El sesgo o prejuicio de edad no aparece solo como una discriminación del resto —como cuando alguien no quiere contratarte en un trabajo porque buscan a alguien más joven— sino que son las propias personas mayores las que bromean con su envejecimiento y, de alguna manera, se autodiscriminan.

“Estoy muy viejo/a para hacer esto” suele ser una de las frases que más se repite. De hecho, un estudio reveló que más del 80 por ciento de las personas entre 50 y 80 años se catalogan a sí mismos con estereotipos de edad avanzada.

Estos pensamientos negativos están asociados a niveles más bajos de salud emocional y física e, incluso, puede reducir años de vida.

No obstante, cuando se le recuerda a un adulto mayor todo lo positivo que conlleva el envejecimiento, ésta persona puede experimentar beneficios inmediatos, volverse más fuerte y tener muchas más ganas de vivir, según la profesora de epidemiología y psicología de Yale, Becca Levy.

Cómo librarse de los pensamientos negativos sobre el envejecimiento

Cómo afectan los pensamientos negativos sobre la vejez

En la sociedad, está establecida la figura de una persona mayor como olvidadiza, irritable y frágil. Pero lo irónico es que, en realidad, la gran mayoría de ellas se sienten con una buena salud y satisfechas con sus vidas.

Sin embargo, esos pensamientos negativos con los que se asocia al envejecimiento son los que, inevitablemente, hacen que un adulto mayor tenga prejuicios contra sí mismo.

“La cantidad de personas mayores que realmente se creen inferiores a los demás debido a su edad es asombrosa”, dijo el profesor de gerontología en la Universidad de Malta, Marvin Formosa. “La gente niega su edad, incluso a sí misma, y la industria antienvejecimiento de rápido crecimiento satisface esos impulsos”.

Cómo librarse de los pensamientos negativos sobre el envejecimiento

En la investigación de la académica Levy, encontró que las personas mayores con creencias más positivas sobre su edad, tenían muchas menos probabilidades de desarrollar demencia, incluso cuando portaban el gen de la enfermedad de Alzheimer. Y es que, cuando un adulto mayor se “rinde” ante la vejez, suele estar menos motivado a: tomar sus medicamentos, comer bien y hacer ejercicio.

En esta línea, otro estudio aseguró que las personas más satisfechas y contentas con su edad, vivían en promedio 7,5 más que el resto.

Cómo evitar la propia discriminación por envejecimiento

Según Levy, cambiar los hábitos es clave.

  1. Reconocer la discrminación por edad: “Si no estamos al tanto de algunos de esos mensajes, entonces es difícil resistirse, cuestionarlos y no aceptarlos”, aseguró la experta.
  2. Dejar de culpar al envejecimiento por cualquier dolor: un ejemplo es que una mujer de 70 años tenía mucho dolor en la rodilla y el doctor le aseguró que era porque “estaba envejeciendo”. Entonces la mujer le replicó: “Entonces, ¿por qué mi otra rodilla está bien? Es de la misma edad”, y tuvo que presionar al médico para que le hiciera un examen.
  3. Desafiar los mensajes contra el envejecimiento: en la publicidad, la política, las conversaciones cotidianas e incluso en los propios pensamientos.