Viajar a una velocidad más rápida que la del sonido. Esa es la característica de los aviones supersónicos, que cada vez resuenan más en las conversaciones sobre el futuro de la aviación. Una prueba de ello, es la presentación que hizo la NASA de su avión X-59, completamente terminado.
En Estados Unidos, están prohibidos los vuelos supersónicos comerciales, principalmente por la contaminación acústica que provocan: y es que si uno de ellos volara como cualquier otro avión por los cielos, las personas en tierra escucharían un ruido estruendoso, similar a una explosión.
Por ello, el nuevo avión supersónico de la NASA pareciera levantar las esperanzas de contar con vuelos ultraveloces en un futuro próximo, pues según los científicos, provocaría solamente “un suave golpe sónico”.
Cómo es el avión supersónico de la NASA
La presentación de este avión es parte de la misión Quesst, siglas que aluden en inglés a “Tecnología supersónica silenciosa”. Realizada junto a la empresa fabricante Lockheed, presentaron hoy a X-59 terminado y listo para comenzar los vuelos de prueba en los cielos de Estados Unidos.
La etapa en la que está la misión, permitirá al avión volar sobre algunas zonas del país y estudiar cuál es la respuesta de las personas frente a los sonidos y evaluar la posibilidad de que pueda retirarse la prohibición de vuelos supersónicos comerciales.
Es decir, si es que llegaran a tener resultados positivos, pensar en viajar mucho más rápido de un país a otro podría ser una realidad muy pronto. Por ejemplo, ir desde Nueva York a Londres —un vuelo que suele durar aproximadamente siete horas— podría realizarse en tan solo dos.
Pero, ¿cómo luce un avión supersónico? Según la imagen e información que compartió la agencia espacial, el X-59 sería una nave de 30 metros de largo y 10 de ancho.
La parte delantera tiene forma puntiaguda y sus potentes motores están por encima del ala. Este es un detalle relevante, pues en los aviones supersónicos que emiten más ruido, estos suelen estar por debajo y provocar que las ondas viajen hacia el suelo, provocando más contaminación acústica.
Su colores en esta presentación fueron rojo, blanco y azul.
Catherine Bahm, gerente de Low Boom Flight de la NASA, aseguró que “el lanzamiento es un gran logro, pero también significa que el próximo hito es el primer vuelo, y después los vuelos supersónicos. Nuestros ojos están puestos en la misión”.
En esta línea, el director de investigación aeronáutica de la misión Quesst, John Gould, aseguró que “concebir, diseñar, construir y probar una nueva aeronave conlleva años de trabajo detallado y meticuloso. Cada diseño nuevo contribuye a innovar una nueva forma de volar, especialmente en el caso de los X-Planes, que tienen la misión de continuar sobrepasando los límites de lo posible”.