Una nueva temporada de verano está próxima a iniciar en Chile. Y con la llegada de las altas temperaturas, que ya se pueden sentir en varias regiones del país, también se puede evidenciar que las polillas comienzan a ser más abundantes que en otros momentos del año.
Según describe el Museo de Historia Natural, el alza de las temperaturas favorece la actividad de los insectos, que al sentirse atraídos por las luces, llegan a instalarse dentro de los hogares, especialmente durante la noche.
¿Cuál es la función de las polillas?
Las polillas, que son mariposas nocturnas, son del orden de los lepidópteros, que es un grupo de insectos que suele tener el cuerpo y las alas con escamas. Aparecen con mayor frecuencia en zonas cercanas a cultivos o donde hay abundante vegetación silvestre, describe el MHN.
Aunque la presencia de estos insectos conocidos por sus colores pardos y su característico revoloteo puede generar desagrado en algunas personas, es necesario conocer que cumplen un rol clave dentro del ecosistema.
Al ser mariposas nocturnas son buenas polinizadoras, lo que contribuye en la reproducción de las plantas con flores. A eso se suma que hay especies de plantas que solo se polinizan por la noche, por lo que en esos casos, las polillas se encargan de ese proceso en lugar de las abejas.
Ya sea como larvas o adultos, estos insectos también son la fuente de alimento de otras especies, como aves, anfibios, reptiles e incluso mamíferos.
Los expertos aseguran que, debido a que las polillas se encargan de la polinización nocturna y otras funciones, la recomendación es no matarlas. Al mismo tiempo, explican que hay varias técnicas para evitar que ingresen en masa a los hogares.
¿Cómo evitar las polillas en el hogar?
Jadiel Mussa, arquitecta del paisaje y ecóloga de la Universidad Central, explicó en una reciente entrevista con T13 que hay varios métodos para enfrentar la presencia de polillas dentro de las viviendas sin necesidad de usar insecticidas.
Uno de ellos es darles luminosidad en el exterior de los hogares, como el jardín o la terraza, de manera de dirigir su atención hacia ese sector. Para este caso, Mussa sugiere tener “estas luces que son solares”.
Según la ecóloga, también hay algunos “repelentes naturales” con olores que desagradan a las polillas y otros insectos. Se trata de la lavanda, el romero y el limón.
“La cáscara se puede poner en rejitas y ponerlas cerca de las ventanas”, dice Mussa.
Otras sugerencias que dan los expertos son mantener las luces apagadas si se dejan las ventanas abiertas por la noche, instalar mallas que obstaculicen el paso de polillas y conservar los alimentos en contenedores resistentes.
¿Las polillas son dañinas?
Los expertos destacan que la proliferación de polillas en esta época del año no representa una “invasión”, pues muchas de las especies son nativas de Chile.
Además, no son dañinas para los seres humanos: no pican, ni muerden ni atacan.
“Es importante destacar que estos animales no tienen ningún peligro para las personas, ya que no traspasan enfermedades, no son venenosas, no pican, no son una plaga”, explicó Hugo Benítez, biólogo, entomólogo y académico de la Universidad Católica del Maule.
“Son totalmente inocuos y beneficiosos, ya que, al ser grandes, poliniza plantas más grandes, por lo que no hay que matarlas, sobre todo actualmente que se ven cada vez menos abejas, por lo que es bueno que haya un boom de polillas”, agregó el experto.