“En esta Navidad, nos llena de alegría saber que los salvadoreños al fin viven con paz, libertad, optimismo y esperanza”. Con esas palabras, el presidente de El Salvador Nayib Bukele encendió el árbol navideño de este 2024 junto a su esposa, Gabriela Rodríguez, y sus pequeñas hijas Layla y Aminah.

Estaban fuera de la Casa Presidencial salvadoreña, en San Salvador, un recinto lleno de luces, decoraciones y lleno de vida, muy distinto al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) —también conocido como la megacárcel de Bukele— donde están encerrados los pandilleros más peligrosos del continente.

Inaugurado hace casi dos años, el Cecot se ha convertido en un lugar polémico: tiene cerca de 80.000 reclusos, y se cree que la mayoría pertenecía a pandillas como la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, que han terminado con miles de vidas en El Salvador.

Y ahora en prisión, las fiestas de fin de año son muy distintas para ellos.

En la Navidad pasada, un periodista de la BBC, Roberto Valencia, logró visitar a los reclusos para ver en primera persona, cómo es esta festividad tras las rejas.

“Es otra cosa, definitivamente”, dijo Valencia, quien ha visitado cientos de cárceles en toda Centroamérica.

Cómo fue la Navidad de los prisioneros en la megacárcel de Bukele. Foto: Secretaria de Prensa de la Presidencia via REUTERS

Cómo es la megacárcel de Bukele por dentro

Lo primero que le sorprendió al periodista fue el tamaño del lugar. “236.000 metros cuadrados, el equivalente a cinco veces el Zócalo de Ciudad de México. Muy pocas cárceles en el mundo ocupan más espacio”, advirtió.

Belarmino García, el director de la megacárcel, fue quien le hizo el tour con lujo de detalles. El hombre le contó que el muro principal deñ recinto tiene 9 metros de altura y otros 3 de barda electrificada con 15.000 voltios. “Con solo acercarse ahí, uno muere de un solo toque”, dijo.

La cárcel fue inaugurada por el Gobierno de Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, y anunció que “podrá alojar a 40.000 terroristas, quienes estarán incomunicados del mundo exterior”.

Cómo fue la Navidad de los prisioneros en la megacárcel de Bukele Foto: Latin America News Age

La cena de Navidad para los pandilleros en la megacárcel de Bukele

Según relató el periodista Velasco, el centro penitenciario de máxima seguridad cuenta con ocho módulos gigantes , de los cuales seis están ocupados por emeeses (miembros de la banda Mara Salvatrucha) y dieciocheros (de las pandillas Barrio 18-Sureños y el Barrio 18-Revolucionarios).

En los otros dos, hay prisioneros que están en “fase de confianza”, pues no están enjuiciados por delitos graves. Ellos son quienes se ocupan de mantener la limpieza del recinto y por cada ocho horas que trabajen, reducen dos días de su condena.

El periodista llegó a la megacárcel a ver qué cenaban los reos en Noche Buena. Grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta de que los pandilleros no salen de sus celdas a un comedor común, como suele pasar en las series y películas.

En cambio, les llevan su porción de comida tres veces al día y las entregan a través de las rejas: es un táper y un vaso de plástico por cada uno.

Cómo fue la Navidad de los prisioneros en la megacárcel de Bukele. Foto: Roberto Valencia/BBC

“Creí que, por ser una fecha tan señalada, el menú tendría alguna concesión, pero autoridades y pandilleros me dicen que no”, relató Velasco.

El menú de esa noche —y de todas las que le siguen— es lo que solían comer a diario: un puñado de “arroz insípido”, un caldo hecho a base de frijoles y dos tortillas de maíz “finitas, de las que se usan para tacos”. Para el brindis, un café con poca intensidad.

“Eso mismo comen todos los días, de desayuno, almuerzo y cena. La única alteración (...) es que el arroz se sustituye por espaguetis”.

A veces, los familiares de los pandilleros les llevan alimentos distintos, como azúcar, avena, leche y suplementos en polvo. No obstante, Belarmino le confirmó al periodista que menos de la mitad de todos los encerrados tiene familia que los apoya.

Cómo fue la Navidad de los prisioneros en la megacárcel de Bukele- Foto: REUTERS.

Cómo es estar en el Cecot el día de Navidad

El periodista se sentó con uno de los prisioneros, identificado como Luis Alonso García Flores, un pandillero de 30 años perteneciente a Barrio 18, que está encerrado por homicidio y que no se comunica con su familia desde hace varios años, pues está prohibido en el Cecot.

Le preguntó qué pasa por su cabeza en el día de Navidad, estando encerrado en un estricto y claustrofóbico recinto penitenciario.

“El deseo de todo preso es poder estar con la familia, al menos recibir una visita este día. Yo tengo una hija, Lucero, que el 14 de diciembre cumplió 13 años. Solo por fe sé que sigue viva”, respondió.

Otro recluso, Salvador Alberto Jovel Servando, de 39 años y miembro de la Mara Salvatrucha dijo que le gustaría poder ver a su hija “que acaba de cumplir 6 años. Se llama Allison Yamilteh y, la verdad, ojalá alguna persona se pueda disfrazar de Santa Claus y le dé el regalo que no tiene de parte del papá”.

“Mi última Navidad libre fue la de 2007″, comenzó a contar Luis Alberto Paredes, de 18-Revolucionarios, que cumple condena de 65 años por homicidio agravado. “Desde 2016, no he podido ver a mi familia ni a mis hijas. Yo creo en Dios y él tiene la última palabra”.

Otro pandillero, Williams Arnoldo Vásquez Carpio de 18-Sureños, aprovechó la conversación para enviar saludos a su familia, su madre e hijas.

“¿Y a las víctimas de las pandillas? ¿No hay un mensaje para ellos?”, le preguntó el periodista de la BBC.

“No, ahí sí no sé…”, tartamudeó.