Con el término de febrero, la gran mayoría de las personas debe decir adiós a las codiciadas vacaciones de verano y regresar a la rutina laboral o de estudios.

En el caso específico de los niños, esa transición puede resultar mucho más agobiante. Sin embargo, los especialistas aseguran que el secreto para hacerlo más llevadero es prepararse anticipadamente y seguir ciertos hábitos saludables.

Cómo volver a la rutina después de las vacaciones

1. Sueño

Una de las acciones más importantes para facilitar el proceso de adaptación es ajustar los horarios de sueño. Para los niños, la recomendación es hacerlo varios días antes del inicio de clases.

“Es fundamental que niños y adolescentes duerman entre 8 y 10 horas diarias para favorecer su concentración y rendimiento”, asegura la Dra. Jimena Yáñez, pediatra de Clínica INDISA.

“Además, se debe evitar el uso de pantallas antes de dormir, ya que la luz azul de dispositivos como celulares, tablets y televisores puede interferir en la producción de melatonina y dificultar el sueño”, agrega.

Lo que también contribuye a una buena higiene del sueño es tener una rutina relajante. Esto incluye leer un libro, escuchar música muy suave, hacer ejercicios de respiración profunda y mantener un ambiente adecuado para el descanso, que sea oscuro, fresco y silencioso.

Un sueño reparador contribuye a tener mejor rendimiento durante el día.

2. Alimentación

Si deseamos mejorar el rendimiento en los estudios y tener mayor energía durante el día, es esencial mantener una dieta equilibrada. Algunas de las recomendaciones de la pediatra son:

  • No saltarse el desayuno. Un desayuno que incluya proteínas, fibra y carbohidratos puede favorecer la concentración.
  • Consumir frutas y verduras. Estos alimentos, ricos en vitaminas y minerales, ayudan a reforzar el sistema inmunológico y aumentan los niveles de energía.
  • Evitar alimentos dañinos. Opciones como frutos secos o yogur pueden contribuir más a tu salud que los alimentos ultraprocesados, que suelen tener alto contenido de grasas, azúcares y aditivos.
  • Hidratarse con frecuencia. Beber agua durante el día reduce las posibilidades de sufrir fatiga.
  • Respetar horarios de comida. Alimentarse en horarios específicos es beneficioso para la digestión.
Las frutas y verduras son esenciales para lograr una alimentación equilibrada.

3. Organización

Según la pediatra de Clínica INDISA, es recomendable organizar con anticipación la compra de los objetos que usarán durante el año escolar, como útiles, uniformes y mochilas. Con eso se evitará el estrés de realizar compras a última hora y los más pequeños también se sentirán más preparados.

Otra sugerencia es involucrar a los niños en ese proceso, puesto que para muchos el regreso a clases genera ansiedad. “Esto no solo refuerza su sentido de responsabilidad, sino que también les ayuda a mejorar su gestión del tiempo”, asegura la experta.

Según la experta de Clínica Indisa, es necesario comprar anticipadamente los materiales del año escolar para no estresarse. Foto: Aton Chile.

4. Motivación

Un ambiente de entusiasmo en el hogar también puede contribuir significativamente a que la transición sea más amena. Para ello, se pueden seguir estos pasos:

  • Hablar abiertamente sobre el regreso a clases. Se trata de destacar aspectos positivos del ingreso a la escuela, como el reencuentro con amigos, aprendizaje de cosas novedosas y las actividades extracurriculares.
  • Participación de la familia. El hecho de que varios integrantes de la familia estén involucrados en las conversaciones sobre el inicio del ciclo escolar puede contribuir a tener más motivación.
  • Centrarse en el proceso académico y no en la meta. Yáñez asegura que los niños siempre lograrán aprendizaje en la escuela, independiente de cuáles sean los resultados.

“Estas acciones, no solo facilitan la adaptación al nuevo ciclo escolar, sino que también refuerzan una actitud positiva hacia el aprendizaje”, concluye la pediatra.