Ayer, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó la llegada del fenómeno El Niño a nivel global. Y es que ya se desarrollaron todas las condiciones en el océano Pacífico tropical, un escenario que los científicos han estado prediciendo en los últimos meses.
Pero parte de ellas es sobre cómo impactará El Niño en América Latina, pues nuestro continente, el año 2016, ya fue golpeado con sequías e inundaciones significativas.
Estas son las alertas de distintas disciplinas de los expertos de las Naciones Unidas que han estado analizando el fenómeno y las consecuencias de su impacto.
Cómo El Niño 2023 se manifestará en América Latina
El fenómeno El Niño consiste en el aumento de las temperaturas del océano Pacífico. Esto, influye en las condiciones climáticas de varias partes del mundo, lo que indirectamente repercute en rubros clave para los humanos, como por ejemplo, en la alimentación, economía y salud.
Desde la OMM, pronosticaron que podría haber un aumento de lluvias y tormentas en algunas zonas del sur de Sudamérica y de Estados Unidos, mientras que en otras zonas más al norte, se podrían percibir sequías.
Específicamente, los científicos calcularon que en julio, agosto y septiembre, comenzarán a verse los impactos significativos en déficit de lluvias en América Central, parte del Caribe y el norte de Sudamérica. Y en la zona central de Chile y en el sur de Brasil y Uruguay habrá más lluvias.
Sin embargo, dentro de 6 meses, pronosticaron que habrá “un aumento sostenido de la temperatura” del aire en gran parte del continente.
Desde la Organización Mundial de Alimentación (FAO) advirtieron que principalmente en América Central se podrían producir reducción de cosechas y, de esta manera, los precios de los alimentos subirán. En Colombia y Venezuela, la sequía afectaría la producción de maíz y arroz.
Al mismo tiempo, en los países que serán golpeados por las lluvias, como Ecuador, Perú y Bolivia, podría aumentar el riesgo de hongos en cultivos y enfermedades en los animales.
“Los gobiernos nacionales y locales tienen tiempo para planificar, prevenir y responder adecuadamente. Ya tenemos suficientes lecciones aprendidas con El Niño. No se pueden repetir las malas prácticas”, declaró Rodney Martínez Güingla, representante de la Organización Meteorológica Mundial en América Central y del Norte.