Cómo es el modelo económico inspirado en China que Maduro quiere implementar en Venezuela

Las múltiples visitas de Nicolás Maduro a China parecieran tener una explicación. Y es que el presidente de Venezuela no solo estaba afianzando su relación con el gigante asiático, sino que habría estado analizando su modelo económico para inspirarse en uno propio.

Así lo aseguró el miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y gobernador del Estado Carabobo, Rafael Cava, quien en una visita a Shanghái a fines del 2023, aseguró que la economía venezolana “está en una transición, que tiene como referencia el modelo chino”.

En esta línea, el gobierno venezolano ha demostrado su interés y admiración hacia China desde hace varios años y, en reiteradas ocasiones, ha utilizado el ejemplo de zonas muy pobres en el país que, con la implementación de su modelo económico, se volvieron en lugares atractivos y desarrollados.

Pero, ¿es posible aplicar el modelo chino en Venezuela? Esto dijeron los expertos.

El economista y presidente de la consultora Datanálisis, Luis Vicente León, le explicó a la BBC que este modelo al que apunta Maduro “mezcla empresa privada, pero también empresa pública; permite la participación internacional, pero con fuertes controles y seguimiento estatal”.

Siguiendo cómo China tiene implementado su modelo, el Estado debería tener un papel trascendental en el proceso de investigación y desarrollo. Y, también, “hay conexiones muy fuertes entre el Estado productivo, el Estado político y el sector privado. Y el tema político se mantiene estrictamente concentrado en el Partido Comunista”.

Esto, para el experto, es una visión muy compleja que, llevado al pie de la letra, no podría ser aplicable en Venezuela. No así la visión más genérica, que establece el modelo económico chino como una estrategia “donde se mantiene una alta concentración de poder político y una apertura hacia el sector privado y a la inversión extranjera en materia económica”.

Pero implementar este modelo podría no tener los mismos resultados en Venezuela, en comparación a China, y es que las diferencias entre ambos países son bastante grandes.

Por ejemplo, el politólogo y académico de la Universidad Central de Venezuela, Ricardo Sucre —en conversación con la BBC— declaró que en la Venezuela de Maduro no existe “un proceso de planificación por parte del Estado”.

“En China, lo distintivo es que hay una dirección política que dirige un proceso de desarrollo que combina mecanismos del Estado y del mercado”.

Por ejemplo, en Venezuela se crearon zonas económicas especiales (ZEE) igual que en China, sin embargo, el país asiático permitió que las zonas definieran sus propios socios y que buscaran industrias de tecnología de punta, pero “el Estado siempre estuvo presente. El mercado decidía, pero el Estado siempre tenía una visión”.

En cambio en Venezuela, el gobierno creó estas ZEE y esperó que automáticamente atrajeran la inversión, sin que el Estado interfiera. “Yo siento que están esperando, ahí sí, la mano mágica del mercado que simplemente haga su magia y creo que en el caso de China no fue así”, indicó el experto.

Otra diferencia importante que tiene el país centroamericano es que su economía está “limitada por varios factores, entre los cuales destacan las sanciones impuestas por Estados Unidos, lo que marca otra diferencia crucial con China que, por el contrario, recibió grandes inversiones estadounidenses cuando comenzó su apertura al sector privado”, estableció León.

No obstante, la visión que tiene el gobierno venezolano para el futuro del país podría permitir que lleguen inversiones extranjeras y que la economía pueda crecer.

“Creo que sí puede haber un flujo de inversiones que no procedan de Estados Unidos y creo que es lo que el gobierno tiene en mente. La prioridad del gobierno es la estabilidad. Creen que si logran eso van a poder atraer inversiones. Y si veo que puede ocurrir”, aseguró Sucre.

Sin embargo, la recuperación de la economía venezolana tiene un largo camino por recorrer, pues pese a implementar este modelo chino, estaría comenzando desde un PIB extremadamente bajo.

“Si tú perdiste el 75% en 7 años, quiere decir que tú eras 100 y ahora eres 25. Entonces, para que tú regreses a 100 tendrías que crecer 400%. El reto es titánico y eso no va a pasar en los próximos 5 o 10 años”, señaló el experto.