla. Y, como solemos tenerle miedo a sus erupciones, es fácil que nuestra cabeza rápidamente comience a pensar que hay algo mal. Porque buscamos patrones para entender nuestro mundo. Además, es la primera vez desde que se está monitoreando activamente a los volcanes de nuestro país que algo así ocurre. Entonces, ¿hay algo raro? La verdad es que no, pero si existe alguna enseñanza es un concepto que se usa mucho en física: complejidad. Así que revisemos por qué cada volcán está en un estado alterado, y al final del camino podremos ver qué está pasando en nuestra cordillera.
Volcán Láscar
El volcán más activo del norte de Chile normalmente tiene una fumarola e incandescencia nocturna, y al ser tan activo se suele asumir que tiene un conducto relativamente abierto hacia la superficie. En el pasado este volcán ha creado domos de lava importantes, que han colapsado hacia adentro del conducto, tapándolo y ayudando a que se acumule presión en su interior. Algo parecido a una olla a presión. No es el caso ahora, pero los indicios que hay sugieren que se han generado pequeños taponamientos en el conducto, lo que podría llevar a algunas explosiones pequeñas en el futuro, sobre todo guiada por el agua presente dentro del macizo. Además, han ocurrido varias pequeñas rupturas bastante superficiales bajo la zona de los cráteres del volcán, lo que sugiere que el magma quiere subir. Por eso está en alerta amarilla. El peor escenario hoy lo arman las explosiones menores antes mencionadas, e incluso puede ocurrir que la cantidad de sismos vaya disminuyendo, lo que indicaría que el volcán se volvería a estabilizar.
Complejo volcánico Planchón-Peteroa
Este complejo ha sido uno de los más activos de Chile después del terremoto del Maule del 2010. En septiembre de ese año el Planchón-Peteroa tuvo una erupción que no generó un gran impacto en la población, y desde allí ha estado con mucha sismicidad. El Sernageomin ha reportado que hay indicios de fluido moviéndose en zonas bastante superficiales, debajo del gran número de cráteres que lo conforma. Esto en términos de muchos sismos, además de una liberación notoria de gases, que incluyen mayormente al vapor de agua. Además, hay una señal sísmica, que se llama tremor volcánico, que ha aumentado su amplitud desde el 2016. Esto significa que el magma seguramente está dándole energía a los fluidos ya presentes (como agua, por ejemplo) que después han tomado mucha energía, rompiendo la roca dentro del volcán y abriéndose camino a la superficie. En el futuro, esto podría llevar a explosiones menores. Un detalle muy importante: este complejo volcánico ha estado entrando y saliendo de la alerta amarilla de manera bastante seguida en los últimos años. Es muy activo, pero no se ve que vaya a existir una erupción realmente grande en el futuro cercano.
Copahue
El Copahue es otro volcán que está muy activo desde el terremoto del 2010. De hecho, algunos científicos han ligado su erupción del año 2012 a este gran terremoto. Como dato, también hizo erupción pocas semanas después del terremoto de Illapel, en septiembre de 2015. Por lo mismo, suele tener muchos sismos en un mes. Lo que se ha visto ahora es que la mayoría de los sismos están hacia un costado del cráter, en la parte más "profunda" del volcán, que es donde se inyecta el fluido. Hay indicios que sugieren que el magma está interactuando con el tremendo sistema hidrotermal del volcán Copahue. Lo que se ha visto en la superficie ha sido una desgasificación tremenda, por lo que el Copahue realmente se parece a una locomotora estos días. Esas liberaciones de gas tienen un montón de vapor de agua, y han viajado hacia Argentina. Si esto sigue así podríamos tener explosiones menores, como estos días. Ahora, si el magma decide subir por el conducto, esto cambia, y estaríamos frente a algo como en 2012.
Complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle
El Cordón Caulle es un sistema volcánico de explosiones importantes, y es uno de los volcanes con mayor riesgo específico. Su magma es bastante viscoso, de ahí lo grande de sus erupciones. Estos meses se ha visto una deformación marcada, que sugiere que el magma está levantando el suelo. Puesto de una manera más sencilla, como el magma quiere subir, comienza a empujar y a deformar todo el espacio cercano al volcán, lo que se ve en el levantamiento del piso. Además, los sismos están localizados en lugares muy específicos, lo que plantea que el magma en efecto está abriéndose camino, y ocupando los espacios que se va creando. Por lo mismo, el Cordón Caulle no está estable. Además, la última erupción no alcanzó a liberar todo el magma. De hecho, quedó un poco de el capturado en la corteza. Este cuerpo, que se llama lacolito, podría también desestabilizarlo aún más. Estas últimas semanas ha mantenido este comportamiento, por lo que parece que el Cordón Caulle se está alimentando. No es menor.
Osorno
El Osorno debe ser uno de los volcanes más lindos del país. Una vez escuché a a un vulcanólogo italiano decir que este volcán era el cono perfecto, por su simetría. La última erupción de este macizo ocurrió en el siglo XIX, y al parecer sus erupciones suelen ser poco explosivas. Sin embargo, el problema del Osorno son los lahares, que pueden afectar a varios pueblos cercanos, como Ensenada, y Las Cascadas. Hace más de dos meses entró en alerta amarilla, ya que su sismicidad aumentó notoriamente en los últimos meses. La mayoría de estos sismos están ligados al movimiento de fluidos, y están localizados debajo del flanco Nor-noroeste del volcán. También ha tenido sismos importantes para un volcán, con varios de magnitud 3. Esto indica que el volcán está inestable, pero afortunadamente esta avisando bastante fuerte al respecto. Esto no sugiere una erupción inminente, pero sí pide que le pongamos atención.
Complejo volcánico Nevados de Chillán
El Nevados de Chillán es el único volcán chileno en alerta naranja, y hace algunas semanas hizo volar parte de su domo. Este complejo volcánico lleva mucho tiempo en erupción, y eso no parece ser que vaya a deternse pronto. El magma quiere seguir subiendo, y parece que sigue haciendolo de manera bastante lenta. Sin embargo, al estar todo más "abierto", se han visto muchos pulsos esporádicos. Este podría seguir produciendo estos pulsos durante un tiempo. Yo me imagino que el domo debería volver a crecer, ya que el magma es muy viscoso y no parece que se está acumulando demasiado gas dentro del volcán, pero ya se vio que hay explosiones más importantes que surgen de improviso, generando pequeños flujos piroclásticos. El Nevados de Chillán nos puede sorprender, aunque lo más probable es que siga ocurriendo lo que pasó durante el primer semestre de este 2018.
Así que ya lo ven: seis volcanes alterados, y ninguno es igual al otro. Esto pasa porque estos son lo que llamamos "sistemas complejos", donde no podemos predecir su comportamiento a largo plazo, y tenemos que estar constantemente monitoreándolos para así poder anticipar su comportamiento. Por lo mismo, una misma regla de comportamiento no aplica para todos. Esa impredictibilidad tan inherente a ellos es algo con lo que tenemos que vivir, y que cuesta entenderla. Por eso se hace tan importante estar informados, obtener buena información, y así tener algo de intuición en temas volcánicos. Con eso podremos comprender mejor por qué hay que tomar medidas hacia adelante para mitigar sus potenciales efectos, y así no perder vidas.
Al cierre, el comentario obligado es acerca de cuán raro es que haya seis volcanes alterados en Chile. Es cierto que es primera vez que tenemos esa cantidad de volcanes en una alerta distinta a verde al mismo tiempo. Pero tenemos que considerar que la red Nacional de Vigilancia Volcánica recién comenzó a operar el año 2008. Además, ahora tenemos mejor monitoreado a los volcanes, por lo que podemos capturar momentos de mayor actividad de una manera que no podíamos hace unos cuantos años. Aún así, de los seis sólo uno está en una erupción más importante: el Nevados de Chillán. Imaginen como estaríamos los años 1960 - 1961, donde más de 10 volcanes tuvieron una erupción de algún tipo. ¿Cuántos habrían estado en alerta amarilla o naranja al mismo tiempo?.
Cristian Farías Vega es doctor en Geofísica de la Universidad de Bonn en Alemania, y además profesor asistente en la Universidad Católica de Temuco. Semanalmente estará colaborando con La Tercera aportando contenidos relacionados a su área de especialización, de gran importancia en el país dada su condición sísmica.