Casi todas las estrellas de los 2000 querían asistir a las White Parties (Fiestas Blancas) de Sean “Diddy” Combs. En ese momento, era uno de los eventos con mayor prestigio cultural de la escena, y solo las personas famosas y ricas podían participar de ellos.
Pero ahora, con el arresto de Diddy y las acusaciones por abuso y tráfico sexual, existe una tensión entre artistas e incluso políticos por ser vinculados al productor musical. Y más aún cuando, según las demandas, se cree que dentro de las Fiestas Blancas también se cometieron delitos de esa índole.
Estas reuniones eran llamadas así porque los asistentes debían vestir de blanco para poder entrar.
Algunas fotografías han mostrado a Demi Moore bailando con Lil’ Kim, o a Ashton Kutcher en una piscina con modelos en bikinis blancos, según recogió The New York Times.
Y el “alma de la fiesta” siempre fue Diddy, a quien también lo conocen como Puff Daddy, quien ahora está bajo arresto y enfrenta una acusación penal en Nueva York.
Qué son las White Parties de Sean Diddy Combs
Las White Parties o Fiestas Blancas de Diddy eran las reuniones entre famosos y ricos, organizadas por Sean Combs, que sí se documentaban en la prensa de farándula y redes sociales, en comparación a los “freak-offs” que, según distintos denunciantes, eran fiestas “oscuras” que estaban llenas de drogas y donde el productor abusaba y obligaba a los participantes a realizar actos sexuales.
Pero las Fiestas Blancas parecían ser un poco más “inocentes”. O al menos se pensaba así hasta hace poco.
Según informó The New York Times, en una demanda reciente se declaró que también se cometieron delitos en estos eventos.
Una mujer, identificada como Adria English, aseguró que Diddy la contrató para trabajar en varias Fiestas Blancas en la década de 2000, y que durante una de ellas la drogaron con éxtasis y la emborracharon, para después obligarla a tener relaciones sexuales con “ciertos invitados”.
Y aunque en las recientes acusaciones penales que pusieron en prisión preventiva a Diddy no se han mencionado las Fiestas Blancas, la opinión pública ha comenzado a sacar a flote fotografías de famosos que asistían a los eventos y que hoy se mantienen en silencio.
Por ejemplo, hay imágenes de Leonardo DiCaprio, Donald J. Trump, Jay-Z, Paris Hilton, Kim Kardashian, Mariah Carey y Salman Rushdie.
Los asistentes de estas fiestas —que dejaron de hacerse en 2009— solían comentar discretamente a la prensa sobre cómo eran, cuánto duraban y qué hacían en ellas. Usualmente se limitaban a decir que la habían pasado bien, pero no entregaban muchos detalles.
Gracias a una recopilación del NYT sobre los comentarios de esta fiesta, se pudo reconstruir en parte cómo eran.
Cómo eran las Fiestas Blancas de Diddy
Si es que te llegaba una invitación a una Fiesta Blanca de Diddy, eras una persona afortunada. Y es que era uno de los eventos más codiciados a finales de los 90 y en la década de los 2000. Era el lugar donde solidificar una carrera y hacer lazos con otras celebridades.
Se hacía fiesta, pero también relaciones públicas en la alta sociedad. Era la instancia en que las celebridades más antiguas se juntaban con las estrellas emergentes o del momento.
El código de vestimenta y la decoración era, por supuesto, el color blanco. Solían comenzar en el día y terminar en la madrugada.
“Había gente guapa, pero también mucha gente de los Hamptons (la zona preferida de ‘los ricos’ en Nueva York) y gente joven, chicos de discotecas. Todos querían ser parte de esa escena”, aseguró al mismo medio Patrick McMullan, fotógrafo de vida nocturna que asistió a algunas de las fiestas.
R. Couri Hay, un publicista de Nueva York, declaró que las Fiestas Blancas “de cara al público” eran organizadas por Diddy para impulsar y promover su imagen. Eran como “la Gala del Met de Puffy, los Oscar de Puffy. Estos fueron los Premios Grammy de Puffy”.
Los patrocinadores peleaban por un espacio dentro de las fiestas: ponían sus nombres en las alfombras, entregaban regalos y buscaban dónde hacerse notar entre los importantes invitados.
Cuando llegaban los asistentes —muchas veces en buses que partían desde Manhattan—, los recibían camareros vestidos con esmoquin blanco y copas de champán. Y no se escatimaba en ningún gasto.
Incluso, para no molestar a los vecinos, Diddy les ofrecía como “recompensa” (y para que no se quejaran con la policía por el ruido) viajes en limusina y cenas en restaurantes caros. Así lo declaró Nicholas Kraus, el hombre que el productor contrató como “diplomático” con el barrio.
Algunas de las fiestas se organizaban en “apoyo” a ciertas organizaciones, como Citizen Change (para movilizar votantes) o Malaria No More (una organización que promovía los mosquiteros en zonas donde había malaria).
Otras veces, simplemente la temática era “sensual”: hubo una en 1998 donde se contrató modelos que llevaban alas de ángel y estaban semidesnudas.
Según un artículo de Elle, después de cierta hora se les decía a los padres que llevaban a sus hijos que era tiempo de que se fueran a casa. En un video que publicó Daily Mail, se ve a Diddy diciéndole a sus invitados que los niños ya no podían seguir en la fiesta.
“Los alimentamos a todos. Les dimos bebidas. Ahora es hora de disfrutar la vida. Los niños tienen una hora más, porque esto se convertirá en algo a lo que, cuando crezcan, querrán venir. Así que empecemos a movernos. Guarden a los niños”, decía.
Y aunque hasta aquí suena como una fiesta cualquiera, según algunos invitados, a medida que caía la noche, las reuniones comenzaban a desvirtuarse.
Cuando se oscurecía el cielo y llegaba la noche, las modelos y algunos invitados terminaban completamente desnudos en las piscinas, revelaron algunos asistentes a NYT.
Jay Blaze, un músico que asistió a la fiesta en 2009, contó que llegó a la fiesta emocionado pero que cuando se puso el sol, se sentía cada vez más incómodo. “Los hombres borrachos gritaban a las modelos en la piscina, tocándolas o impidiéndoles ponerse ropa seca”.
“Y nadie intervino”.
Cuando él quiso hablar, la respuesta que recibió fue: “Es una fiesta de hip-hop, es una fiesta de Diddy, es la Fiesta Blanca”.
La respuesta de Diddy frente a las acusaciones
En una reciente declaración del sábado, los abogados de Sean Diddy Combs negaron que hubiese alguna “irregularidad” en las Fiestas Blancas celebradas hace décadas.
“Es decepcionante ver a los medios de comunicación y a los comentaristas sociales distorsionar estos momentos culturales para hacerlos pasar por algo que no fueron. Honrar a las celebridades que asistieron, sacar videos y fotos de contexto e intentar vincular estos eventos con acusaciones falsas es simplemente falso”, se lee en el comunicado.
Combs está detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn y se le negó la libertad bajo fianza, por lo que deberá mantenerse en prisión hasta saber si es culpable o no de los delitos que se le acusan.
En caso de resultar culpable, arriesga cadena perpetua.