Tomarse un buen café de grano para algunos amantes de este bebestible, no tiene precio. Pero para otros, comprar café instantáneo puede ser la solución más asequible para la billetera, sin dejar de disfrutar el sabor y el golpe de energía y productividad que trae consigo.
Sin embargo, aunque un verdadero fanático probablemente note demasiado la diferencia entre ambos, muchos se preguntan si consumir el café instantáneo causa los mismos efectos en el cuerpo que el café tradicional.
Efectos en el cuerpo: café instantáneo versus café tradicional
El café tradicional en grano es más caro que el instantáneo, y, además, tarda más en prepararse. Incluso, muchos creen que este café en realidad no tiene café, sino que es un sucedáneo, pero la única diferencia es el proceso de liofilización al final, es decir, su método de conservación.
Entonces, las propiedades del café, ya sea tradicional o instantáneo, son las mismas: ambos mejoran las funciones cerebrales, estimulan el metabolismo, aportan nutrientes y antioxidantes, disminuye la posibilidad de contraer enfermedades como Alzheimer, Diabetes tipo 2 y Parkinson.
También protege el hígado, previniendo y retrasando el desarrollo de enfermedades como la cirrosis y el hígado graso e incluso ayuda a reducir las posibilidades de tener cáncer de hígado o colorrectal.
La gran diferencia entre ambos tipos de café sería que el café tradicional podría contener más cafeína. Una cucharadita de café instantáneo puede contener entre 30 y 90 mg de cafeína, mientras que el café molido llega a los 70 y 140 mg.
Además, los amantes del café perciben que la diferencia entre ambos está en el sabor (que en el tradicional suelen describir como más robusto), la textura, la intensidad y los matices de su olor.
¿Cómo se prepara el café instantáneo y el café tradicional?
El instantáneo le hace honor a su nombre, porque es rapidísimo: los gránulos de café, que son pequeños, se disuelven en agua y se puede tomar al instante.
Por su parte, el café molido no se disuelve: necesita tiempo para llevar su intenso sabor al agua y después se debe separar el líquido del café molido.
Los expertos recomiendan tener ambos en la despensa, pues el instantáneo puede ser la mejor solución cuando hay poco tiempo, poco dinero y muchas ganas de saciar la sed por el café. En cambio, el segundo podría guardarse para cuando tienes más tiempo, una cafetera simple y un paladar más exquisito.