Las luces se apagan y una trompa con unas orejas gigantes comienzan a aletear, dándole la bienvenida a todas y todos los asistentes del circo. Pero no se trata de un elefante real, sino de uno brillante, representado en un holograma en 3D, tecnología que el Circo Roncalli en Alemania adaptó para acabar con el maltrato animal.
A la vanguardia, este circo dejó de utilizar animales salvajes en la década de 1990 y en 2019 se asoció con una firma alemana que se especializa en realidad aumentada y que le permite tener hologramas de caballos corriendo en círculos, mientras reciben los aplausos de la gente ante este tecnológico espectáculo.
Y es que el maltrato animal en los circos es un tema todavía latente en muchos países del mundo, incluido Chile, donde la ley todavía permite que utilicen animales amaestrados y, además, algunos han sido perseguidos legalmente por maltrato a sus especies.
La tecnología que permite utilizar hologramas en el circo
“Cuando entras en Roncalli, te das cuenta de que la ausencia de animales no es un defecto, sino una fortaleza”, cuenta Davide Bertuccio, un fotógrafo italiano de The Washington Post que pudo atender a uno de los espectáculos y que quedó asombrado, en especial por ver animales salvajes sin la angustia de saber que están en cautiverio.
Estas figuras holográficas se logran utilizando animaciones en 3D, fotografía y representación virtual. Alrededor del escenario, hay un sistema de 11 proyectores láser digitales en una red circular, de 32 metros de diámetro, que se levanta para cada acto.
El espectáculo es operado por una sola persona, aunque se necesitan diez para poder montar y desmontar la malla cuando otros artistas, como acróbatas, payasos y bailarines, deben presentarse.
Markus Strobl, el director digital del circo, fue el líder de hacer realidad este espectáculo. Junto con un equipo de 15 diseñadores 3D y varios ingenieros de software, buscaron hacer animaciones que imiten de la forma más cercana posible los movimientos de los animales, para una experiencia más inmersiva.
El maltrato de los animales en los circos
Según explica PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), el entrenamiento de los animales salvajes en los circos, como elefantes, tigres, monos, caballos e incluso perros, se hace a base de “látigos, collares apretados, bozales, picanas eléctricas, barras de metal con puntas filosas en gancho y otras herramientas propias del negocio del circo para provocar dolor”.
Y es que la organización que protege a los animales afirma que “ellos no realizan estos y otros difíciles trucos porque quieren, lo realizan porque temen lo que pueda ocurrirles si no lo hacen”.
Además, los animales suelen estar confinados en furgones, tráilers o camiones, a veces por varios días de corrido, con temperaturas extremas altas y bajas, donde no siempre se cumplen sus necesidades básicas como alimento, agua ni atención veterinaria.
El maltrato de animales de circo en Chile
En Chile, la ley 20216 todavía permite que los circos tengan espectáculos con animales amaestrados, aunque muchos ya han dejado de utilizarlos en sus shows. No obstante, los más populares, como el Circo Los Tachuelas, han sido demandados por maltrato animal.
De hecho, Joaquín Maluenda, el representante del Circo Los Tachuelas, fue condenado por maltrato y crueldad hacia sus animales, por una demanda en 2016 donde se lo denunció por poseer 25 animales “en malas condiciones de nutrición, con enfermedades y en jaulas”. Se trataba de 8 tigres, 15 monos, un emú y un oso pardo. La tigresa, que debía pesar 250 kilos, pesaba solo 130 y tenía una infección ocular que la tenía “prácticamente ciega”.
¿La multa? 2 UTM, es decir, 123.908 pesos chilenos. Ante ello, el querellante del caso, Alexis Castillo, quien es presidente de la fundación Edra (Equipo de Defensa y Rescate Animal), le dijo a BioBio Chile que “robarte algo en el supermercado tiene más pena, una multa por exceso de velocidad es más alta. Hay animales que tenían lesiones de años sin tratamiento, la desnutrición de los monos era brutal”.
Actualmente, existen dos proyectos de ley -ambos del año 2019- que duermen en el Congreso, y que son los que buscan prohibir la exhibición de animales en circos.
Es esta realidad la que deja en evidencia cómo la tecnología del Circo Roncalli en Alemania es una buena noticia para el rubro y que se puede adaptar para abogar en contra del maltrato animal, sin dejar de lado mostrar la naturaleza.